Para mi la mascota perfecta sería un ser cariñoso, de suave y sedoso pelaje color blanco azulado que adquiere matices turquesa, bajo la luz de la luna llena. Estoy hablando de un bello unicornio, con el que desearía pasar todo mi tiempo cabalgando sobre su lomo, desearía con toda mi alma que fuera un ser libre, pero sé muy bien que si un ser así viviera no duraría mucho tiempo a mi lado, ya que sabiendo lo ambiciosa que es la gente, lo matarían y explotarían su bello pelaje para hacer bonitos abrigos y usar su cuerno para hacer caros abalorios.
Una parte de mi prefiere que siga siendo un ser imaginario y que sigua siendo fruto de mi imaginación para que no sufra y acabe extinguido por nuestra culpa.