Comenzamos el día jugando con los botes sonoros. Una vez recogemos todo y colocamos cada cosa en su lugar nos ponemos la crema protectora y las gorras ¡listos! para bajar al parque. Despacito 
a gatas bajamos las escaleras. Poco a poco hacemos el tren y cruzamos el patio para llegar a nuestro destino. Con la fresquita, más o menos, jugamos en nuestro patio poniendo a prueba el equilibrio, la velocidad, las fuerzas de las piernas para subir-bajar la rampa… Transcurrido el tiempo del patio subimos al aula nos aseamos y refrescamos. Tomamos la rica pera y catamos una nueva fruta ¡la sandia! ¡qué fresquita! Les encanta. En el taller, hoy creamos nuestra propia sinfonía haciendo sonar los instrumentos musicales; claro está cada uno marcando su propio ritmo.
Encarna Camús.