En el segundo ciclo, como parte de nuestra programación de aula, hay programadas unas sesiones dedicadas a los juegos de mesa en el aula.
¿Por qué los juegos de mesa en el entorno educativo?
¿Con qué objetivos se desarrollan?
David Sousa, especialista en neurociencia cognitiva, incide en «la importancia de aportar experiencias novedosas que favorecen la activación neuronal, la necesidad del reto para mantener la atención y el peso de un feedback positivo, que si además es inmediato facilita un aprendizaje eficaz».
El reto, las recompensas y el afán de superación son componentes que persigue el cerebro ya que con permiten la activación neuronal, favoreciendo así el contexto de aprendizaje. Cuando algo es un reto, despierta la curiosidad y emociona, es entonces cuando se produce la activación de la dopamina, neurotransmisor encargado de la mejora el rendimiento del área prefrontal; por lo que, consecuentemente, mejora la atención.
«Solo se puede aprender lo que se ama, solo a través de la emoción y el disfrute podemos aprender» (Francisco Mora (2013), y esto nos lo dan los juegos de mesa, pues suponen un feedback inmediato, además de permitir mantener la atención en período más largo.
La neuropsicología nos habla de la plasticidad neuronal: un cerebro estimulado aumenta sus conexiones neuronales, y por ende, mejora su rendimiento y el desarrollo de las capacidades cognitivas. Estas redes se construyen y rediseñan continuamente, por eso es importante facilitar contextos adecuados y motivadores dentro del aula.
El juego es el lugar donde encontramos todos los elementos que propone la neuroeducación. Es una magnífica actividad que nos aporta reto, afán de superación, feedback inmediato, recompensas y emoción, así como un trabajo sobre la competencia social al interaccionar con los demás creando vínculos y aprendiendo gracias a las neuronas espejo, encargadas de que entendemos a los demás, podamos vincularnos mental y emocionalmente, interpretar sus acciones y sus intenciones y así llegar al aprendizaje por imitación.
Los juegos de mesa desarrollan aptitudes como: la verbal, numérica, espacial y de razonamiento lógico, la atención y la memoria.
Es una maravillosa herramienta para el fomento y desarrollo de las funciones ejecutivas tales como: la atención sostenida y selectiva, la inhibición, la planificación y la flexibilidad.
Además, son protagonistas habilidades socioemocionales fundamentales para la vida como son: aceptación de normas, cognición social, cohesión grupal, cooperación, escucha activa, inteligencia emocional, tolerancia a la frustración, tiempos de espera, resiliencia, asertividad y negociación.
Un pequeño reportaje de la actividad.
Un saludo y que paséis un buen fin de semana.
Laura y Juanjo