Todos y todas nos hemos planteado alguna vez la idea de hacer algo, pero, por qué no lo hacemos. No lo hacemos por nuestra débil mente, nunca hacemos lo que nos da miedo.
Yo, nunca le dije a un profesor que no me gustaba su forma de enseñar.
Barreras que nuestro cerebro pone a objetivos por miedo a fracasar en el trayecto o en el intento. Esas barreras tienen que desaparecer, hay que neutralizarlas cuando podamos, lo más pronto posible. Ellas, intentan acabar con nosotros utilizando uno de nuestros puntos más vitales, el de nuestros sueños.
Imaginaos un planeta sin sueños ni objetivos, sin nada en lo que soñar, en lo que llegar a ser. Sería un mundo “horrible”, sería un mundo sin nada.
Agustín.