Juega y aprende los elementos de los polígonos pinchando sobre la imagen.
Hoy en clase han expuesto todos los grupos sus trabajos de una manera ordenada para realizar un gran recordatorio de todos los contenidos trabajados y haciendo hincapié en los más significativos.
Tras las dudas y preguntas visualizamos esta presentación de un alumno antiguo.
Esopo nos hace pensar intensamente en numerosos aspectos de la vida a través de sus fábulas. Esperamos que reflexionéis un poco y comentéis en familia estas enseñanzas. Disfrutadlas.
El águila, el cuervo y el pastor.
El águila y el escarabajo.
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.
Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.