Trata de una familia judÃa que en ParÃs, 1942, es denunciada por  Pierre-Jean Lamour, el yerno de Edmond Batignole y un colaborador nazi.La familia es llevada en tren a Alemania, pero el niño pequeño: Simón escapa. Simón consigue llegar a su antigua casa, embargada por los nazis, donde están dado una fiesta para los alemanes y allà conoce a Edmond, que le esconde en el cuarto de servicio pero no consigue aguantar mucho, pronto lo tiene que esconder en la bodega furtivamente, mientras conocerá a las dos primas de Simón, a las que ayudara a cruzar la frontera poniendo en juego su propia vida.»
El protagonista, un caballero deslumbrado por el brillo de su propia armadura, a pesar de ser bueno, generoso y amoroso, (peleaba con sus enemigos que eran malos, no con los que eran buenos) no consigue comprender y valorar con profundidad lo que tiene, descuidando sin querer las cosas y las personas que lo rodean. Su armadura se va oxidando hasta que deja de brillar y, cuando se da cuenta, ya no puede quitársela. Prisionero de sàmismo, emprende entonces un viaje al final del cual, gracias a diversos personajes, logra deshacerse de la armadura que le habÃa imposibilitado abrirse al mundo.Â
«Konrad, o el niño que salió de una lata de conservas»
El libro que lee la clase de sexto durante este mes, es el de Konrad. La tertulia se llevará a cabo el dÃa 22 de febrero con unos invitados especiales, nuestros compañeros de primero de primaria. Esta historia tan peculiar, está siendo leÃda por los mayores de sexto a los pequeños de primaria. Durante varias sesiones de biblioteca, un alumno de sexto lee varios capÃtulos a dos compañeros de primero, le ayuda a comprender y resumir la historia, y responde a las preguntas que puedan aparecer.
En el dÃa de la tertulia participan ambas clases opinando del libro, leyendo el párrafo elegido y reflexionando sobre las situaciones que suceden en la historia. Será una tertulia conjunta y cooperativa.Â
La señora Bartolotti vive bastante feliz, aunque la gente la considere rara. Se dedica a tejer alfombras en casa y a pedir toda suerte de objetos por catálogo; su vestimenta es todo menos gris y sus costumbres y horarios chocan con los de su vecindario. Un dÃa recibe una gran lata con un niño dentro; una fábrica le hace llegar uno de sus productos más elaborados: un niño perfecto, educado y amable, listo y obediente.
Para celebrar el dÃa de la paz y no violencia, la comisión de convivencia propone una actividad para todo el Centro. Mediante un juego con la baraja de cartas, se forman parejas cuyos integrantes oscilan entre los 3 años y los 12. A cada niño se le entrega una carta que debe emparejar con otra en número y palo.
En cada clase, el niño mayor debe ayudar al pequeño a buscar un antónimo de paz para escribirlo en una pegatina y pegarlo en un vaso. A continuación, deben pensar dos sinónimos de paz y escribirlos en una pequeña bandera que irá pegada a una pajita.
Una vez realizada la tarea, el grupo sale al patio para plantar distintas semillas introduciendo dentro el mensaje de la pajita. Trabajo cooperativo para enterrar lo malo y plantar la felicidad. Â