Buscando el barrio del Sacromonte
Tras una exhaustiva investigación, la creación de un texto informativo y su aprendizaje, salimos en busca del pintoresco barrio del Sacromonte desde el alto Albaicín.
Nada más bajarnos del autobús en el mismo mirador de San Cristobal, los sentidos comienzan a ponerse en marcha.
Alberto y Jaime C. inician el trabajo de guías turísticos y nos comunican distintos aspectos sobre lo que es un mirador, a qué es debido su nombre y todo aquello que nuestros ojos pueden divisar desde él.
Los ojos son fundamentales para apreciar y distinguir todo lo que se observa, desde lo más cercano, viviendas con sus terrazas, la muralla Zirí, el palacio de Dar Al- Horra, la Alhambra con su torre de la Vela…, hasta lo más lejano como la vega. Cada uno con el relato de historia, detalles, anécdotas.
Nos adentramos en el Albaicín entre calles empedradas, estrechas y tortuosas. Naia y Vega nos narran las principales características del barrio y en especial de dónde se cree que viene su nombre. Proseguimos hasta llegar al la platea de San Bartolomé en donde Eli y Quan nos comunican su investigación sobre lo que es una plaza y sus características. La placeta debe su nombre a la iglesia de San Bartolomé que denomina la misma, nos narran el origen de esa iglesia con su característica torre mudejar y sus decoraciones con cerámica vidriada en las ventanas de la torre y su hornacina sobre la portada principal.
Nos recuerdan qué es un aljibe y nos habla del que hay adosado a lapuerta principal de la iglesia.
Continuamos nuestro recorrido entre los cantos rodados que van diseñando las calles y llegamos a la calle del Agua. Previamente, en una calle tranquila, Guille cuenta con mucha ilusión el por qué se llama así, la acequia que transcurre bajo la calle, la acequie ad Aynadamar, su origen o inicio y que abastecía aljibes, los baños y fuentes del barrio.
Bajando la calle se llega a plaza Larga y apreciamos una bella puerta de la muralla llamada la «Puerta o Arco de las pesas» entre otros nombres. Es Leo el que narra su historia y el origen de su nombre.
Continuamos por Plaza Larga hasta llegar a la iglesia de San Salvador y cruzamos por la siguiente plaza de Aliatar en busca del la Verea del Medio
Proseguimos en busca de nuestro barrio y por las sinuosas y estrechas calles vamos apreciando numerosas características. Una que les atrae mucho, son los «rompemuros». (plantas que crecen en los muros y los rompen).
En un recoveco nos topamos con una portada magistral y es Chantal y Alma las que nos narran la historia de los carmenes y sus características. Llama la atención eso que tanto se ha repetido de calles estrechas, empedradas, sinuosas. Casas bajas con sus almellas, blanqueadas y con jardines-huertos. Flores, colores, olores (el azahar, el jazmín, bugambilla, los rompepiedras y las glicinias), nos trasmiten durante el recorrido mucha felicidad y luz.
Reanudamos nuestro camino queriendo salir del Albaicín para encontrarnos con el Sacromonte a través de la «Verea del Medio» y llegamos a una escuela de baile en donde Paula y Uxía nos narran numerosos aspectos sobre las fiestas, la zambras y los tablaos flamencos. El nombre, el origen, para qué sirven, qué se hacen en ellos. Es la hora de la Zambra, la música, el baile y el canto flamenco con su origen en los habitantes del Sacromonte, en especial el pueblo romaní.
Persistimos en nuestro camino y por fin llegamos a un lugar en donde se aprecia muy bien parte del lienzo de la cerca de Don Gonzalo. Aún estamos en intramuros y explico el significado histórico del extramuros. Vamos aún por la Verea del Medio, admirando diferentes carmenes y con breves explicaciones a las numerosas preguntas que se realizan buscando el significado del nombre de la calle, ya que leemos una placa que dice «Verea Baja».
En nuestra vereda, hay varios miradores desde donde se puede continuar apreciando maravillas: San Salvador, la Alhambras, la Catedral.
Se hace incidencia en la bajada de la Cerca de Don Gonzalo, apenas estamos a unos metros y al pasarla, ya en extramuros, se inicia el pequeño e imponente Sacromonte y Valparaiso.
«Por circunstancia históricas, parte de los pobladores de la ciudad medieval granadina, no podía vivir dentro de los muros, en la ciudad y se tuvieron que trasladar extramuros formando un arrabal, el barrio del Sacromonte, antiguamente llamado Valparaiso ubicado en el mismo valle y entre barrancos como el de los Naranjos y el de los Negros. Posteriormente, tras el hallazgo de lo los libros plumbios cambió su nombre por el barrio de Sacromonte».
Saliendo del Albaicín por la rotura de la Cerca de D. Gonzalo entramos en el Sacromonte.
¡Vaya vistas!
Proseguimos con nuestras temáticas y nada más entrar nos topamos con una cueva muy especial con una placa «Cueva de Chorrojumo». Es Konstantin el que nos comunica quién es, su historia y las anécdotas de este personaje tan entrañable que vivió en el barrio del Sacromonte; le llamaban el «Orejas», y parece ser que fue el primer guía turístico de la Alhambra (que os cuenten por qué) además del primer modelo.
Como buenos caminantes necesitamos descansar y tomar un tentempié para reponer fuerzas.
Nos refrescamos en la fuente de la Amapola y a la sombra reponemos energía.
En el lugar de descanso hago incidencia para apreciar el Cerro del Aceituno, San Miguel el alto y la última muralla construida en Granada una vez ampliada la ciudad, La Cerca de Don Gonzalo. Jackie y Atenea son las encargadas de narrar distintas informaciones, especial atención se presta a la leyenda fantástica de por qué se llama Cerro del Aceituno.
Las diversas informaciones, cada vez atrae más su interés. La atención es absoluta y expectante. Se quiere saber más.
Mientras descansamos tras el tentempié, Andrés y Jaime D. nos cuentan lo investigado sobre el origen del barrio del Sacromonte y su historia.
Oliver nos cuenta la historia del pueblo romaní, su llegada a la península, a Granada sus peripecias. Continúa Arturo y Guille mencionando todos aquellos oficios que tenían los habitantes del barrio, lo importantes y los habilidosos que eran en cada uno de ellos, especial mención a los aguadores y a los pegarremiendos.
¿Cómo eran sus casas cueva? Ángel y Sergio nos describen perfectamente la manera de construir las casas, sus habitáculos y la calidad del ambiente dentro de ellas.
Valparaiso se aprecia muy bien, y observándolo atentamente, Benjamin nos relata lo investigado sobre su paisaje y sus características principales. Desde las vistas del valle, se aprecian muy bien las diferencias de las dos laderas, observando río arriba y río abajo.
Se divisan las dos grandes defensas de la ciudad palatina de la Alhambra: La Torre de la Vela que vigila y defiende el sur y La Silla del Moro como defensa y vigilancia del norte y entre en medio, el gran Generalife, la residencia de verano de los reyes.
Caminando apreciamos formaciones del relieve que se llaman barrancos. Paola y Daniela nos cuentan qué es un barranco, la historia del Barranco de los Negros y el por qué se llama así.
Gran trabajo de investigación y exposición por parte de todo el grupo. Las indagaciones sobre diferentes lugares, monumentos y otros aspectos, han llevado a todo el grupo a conocer mejor nuestra ciudad y en especial estos dos barrios antiguos llenos de historia, y tan granadinos: el Albaicín y el Sacramente.
Se ha disfrutado mucho, el clima nos ha acompañado y han sido numerosas y variopintas las informaciones ofrecidas por el propio alumnado que, como guías, han sabido transmitir a través de este extraordinario recorrido por las calles, plazas, miradores, monumentos, «vereas»…
Unas buenas imágenes de un gran día.
Os recomiendo el recorrido junto a la familia. Seguro que son buenos guías.
En classroom se han compartido los distintos trabajos para una buena lectura y como recordatorio.
Un saludo
juanjo