Laberintos de cuentas de diferentes tamaños y senderos serpenteantes, así comienza el día.
Este tipo de juego los introducen en el mundo del conteo y estimulan la motricidad fina y la lógica.
Estos laberintos también despiertan la imaginación y la creatividad.
Continuamos con unos juegos conjuntos, cosquillas, cucú, carreras y, por supuesto, no podía faltar el pilla-pilla. Hemos sudado la gota gorda, aunque ellos no querían dejar de jugar tocaba la hora de la fruta.
Destino al patio para pasar un buen rato, cogen flores, piedras, arena, hojas y nísperos para regalar (lo siento, hoy los regalos han sido para mí). Hacemos la «croqueta» en el césped y gatean hacia atrás en el anfiteatro.
Saludamos a Ana Mari que viene a vernos y algunos aprovechan para preguntarle el menú de hoy.
También saludamos a los helicópteros y tractores que pasan.
Nos espera una rica comida y un sueño reparador.
¿Cómo lleváis el tema del disfraz para la fiesta de fin de curso?, yo aún ando dubitativa…
En el ecuador de la semana y aquí seguimos con mucha actividad, juego heurístico con perchas, cuerdas y cucharas de madera.
Se toman la fruta de muy buena gana, tanto la sandía como el plátano y nos preparamos para bajar al patio.
El bajar las escaleras cuando están los compañeros de 4° de primaria, es una ardua tarea, se quedan pendientes de ellos, de los piropos y las carantoñas que les dedican y se hace larga la bajada.
Una vez en el patio disfrutamos del espacio y de las múltiples propuestas de juegos, hay quién prefiere el arenero, tobogán… y quién prefiere quedarse encima o al lado mío de «guardaespaldas» o para que juegue con él/ella.
Una vez terminado el horario de patio, ponemos música, bailamos, jugamos y hacemos puzles.
Aunque si hay música las preferencias son muy claras, bailar.
Así vamos practicando para la fiesta de fin de curso, en la que además los profesores tenemos un baile dedicado a nuestros pequeños (espero que me aplaudan y me vitoreen, aunque sea por pena. Prometo que estoy ensayando).
Empezamos la cuenta atrás para el fin de curso, preparativos de cara a la fiesta y emociones a flor de piel.
¿Habéis aprovechado estos días de descanso? parece que casi todos los peques vienen con muchas ganas y alegría.
Comenzamos con el cesto de los tesoros para inaugurar otra semana, y como no podía faltar, el cepillo de dientes sigue siendo el protagonista.
Nos espera una fresquita sandía que en un abrir y cerrar de ojos, se acaba. ¿Los traéis desayunados al cole, verdad? es broma, con lo rica que está, yo también sería la primera en repetir varias veces.
Bajamos de forma ordenada al patio, aunque nos ha costado bajar las escaleras (después de tantos días…) de un lado a otro y cada uno con sus preferencias, disfrutan a sus anchas.
Cada vez que pasa un helicóptero lo saludamos enérgicamente. Incluso desde clase lo escuchamos y, por supuesto, saludamos.
De oído vamos bastante finos.
Una vez llegamos a clase, tenemos taller sensorial, varias texturas para la estimulación táctil.
Los niños exploran y aprenden sobre el mundo que los rodea, usando sus sentidos. A través de ellos comprenden las cosas, como por ejemplo, mediante el sentido del tacto.
Manipulan las texturas, cómo se sienten al tacto: duro, blando, húmedo, etc.
Teniendo en cuenta que el desarrollo cerebral de los niños depende en gran medida de la cantidad y calidad de estímulos que reciben desde edad temprana. Un niño expuesto a texturas tiene más posibilidades de hacer conexiones neuronales que le van a ayudar a su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Así que… ¡a experimentar!. Ha habido material rugoso, liso, áspero y suave. El que más han manipulado ha sido el rugoso.
Os voy avisando con mucha antelación (aunque siempre habéis superado con creces las expectativas, GRACIAS), de la fiesta de fin de curso (22 de Junio) que iremos disfrazados, la temática es: personajes fantásticos. Os lo iré recordando llegada la fecha, no os preocupéis.
Disfraces reciclados, hechos por vosotros, de la prima hermana por parte de padre, de vosotros cuando «mozuelos», todo vale.
Será un día estupendo cargado de actividades y sorpresas, a la par, que bastante emotivo.
Retomamos las rutinas e iniciamos con el juego heurístico, de esta manera nuestros pequeños exploradores descubren el mundo que les rodea a su manera y ritmo. Perchas, rulos y botes, son los protagonistas.
A continuación pasamos el turno a las construcciones que parece que últimamente les gustan mucho.
Un momento de «tranquilidad» para sentarnos en asamblea y comer la rica fruta, no sin antes recoger la clase.
La fruta «desaparece» en un abrir y cerrar de ojos, así que nos vamos preparando para bajar al patio a disfrutar. Por el camino nos encontramos unos charcos, y si… se han ido directos a ellos. Por lo que hemos tardado más tiempo de lo habitual en llegar al patio.
Tranquilos, nadie ha salido duchado de los charcos.
Este viernes vamos a tener un día muy especial, la jornada transcurrirá por el patio y jardín del colegio, con actividades diferentes y seguro les encantarán.
Además tendremos un picnic, juegos a cargo de Alberto (profesor de Educación Física) y todo ellos acompañados de los compañeros de la clase amarilla.
Diversión aseguradísima, así que papis ya sabéis podéis hacer planes para el viernes por la noche, porque van a acabar rendidos, ¡aprovechad que esto no pasa todos los días!.