¡Que nervios! Llegamos inquietos por el gran día que nos espera. Repasamos lo que nos hace falta, nos ponemos las etiquetas de salida y recordamos la norma de la salida . Despacito nos dirigimos al autobús, tomamos asiento y nos ponemos los cinturones.
Llegamos y lo primero es tomar posesión del espacio. Hacemos una gran asamblea azules y amarillos, nos preparamos para iniciar la marcha pero antes tomamos un tentempié.
Nos ponemos en marcha. Explorar el nuevo terreno, es el primer objetivo, como el de disfrutar de las nuevas vivencias y compartirlas. Todos despacito, observamos la naturaleza que nos rodea: piñas, piedras, flores…escuchamos el cantar de los pájaros, saludamos a los árboles…
Llegamos exhaustos al campamento base, nos aseamos y comemos. Después nos vamos a descansar, tras tantas emociones, llegando la calma bajo la sombra de los árboles. ¡ Increíble! pero cierto. Todos dormidos.
Mientras llegan las familias para acompañarnos, aportando sus mejores recetas, con lo que el día acaba como empezó con ilusión.
Qué gran alegría, ¡mamá! y ¡papá! están ya aquí con nosotros.
Gracias por todo por vuestra colaboración.
Encarna Camus.
Ese día lo pasamos fenomenal.
Y hemos conocido más a muchos de los papás de la clase.
Gracias a todos por la comida
Por aquí, los Camileros suscribimos el mensaje de Estela, ¡qué buena idea! ¡Y qué buena suerte tuvimos con el tiempo! 🙂