Salida al barrio del Sacromonte
Tras una exhaustiva investigación, la creación de un texto informativo y su aprendizaje, salimos en busca del pintoresco barrio del Sacromonte desde el alto Albaicín.
Nada más bajarnos del autobús en el mismo mirador de San Cristobal, los sentidos comienzan a ponerse en marcha.
Maxi, Quique y Bruno inician el trabajo de guías turísticos y nos comunican distintos aspectos sobre lo que es un mirador, a qué es debido su nombre y todo aquello que nuestros ojos pueden divisar desde él.
Los ojos son fundamentales para apreciar y distinguir todo lo que se observa, desde lo más cercano, viviendas con sus terrazas, la muralla Zirí, el palacio de Dar al- Horra, la torre de la Vela…, hasta lo más lejano como la vega. Cada uno con el relato de historia, detalles, anécdotas.
Nos adentramos en el Albaicín entre calles empedradas, estrechas y tortuosas hasta llegar al la platea de San Bartolomé en donde Mateo D. nos recuerda en el barrio que estamos, sus características, su historia y anécdotas.La
La placeta debe su nombre a la iglesia de San Bartolomé que denomina la misma, es Félix el encargado de explicar el origen de esa iglesia con su característica torre mudejar y sus decoraciones con cerámica vidriada en las ventanas de la torre.
Nos recuerda qué es un aljibe y nos habla del que hay adosado a la puerta principal de la iglesia.
Continuamos nuestro recorrido entre los cantos rodados que van diseñando las calles y llegamos a la calle del Agua. Es Daniel el que cuenta con mucha ilusión el por qué se llama así, la acequia que transcurre bajo la calle, su origen y que abastecía aljibes, los baños y fuentes del barrio.
Bajando la calle se llega a plaza Larga y apreciamos una bella puerta de la muralla llamada la «Puerta o Arco de las pesas». Es Juanjo el que narra su historia y el origen de su nombre.
Volvemos por la calle del Agua para girar por el Carmen de la Niña (auténtica casa morisca) hasta llegar a la Placeta de Fátima. Parada necesaria para apreciar el Cerro del Aceituno, San Miguel el alto y la última muralla construida en Granada una vez ampliada la ciudad, La Cerca de Don Gonzalo. Continúo narrando distintas informaciones que cada vez atrae más su interés. La atención es absoluta y expectante.
Atravesamos la calla Pages hasta otra placeta en donde el empedrado granadino con los cantos rodados de los ríos atrae su disposición a despertar más los sentidos.
Y se oye: – «Yo quiero hacer este nudo celta».
Proseguimos en busca de nuestro barrio y por las sinuosas y estrechas calles vamos apreciando numerosas características. Una que les atrae mucho, son los «rompemuros».
En un recoveco nos topamos con una portada magistral y es Ian y Claudia la que nos narra la historia de los carmenes y sus características. Llama la atención eso que tanto se ha repetido de calles estrechas, empedradas, sinuosas. Casas bajas con sus almellas, blanqueadas y con jardines-huertos. Flores, colores, olores (el azahar, el jazmín, buganvilla, los rompepiedras y la glicinia), nos trasmiten durante el recorrido mucha felicidad y luz.
Reanudamos nuestro camino queriendo salir del Albaicín para encontrarnos con el Sacromonte a través de la «Verea del Medio» y llegamos a una escuela de baile en donde Mateo A. y Thor nos narran numerosos aspectos sobre las fiestas, la zambras y los tablaos flamencos. El nombre, el origen, para qué sirven, qué se hacen en ellos. Es la hora de la Zambra, la música, el baile y el canto flamenco con su origen en los habitantes del Sacromonte, en especial el pueblo romaní.
Persistimos en nuestro camino y por fin llegamos a un lugar en donde se aprecia muy bien parte del lienzo de la cerca de Don Gonzalo. Aún estamos en intramuros y explico el significado histórico del extramuros. Vamos aún por la Verea del Medio, admirando diferentes carmenes y con breves explicaciones a las numerosas preguntas que se realizan buscando el significado del nombre de la calle, ya que leemos una placa que dice «Verea Baja».
En nuestra vereda, hay varios miradores desde donde se puede continuar apreciando maravillas: San Salvador, la Alhambras, la Catedral…
Se hace incidencia en la bajada de la Cerca de Don Gonzalo, apenas estamos a unos metros y al pasarla, ya en extramuros, se inicia el pequeño e imponente Sacromonte y Valparaiso.
Por circunstancia históricas, parte de los pobladores de la ciudad medieval granadina, no podía vivir dentro de los muros, en la ciudad y se tuvieron que trasladar extramuros formando un arrabal, el barrio del Sacromonte, antiguamente llamado Valparaiso ubicado en el mismo valle y entre barrancos como el de los Naranjos y el de los Negros.
Saliendo del Albaicín por la cerca de D. Gonzalo entramos en el Sacromonte.
¡Vaya vistas!
Proseguimos con nuestras temáticas y nada más entrar nos topamos con una cueva muy especial con una placa «Cueva de Chorrojumo». Es Nacho el que nos
comunica quién es, su historia y las anécdotas de este personaje tan entrañable que vivió en el barrio del Sacromonte; le llamaban el «Orejas», y parece ser que fue el primer guía turístico de la Alhambra (que os cuenten por qué).
Como buenos caminantes necesitamos descansar y tomar un tentempié para reponer fuerzas.
Rafa nos da a conocer lo que ha investigado sobre la fuente de la Amapola, no ha parado de jugar con su agua.
Mientras descansamos tras el tentempié, Érika y Lucía nos cuentan la historia del pueblo romaní, su llegada a la península, a Granada sus peripecias. Continúa Jacob mencionando todos aquellos oficios que tenían, lo importantes y los habilidosos que eran en cada uno de ellos.
¿Cómo eran sus casas cueva? Quique nos describe perfectamente la manera de construir las casas, sus habitáculos y la calidad del ambiente dentro de ellas.
Valparaiso se aprecia muy bien, y observándolo atentamente, Nora y Noa nos relatan lo investigado sobre su paisaje y sus características principales. Desde las vistas del valle, se aprecian muy bien las diferencias de las dos laderas, observando río arriba y río abajo.
Se divisan las dos grandes defensas de la ciudad palatina de la Alhambra: La Torre de la Vela que vigila y defiende el sur y La Silla del Moro como defensa y vigilancia del norte y entre en medio, el gran Generalife, la residencia de verano de los reyes.
Aparecen las las chumberas con sus chumbos y Érica nos amplían la información. Se cuenta desde cuando esas plantas están en Granada y los diferentes usos que los habitantes daban a ellas.
Caminando apreciamos formaciones del relieve que se llaman barrancos. Noa nos cuenta la historia del Barranco de los Negros y el por qué se llama así.
Gran trabajo de investigación y exposición por parte de todo el grupo. Las indagaciones sobre diferentes lugares, monumentos y otros aspectos, han llevado a todo el grupo a conocer mejor nuestra ciudad y en especial estos dos barrios llenos de historia, y tan granadinos: el Albaicín y el Sacramente.
Se ha disfrutado mucho y han sido numerosas y variopintas las informaciones ofrecidas por el propio alumnado que, como guías, han sabido transmitir a través de este extraordinario recorrido por las calles, plazas, miradores, monumentos, vereas…
Unas buenas imágenes de un gran día.
Os recomiendo el recorrido junto a la familia. Seguro que son buenos guías.
¡Hasta Roc ha aprendido y disfrutado!
Un fuerte abrazo.
Juanjo