…Y llegó el lobo y sopló y sopló y la casa derrumbó.
Tan solo quedaban dos casas la de ladrillo y la de paja, así que el lobo pensó… voy a ir primero a por la casa de ladrillo que cuando la derrumbe solo tendré que soplar un poquito y podré comerme a los cerditos. Así que el lobo muy astuto fue a derrumbar la casa de ladrillo, pero después de mucho soplar no lo consiguió. El lobo muy deprimido pensando que no se llegaría a comer a los tres cerditos se le ocurrió una magnifica idea, así que cogió dinamita, rodeo la casa de ladrillo con ella, se alejo mucho, pulsó el detonador y la casa estalló en mil pedazos.
El cerdito mayor y el cerdito mediano no sabían si irse a la casa de paja pues el lobo consiguió derrumbar la casa de ladrillo o esconderse en la casa de paja. Después de mucho planteárselo decidieron irse a la casa de paja.
Al cabo de dos días el lobo tocó a la puerta:
TOC TOC.
Los cerditos tenían mucho miedo, y el cerdito pequeño no muy decidido preguntó:
-¿quién es?-
Y el lobo dijo:
-soy el lobo y si no abres la puerta soplaré y soplaré y tu casa derrumbaré-.
Y el cerdito no abrió así que el lobo sopló, sopló y no consiguió derrumbar la casa.
El cerdito mayor pregunto:
-¿cómo es que no ha conseguido derrumbar tu casa?-
Y el cerdito pequeño respondió:
-hay metal brindado entre la paja-.
Pero el lobo no lo sabia así que siguió soplando sin ni un resultado, soplaba y soplaba y no lo conseguía. Al cabo de 20 minutos el lobo murió asfixiado.