Taller de escritura «fantástica»

Si habéis leído la entrada anterior… estaréis deseosos por conocer qué es eso tan interesante que nos traemos entre manos. Os cuento…

Tras la lectura de esas dos fascinantes páginas, les propuse una actividad de creación literaria, donde la fantasía fuera la protagonista. Qué mejor forma de hacerlo que creando, individualmente, «MI PERSONAJE FANTÁSTICO». ¡Teníais que haber visto sus caras!, y sus preguntas del tipo:«Pero…¿qué me lo invente yo?», «¿Cómo yo quiera?», «¿Y puede tener poderes?»…

EL BORRADOR

Por supuesto, la respuesta era contundente a todas ellas SÍ. Se trataba de inventar un ser fantástico que no existiese entre los que ya conocemos. Para facilitar un poco la tarea a aquellos que no saben por dónde empezar (porque aunque no lo creáis, cuanto más abierto es el abanico de posibilidades más tedioso es centrar el tema), les propongo que piensen en varios seres fantásticos, los que más les gusten y los mezclen. «¡Quiero ver 27 diferentes!», les digo.

Antes de empezar el texto doy unas orientaciones sobre cómo podemos organizar este trabajo:

  1. poner la fecha (a la derecha, ja);
  2. escribir el título, si aún no saben cómo se va a llamar, no pasa nada, al finalizar el texto seguro que le han buscado nombre;
  3. empezar a desarrollar la descripción física intentando seguir un orden lógico (de abajo-arriba o al revés, luego la ropa y demás abalorios);
  4. describir cuáles son cualidades personales, lo que no vemos, ahí cabía su personalidad, sus poderes, su hábitat, sus gustos, sus amistades…han metido un poquito de todo, ¡imaginación no les falta!

Ahora algunas premisas más formales como:

  1. uso de mayúscula al principio de cada frase;
  2. uso de dos párrafos (introducimos sutilmente el punto y aparte) uno para «cada descripción»;
  3. escribir dentro de la pauta de la libreta con la mejor letra;
  4. crear un texto de al menos 15 renglones.

Ha sido un trabajo maravilloso el de la creación, ¡hay tanta motivación y esfuerzo en cada uno de ellos! Unos por el  uso de la minúscula, otros a la hora de organizar las ideas, otros por el esfuerzo de crear algo de la nada, etc. Puedo deciros que se produjo un momento mágico en el que cada cual estaba inmerso en su producción, con toda la atención en su creación, con la ilusión de sorprender a los demás una vez finalizado.

MEJORAR EL TEXTO

Los primeros trabajos fueron llegando a mis manos. Ahora tocaba pasar, previa felicitación personal, a la siguiente fase: mejorar lo escrito con mi ayuda. Intentamos conseguir un orden, sustituir algunas palabras por otras para enriquecer el texto, e incluso nos atrevemos con algunas faltas de ortografía (si lo vamos viendo bien escrito… interiorizamos la correcta).

ILUSTRACIÓN

«¿Y ahora qué hago que ya he terminado?», «pues ahora toca hacer una ilustración de tu personaje», les digo.  «¿Y eso que es?» Hablamos de la diferencia entre dibujar e ilustrar. Acordamos ocupar todo el papel, o el máximo, y usar siempre lápices para darle color.

TEXTO DEFINITIVO

Orgullosos de sus seres, les propongo otro reto más: PASAR A LIMPIO. Ay, y ahora qué, eso cómo se hace. Les presento la herramienta de la plantilla (o falsilla), para qué sirve y cómo se usa. Sin pensarlo, sólo con algunas premisas como dónde se pone el nombre, la fecha y el título (con letra diferenciada), aconsejándoles que saquen punta para que la letra sea más «limpia»… se ponen a ello. Qué tarea, tiempo y esfuerzo, mucho, es lo que ha implicado esta actividad. Pero como todos sabemos, todo esfuerzo tiene su recompensa, y eso es lo que ellos han sentido, pues han podido ver «LO REQUETEBONITOS» que están sus textos, tanto que dudamos mucho que podáis reconocer cuál es el de vuestro hijo.

Ellos están orgullosos, no hacen más que mirar el tablón, recrearse, sentirse satisfechos, porque todos han dado (con mucho esfuerzo) lo mejor de ellos mismos. Y yo, orgullosa de ellos.

Podéis verlos en el tablón. Aún faltan algunos que se están ultimando, en breve estarán.

Un saludo.

Laura Justicia