CÓMO INFLUYE LA MÚSICA EN ESTAS EDADES

La música es una herramienta poderosa en el desarrollo infantil, especialmente en los primeros años de vida (0 a 2 años). A través de la música, los bebés no solo se entretienen, sino que también experimentan importantes beneficios para su crecimiento emocional, cognitivo y social.

Durante los primeros años de vida, el cerebro de los bebés está en constante evolución. La exposición a la música estimula diversas áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, la memoria y la capacidad de atención. Estudios han demostrado que la música puede mejorar las conexiones neuronales, facilitando la adquisición del lenguaje y ayudando en el desarrollo cognitivo.

La música y los talleres sensoriales con instrumentos se complementan perfectamente, ofreciendo a los niños una experiencia de aprendizaje integral que estimula tanto sus sentidos como su desarrollo cognitivo, emocional y físico.

Los talleres sensoriales con instrumentos permiten que los niños interactúen con la música de manera física, auditiva y visual, estimulando múltiples sentidos a la vez. Por ejemplo, al tocar un tambor o sacudir una maraca, los niños no solo escuchan los sonidos, sino que también sienten las vibraciones, ven el movimiento de los instrumentos y experimentan la textura de los materiales.

Explorar instrumentos de diferentes formas y tamaños, como tambores, xilófonos o panderetas, ayuda a los niños a desarrollar su percepción táctil y auditiva. Además, los sonidos y ritmos producidos por los instrumentos despiertan su curiosidad y refuerzan su capacidad de reconocer y diferenciar diferentes sonidos.

Cuando tocan los instrumentos y por ejemplo un niño agita una maraca, golpea un tambor o pulsa una tecla en un xilófono, está trabajando en su coordinación mano-ojo y en su motricidad fina y gruesa.

Al mismo tiempo, mover el cuerpo al ritmo de la música o imitar movimientos relacionados con los sonidos también mejora el equilibrio y la conciencia corporal.

Los talleres sensoriales permiten a los niños pequeños expresar sus emociones  de forma no verbal y creatividad a través de la música. Pueden golpear un tambor con fuerza para expresar energía o frustración, o tocar un xilófono suavemente para crear un ambiente tranquilo y relajado. De esta manera, la música se convierte en un medio para que los niños comprendan y manejen sus emociones.

Además fomenta  el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Al escuchar y crear diferentes sonidos, los niños desarrollan su conciencia fonológica, lo que les ayuda a distinguir entre distintos tonos y ritmos, una habilidad clave para el aprendizaje del lenguaje

En definitiva la música y los talleres instrumentales favorecen al desarrollo integral del niño y la niña.