… Cenicienta había perdido su zapato en el baile. Se dio cuenta cuando llegó a su casa en la carroza. A la mañana siguiente una joven ve el hermoso zapato de cristal y al ver que no lo reclamaba nadie, decide cogerlo.
Esa joven se llamaba Paula, esa misma tarde estaba muy confusa porque no sabía como iba a devolver el zapato (a Cenicienta). Decidió ir preguntando por las casas.
Cuando ya iba a empezar la noche tocó a la casa de Cenicienta, pero abrió su madrastra, sus hermanastras se lo probaron pero no les cabía, después le llegó el turno a Cenicienta y se lo puso. Paula se puso muy contenta y dijo que no tenía casa. Su madrastra no quería que Paula se quedará a dormir y al final durmió en el suelo con Cenicienta.
Cenicienta le contó todo a Paula. Al día siguiente de madrugada se fueron de la casa y buscaron otra casa donde vivir, desde ese día fueron muy amigas y vivieron juntas.
Cada día iban mejorando y decorando su casa e iban hasta el río a dar un paseo. Y no se supo más de la madrastra y de las hermanastras.