Había una vez tres cerditos que estaban siendo atacados por un lobo. El mayor de los cerditos empezó a hacer una casita y le dijo sus hermanos: haced una casita.
Le contestaron que no estamos jugando.
Cuando llegó la noche apareció el lobo y los cerditos se metieron todos en la casita del cerdito mayor.
El lobo: soplaré y soplaré, y vuestra casa derribaré. Sopló tan fuerte que la derribó.
Y los cerditos se cogieron las manos y echaron a correr y consiguieron escapar.