Cuando compartimos experiencias compartimos aprendizajes, y el hecho de compartir supone un enriquecimiento personal en todos los sentidos.
Nuestras sesiones matemáticas han dado un giro, pues ahora no sólo compartimos el aprendizaje con nuestros compañeros de grupo (como suele ser lo habitual), sino que lo hacemos con los de los grupos superiores e inferiores.
De este modo, en las sesiones dedicadas a la resolución de problemas y al cálculo, el grupo de 4º comparte trabajo matemático con el grupo de 3º y 5º, y el grupo de 3º lo hace con 2º y 4º. La motivación ha ido en aumento, provocando una mayor implicación en el proceso, lo que ha supuesto discusiones matemáticas con el compañero, que implican un gran dominio del contenido. El amplio abanico de capacidades, ritmos y autonomía ha enriquecido más aún esta actividad, haciéndoles salir de la «zona de confort», poniéndoles en situación, en definitiva, les hemos retado y han tenido que superar barreras y límites que ellos se autoimponen.
Podemos decir que estamos encantados con el ambiente de trabajo, con las actitudes, con la capacidad de empatía, con la emoción y a la vez naturalidad con la que lo están viviendo. Una vez más, pensando en cómo seguir motivando y atendiendo individualidades.
Ya de paso… os dejamos un nuevo recurso para practicar el cálculo rápido.
Un saludo,
Juanjo y Laura