Esta semana iniciamos la semana del libro en la cual haremos actividades relacionadas con la lectura. Mientras tanto, en infantil se hacen muchos juegos y gimkanas, algunos padres montan una pequeña librería para vender libros y fomentar la lectura.
Por ello Jorge nos propuso dos actividades muy chulas que consistían en:
-mezclar dos cuentos tradicionales como «Caperucita roja» y «los tres cerditos». De ahí te puede salir el título de «Las tres caperucitas». Además se podía escoger un cuento no tradicional como Harry Potter, y uno tradicional como «Caperucita roja» saliéndote el título de «Caperu Potter».
-Elegir un cuento tradicional y cambiar su final. Mostrar un final más feliz, diferente, triste…
Os iremos dejando poco a poco todas las historias en este post, ya que estamos pasándolo a ordenador.
El cerdito pequeño terminaba su casita de paja, y seguidamente el mediano su casita de madera. Pero el mayor todavía no había terminado su casa de cemento.
Mientras, el mayor de los cerditos trabaja para refugiarse del cazador, los otros dos se reían de él amargamente.
Finalmente el mayor terminó su gran casa de cemento, pero en ese momento divisaron al cazador y cada uno corrió a su casa.
El cazador venía con una gran escopeta que asustó a los tres cerditos. Apuntó y disparó a la primera casa, la del cerdito pequeño.
Las balas atravesaron limpiamente la paja, pero ninguna golpeó al cerdito que salió corriendo. Fuera estaba el cazador esperando al cerdito que lo ató con una cuerda y siguió.
La segunda casa era la del hermano mediano, la de madera. Apuntó y disparó e igualmente la casa atravesó, pero no alcanzó al cerdito que salió y corrió, donde el cazador lo esperaba y con una cuerda lo capturó.
La última casa era la del hermano mayor. Apuntó y disparó pero la casa no atravesó, y la bala rebotó.
Los dos cerditos atados observaban como el cazador disparaba repetidamente, sin resultado.
A continuación el cazador se fue hacia la casa y de un portazo la abrió.
La casa estaba sumida en silencio por el único sonido de la chimenea. El cazador entró sigilosamente, pero justo detrás, suya
estaba el cerdito mayor que se arrojó sobre el cazador, y una cadena le colocó.
El cerdito no lo liberó hasta que el cazador prometió no volver nunca más.
Había una vez tres cerditos que estaban siendo atacados por un lobo. El mayor de los cerditos empezó a hacer una casita y le dijo sus hermanos: haced una casita.
Le contestaron que no estamos jugando.
Cuando llegó la noche apareció el lobo y los cerditos se metieron todos en la casita del cerdito mayor.
El lobo: soplaré y soplaré, y vuestra casa derribaré. Sopló tan fuerte que la derribó.
Y los cerditos se cogieron las manos y echaron a correr y consiguieron escapar.
… Dieron las 12 de la noche y cenicienta bajó corriendo las escaleras, el príncipe la seguía, a cenicienta se le cayó un zapato, el príncipe, al ver el zapato lo cogió y dijo:
– Me casaré con quien le quepa bien este zapato.
Pasaron 6 años, y el príncipe seguía buscando a su prometida, llegó a la casa de cenicienta, y todas empezaron a probarse el zapato, el zapa-tito era de una piel muy delicada, y a todas les quedaba muy grande el zapatito, Cenicienta reconoció su zapato y quiso probárselo, la madrastra no quiso, pero…
Cenicienta fue a probarse el zapato, pero ya habían pasado 6 años y el pie le había crecido mucho, cuando fue a probarse el zapato, le quedo tan pequeño, que en el intento el zapato explotó en mil pedacitos.
El príncipe se enfado con Cenicienta y… digamos que no le fue muy bien…
… Y sopló, y sopló y la casa de madera derrumbó, y el hermano mediano fue a casa del hermano mayor. El lobo siguió al hermano mediano a casa del hermano mayor.
Al llegar vio que la casa era de ladrillos y se vio incapaz de derrumbarla, así que llamó a sus cinco hermanos.
Al llamar el cerdito pequeño fue a abrir la puerta, y una manada de lobos hambrientos entraron, pero lo que no sabían era que estaban los civiles cochinos, diciendo ¡las patas arriba! Y los llevaron a comisaria por intento de comerse a un animal inofensivo.