Hoy miércoles la clase de quinto de E.P.O. ha cogido las mochilas y se ha puesto en marcha dirección a la Alhambra. Precisando más al Palacio de Carlos V, donde hemos entrado a una exposición llamada «Universos Infinitos».
Una vez dentro nos hemos dirigido a una sala circular con una gran cúpula, donde había proyecciones en varias pantallas sobre el trabajo de M.C. Escher. Por cierto esta sala tiene forma octogonal porque es la parte del palacio que Carlos V quería que fuera su cámara funeraria. Por eso tenía forma de ocho ya que simboliza el infinito.
En esta sala octogonal había dispuestos es círculo unos sillones para observar la proyección. Normalmente eran animales que parecía que se iban pasando de una pantalla a otra (había una pantalla en cada lado del octógono), aunque también había figuras partiendo de cuadrados y triángulos. A mí esta parte me ha gustado mucho porque me parece que partiendo de una forma geométrica simple se pueden hacer otras formas con los espacios en blanco que deja al hacer una sucesión. También es original como partiendo de una figura de animales como los peces o los pájaros, mezclando el positivo y el negativo se consigue una composición muy creativa.
Cuando salimos de la sala octogonal nos topamos con una ventana al pasado, donde se veía una puerta árabe y muchos mosaicos. Después nos asomamos a la ventana del futuro donde se veía una sucesión de ventanas cada vez más pequeñas. Daba la sensación de que unas ventanas contenían a otras.
En otra sala había diferentes cuadros de Escher realizados a lo largo de su vida, por ello estaban colgados en hileras y hacían como pasillos. No estaban colgados en paredes sino suspendidos en el aire. Siempre detrás de cada cuadro había una historia sobre la vida del autor.
A mí el que más me ha gustado era unos lagartos o dragones de Komodo que iban formando teselas sin dejar ningún espacio en blanco, como también hemos dicho antes con los pájaros, mezclando el positivo y el negativo. Esta serie de imágenes Escher las llamó Metamorfosis.
Una curiosidad: la encargada nos ha dicho que la sala estaba a una temperatura de 8º centígrados para que los cuadros no sufrieran daño.
Una vez terminada la visita nos hemos dado un paseo fenomenal por los jardines de la Alhambra, donde hemos visto una gran variedad de setas y hemos jugado a los barcos de papel en las acequias del bosque de la Alhambra.
Autor: Andrés Aguayo Padial