Reflexión: transformación de la energía

Se dice que siempre que se produzca energía se usa siempre la misma cantidad de energía para producirla. Es como si transformamos la energía en otra energía. Creo que esto me confundirá para siempre porque conozco formas de crear energía que parace que usamos menos para crearlos.

Hasta con la energía nuclear se usa su energía para crear otra fuente de energía: la masa.

Por: Rafael.

La casa abandonada. Capítulo 5

Un gas no tóxico le dejó inconsciente por un momento, y en cuando se despertó, notó todas sus extremidades atadas a una silla de metal.

La X se iluminó en la pared, en una esquina (las paredes no eran muy altas, de 2 metros y medio). Jack se intentó liberar  de todas las formas posibles, pero sus resultados fueron en vano. Al contador le quedaba 1:00h. (una hora), pero Jack no se fijó en el contador, porque seguía intentándolo. Después de un intento desesperado, las cuerdas que lo ataban, se aflojaron. Jack consiguió  liberarse de las cuerdas, pero aún le quedaba un misterio por resolver: ¿qué hacer con la X? Estuvo pensando varios minutos, y al final se decidió por romperla. Cogió la silla de metal, y con furia la golpeó contra la X, en el primer intento la X no se rompía, ni en el segundo, pero en el tercero, con mucha furia acumulada golpeó la pared, donde se situaba la X. La pared se rompió y Jack pudo ver una caja fuerte, se acercó a esta y comprobó que tenía que poner una contraseña;  se puso a buscar como loco la supuesta contraseña.

En contador señalaba 0:45, cuando Jack lo vio se puso más nervioso, y de un golpe involuntario, la pared cedió dejando ver una serie de números desordenados, Jack pensó que tenía que ordenar esos números en el orden correcto para abrir la caja fuerte. Cogió el papel donde se situaban los números, fue corriendo a la caja fuerte, la cogió y la posó en el suelo. Después  intentó con numerosas combinaciones pero ninguna era correcta.  Jack se desesperaba cada vez que probaba con una combinación, hasta que con una de ellas, la caja fuerte se abrió.  Jack se puso muy contento, pero al contador le quedaba muy poco tiempo (0:30), dentro de la caja se podía ver una llave, de estatura media, muy antigua. Jack, la cogió y buscó la puerta, que supuestamente se tendría que abrir con la llave que había encontrado Jack. Avistó un pomo de una puerta y pensó que esa era la salida. Fue a ella e introdujo la llave, la giró y la puerta se abrió. Jack, pudo ver detrás de ella una gran ciudad en la que vivía él.

Fue corriendo y se adentró en la ciudad, buscó su casa y después de unos minutos la vio, abrió la puerta y se echó en la cama. Suspiró y se durmió.

Jose.

El verano

Las estrellas se citan en el cielo,

cogen el ascensor

y bajan lentamente a la piscina.

Sobre las nueve y media

iluminan el agua,

nadan sobre el reflejo de los álamos,

bucean por debajo del ciprés

y juegan a subirse al barco de la luna.

Las estrellas bañistas no utilizan

gafas de sol. No usan bronceadores,

ni beben fanta,

solamente navegan con sus cuerpos bronceados.

 Si las estrellas bajan a la tierra

para bañarse en las piscinas,

yo me pregunto entonces:

¿qué vemos por la noche nosotros en el cielo?

Hay quien piensa que todas las estrellas,

para bañarse en la piscina

sin que nadie lo note,

cubren el cielo de papel plata,

de cambios de leche

y de fuegos de azúcar.

Yo no lo sé. Pero en algunas noches

hermosas de verano,

mientras el mar se duerme y las ciudades

apagan sus ventanas

se me enciende una luz,

y pienso seriamente en las bombillas.

Cansadas de estar quietas,

de los ruidos y el ruido de las motos

las bombillas se van de vacaciones,

cogen el ascensor

y suben lentamente hasta los cielos

con ropa de turista

sobre las nueve y media,

flotando en el espacio,

ocupando el lugar que dejan las estrellas.

Pablo I.

Las cosas que pensamos

Todos y todas nos hemos planteado alguna vez la idea de hacer algo, pero, por qué no lo hacemos. No lo hacemos por nuestra débil mente, nunca hacemos lo que nos da miedo.

Yo, nunca le dije a un profesor que no me gustaba su forma de enseñar.

Barreras que nuestro cerebro pone a objetivos por miedo a fracasar en el trayecto o en el intento. Esas barreras tienen que desaparecer, hay que neutralizarlas cuando podamos, lo más pronto posible. Ellas, intentan acabar con nosotros utilizando uno de nuestros puntos más vitales, el de nuestros sueños.

Imaginaos un planeta sin sueños ni objetivos, sin nada en lo que soñar, en lo que llegar a ser. Sería un mundo “horrible”, sería un mundo sin nada.

Agustín.