Buenos días familias. Esto se va acabando, las emociones que hemos vivido en estos días han sido inmensas, sobre todo en Isla Mágica, día especial para todos ellos. Los felicitamos por el saber estar en las habitaciones por la noche a la hora de dormir ya que los vecinos que tuvimos el miércoles por la noche eran algo ruidosos, cosa que no entendían ya que han sabido respetar un espacio común. El tiempo nos ha acompañado, solo cayeron unas gotas de agua al salir del Archivo de Indias el miércoles por la mañana, el resto de días sol con una temperatura de unos 20 grados, que para estar en Sevilla, es más que agradable. Hemos aprendido varias cosas:
- En Sevilla o hay muchos carriles bici, o en Granada faltan.
- A respetar el carril bici cuando está señalizado de color verde o con unas simples chapas en el suelo que lo indican. Pero claro, con unos 45 niños por la calle, ocupábamos la acera entera.
- El camino del albergue al Centro de la ciudad puede parecer eterno, todo depende de si arrastro los pies o pienso en la llegada observando o charlando con mis amigos (12 minutos).
- Lo de “cuánto queda”, “qué vamos a hacer después…” queda atrás, ahora la pregunta principal es cuándo vamos a volver al albergue (en algunos casos y repetidamente).
- Conocemos la expresión “se han peado en mi cama y se ha desecho”, claro, esto vendrá del nuevo verbo pear.
- Que la llave de habitación debe ser entregada en recepción, o que si salimos todos los que la formamos, no dejar la llave dentro…
- Los “profes” hemos descubierto nuevos olores en algunas habitaciones y pasillo desde el primer día martes al medio día, incluso en el patio jugando al Twistter… “basurichungui” lo tendrá en cuenta.
- Una habitación parecía más un mercadillo de ropa que otra cosa, y el caso es que la veían bien ordenada.
- Esperar con la mesa recogida a que acaben todos de comer y así salir al patio, se ha ido mecanizando a lo largo de los días. Eso sí, las comidas han sido variadas, era obligatorio comer algo verde o rojo en almuerzo o cena.
Igual encontráis a vuestros hijos algo más mayores… esa voz fina se ha convertido en ronca… tanta agua, chillidos y emociones en Isla Mágica ¡los ha hecho madurar! En resumen, han aprendido cantidad de cosas sobre esta ciudad, han disfrutado, compartido y reído hasta las tantas y durante cuatro días inolvidables. Nosotros, igual… pero esto no está «pagao». Nos vemos esta tarde, no os olvidéis, que por nosotros los tendríamos hasta el domingo, pero es que tenemos plan de Champions… Lindley, Jose y Jorge