En esta semana cuatro compañeros de quinto nos hicieron sus conferencias sobre: Londres, Nueva York, Holanda y París.
– Nueva York (por Mariona). Está en Estados Unidos, es una de las ciudades más grandes y rica en población. Sus fiestas más conocidas son: Black Friday, día de la raza, Acción de Gracia y el año nuevo.
– Londres (por Carla A.). Esta en Inglaterra y Carla nos habló de su gastronomía, los límites, la reina, la moneda, los transportes y algunos monumentos como el Big Ben.
París es conocida como «la ciudad del amor» y «la ciudad de la luz». También es una de las ciudades más visitadas del mundo.
– Holanda(por Pablo K.). Está en el norte de Europa y limita con Alemania, Bélgica y con el mar del Norte.
Las ciudades más importantes son Amsterdam, la Haya y Roterdam. Los holandeses dicen que en Roterdam se gana el dinero, en la Haya se divide y en Amsterdam se gasta.
El miércoles dieciocho de enero, la clase de quinto se fue de excursión al pueblo de Loja. Un pueblo a los pies de la Sierra de Loja.
Al principio fuimos a una cooperativa agraria llamada San Isidro. Aquel mismo día fue otro colegio a la cooperativa y después con nosotros al pueblo.
En la cooperativa empezaron explicándonos un poco lo que era trabajar en equipo y ayudarnos unos a otros, cómo funcionaba una cooperativa, los tipos y el papel de los socios. Después nos enseñaron una parte de la almazara en la cual la gente podía hacer su propio aceite.
A continuación tuvimos la suerte de ver cómo un miembro de la cooperativa vertía las aceitunas a través de una rejilla que terminaba en una tolva. Las aceitunas llegaban a una cinta que las subía hasta una cámara de aire en la cual le quitaban las hojas, piedras o ramas a las aceitunas. De allí pasaban a una máquina que las limpiaba con agua. Después las pesaban en una válvula con forma de tolva. De allí pasaban a unas máquinas que separaban los huesos de las aceitunas. Pasaban por unos molinos que las molían y después separaban el aceite del alpechín.
El pase de diapositivas requiere JavaScript.
Cuando terminamos de ver la zona de cómo obtener el aceite, fuimos a la envasadora. Primero las botellas pasaban por una máquina que las llenaba. Después había un tubo lleno de tapones para las botellas, le ponía el tapón y otra máquina lo enroscaba. Otra ponía las etiquetas y las empaquetaban. Fuimos a los almacenes. Eran unos bidones gigantes. Allí nos dieron un pan con aceite.
A continuación nos montamos en el autobús que nos llevo hasta el mirador Isabel I donde nos esperaba un guía. Desde el mirador se veía toda Loja. De ahí bajamos por las callejuelas hasta la iglesia. En la iglesia nos explicaron todas la estatuas y cuadros que había. Andamos hasta el ayuntamiento y entramos en el mismo. Justo ahí se acabó la visita y nos fuimos al autobús.
Ese día hacía mucho, pero que mucho frío. Íbamos muy abrigados. Nos gustó la salida por la almazara y por el proyecto de la cooperativa que vamos a hacer en clase.
En noviembre fuimos de salida a Neuron bio y Neol bio. En la entrada nos recibió Javier (el padre de Marina y de Lucas). Con él entramos a una sala de exposiciones donde nos dieron una conferencia. Primero nos explicaron que estábamos en el PTS, en concreto en el edificio «parchís» (por los colores que tiene). Nos hablaron de lo que es la biotecnología y sus clases (roja, verde, blanca…).
También hablamos de la clonación, fue muy interesnte. Nos hablaron de algunos medicamentos y su mal uso como es el caso de dopaje. También nos explicaron el biocombustible, y después lo que hacían en Neolbio.
Nos dijeron que trabajaban con la biotecnología blanca y que trabajaban con microalgas.
Después nos separamos en dos grupos para ir a ver los laboratorios. Fuimos a un laboratorio con varias máquinas grandes . Uno de los científicos que estaba en el laboratorio nos explicó para qué servían.
Fuimos a un laboratorio en el que olía fatal (por las microalgas) y desde allí, a través de las ventanas, vimos más máquinas y cosas del estilo.
Al cabo de un rato volvimos a la sala del inicio de la visita y vimos un vídeo sobre los peces cebra (los acuarios en forma de «T» etc.). Los peces los ponían en una esquina, investigaban el terreno, llegaban al final del trayecto y volvían a su lugar de inicio. A las 24 horas, cuando volvían a salir, hacían el recorrido perfectamente, lo recordaban, esto gracias a una sustancia que le habían dado, sin ella, la memoria era mucho menor.
Para finalizar fuimos andando hasta Medina y recogimos a los de sexto en el autobús.
Estuvo muy chula la salida y aprendimos mucho con ella.