HabÃa una vez tres cerditos que estaban siendo atacados por un lobo. El mayor de los cerditos empezó a hacer una casita y le dijo sus hermanos: haced una casita.
Le contestaron que no estamos jugando.
Cuando llegó la noche apareció el lobo y los cerditos se metieron todos en la casita del cerdito mayor.
… Dieron  las 12 de la noche y cenicienta bajó corriendo las escaleras, el prÃncipe la seguÃa, a cenicienta se le cayó un zapato, el prÃncipe, al ver el zapato lo cogió y dijo:
Pasaron 6 años, y el prÃncipe seguÃa buscando a su prometida, llegó a la casa de cenicienta, y todas empezaron a probarse el zapato, el zapa-tito era de una piel muy delicada, y a todas les quedaba muy grande el zapatito, Cenicienta reconoció su zapato y quiso probárselo, la madrastra no quiso, pero…
Cenicienta fue a probarse el zapato, pero ya habÃan pasado 6 años y el pie le habÃa crecido mucho, cuando fue a probarse el zapato, le quedo tan pequeño, que en el intento el zapato explotó en mil pedacitos.
El prÃncipe se enfado con Cenicienta y… digamos que no le fue muy bien…
… Y sopló, y sopló y la casa de madera derrumbó, y el hermano mediano fue a casa del hermano mayor. El lobo siguió al hermano mediano a casa del hermano mayor.
Al llegar vio que la casa era de ladrillos y se vio incapaz de derrumbarla, asà que llamó a sus cinco hermanos.
Al llamar el cerdito pequeño fue a abrir la puerta, y una manada de lobos hambrientos entraron, pero lo que no sabÃan era que estaban los civiles cochinos, diciendo ¡las patas arriba! Y los llevaron a comisaria por intento de comerse a un animal inofensivo.
… Cenicienta habÃa perdido su zapato en el baile. Se dio cuenta cuando llegó a su casa en la carroza. A la mañana siguiente una joven ve el hermoso zapato de cristal y al ver que no lo reclamaba nadie, decide cogerlo.
Esa joven se llamaba Paula, esa misma tarde estaba muy confusa porque no sabÃa como iba a devolver el zapato (a Cenicienta). Decidió ir preguntando por las casas.
Cenicienta le contó todo a Paula. Al dÃa siguiente de madrugada se fueron de la casa y buscaron otra casa donde vivir, desde ese dÃa fueron muy amigas y vivieron  juntas.
Cada dÃa iban mejorando y decorando su casa e iban hasta el rÃo a dar un paseo. Y no se supo más de la madrastra y de las hermanastras.