Depués del juego libre, le pedimos los aros a Alberto (profe de Educación física) y comenzamos una actividad muy divertida con ellos.
Primero los manipulan libremente, nombramos los colores, vemos que tienen distintos tamaños: grandes, medianos y pequeños. Cada uno experimenta libremente, los agarran, se los encajan pasándolos por arriba, intentan imitarme cuando bailo el aro en la cintura… Se lo pasan en grande. Seguidamente hacemos un juego en el que tienen que seguir unas pequeñas contraseñas: «todos dentro de los aros o todos fuera de los aros» y los mayores del grupo sí que siguen el juego. Cuando introducimos la contraseña de color ya les cuesta más pero hay unos cuantos que sí los identifican.