Como dijimos en la entrada anterior, esperábamos que cayesen rendidos en sus camas, pues la playa y la disco habían sido de lo más divertidas y debían estar agotados. De nuevo, la mayoría cumple nuestro pronóstico, pero un grupito decide que aún es pronto y que ahora le apetecía jugar a las cartas y charlar un rato, así que volvemos a ver las 2 de la madrugada en el reloj del sereno. Ay que noche más corta.
Es cierto que una vez cerraron el ojo… no se movieron, se oyó alguna que otra tos pero dormían a pierna suelta (pese a que algunos se empeñan en decir que estuvieron toda la noche despiertos, si vieran las fotos…jajaja). En fin, que llega la mañana y, excepto los mismos que querían jugar a las cartas por la noche, los demás duermen y durmen tranquilamente, algunos hay que despertarlos a eso de las nueve y media… que se nos va a pasar el desayuno!!!
Tomamos un riquísimo desayuno (y algunos cafés para los profes!) y nos vamos a organizar las maletas. Hay que guardar todo, y guardarlo quiere decir que tiene que entrar en la maleta y poder cerrarla, os imagináis que algunill@s se sentaron encima para cerrarla no??? Los profes revisamos las habitaciones y encontramos algunos «tesoros» debajo de las camas y dentro de las duchas, así que esperamos que todos hayan vuelto con todo, si no, es porque ha habido confusión y lo han guardado en otra maleta.
Nos vamos a dar el último paseo por Salobreña. Volvemos a subir al castillo, esta vez por otro camino, para llegar a un parque-plaza que hay a las faldas del castillo, y allí juego libre. Tras un buen rato allí y algunas fotos para el recuerdo, bajamos hasta el hostal, nos aseamos y almuerzo. Celebramos este viaje y lo bien que nos ha ido con un helado!!!
Ahora sí, toca irse, pero antes los profes queremos darles un recuerdo (con «gracia») de estos días. Así que le hacemos entrega de unos diplomas personalizados que reflejan estos tres días (unos son más irónicos que otros,jajaj).
Bueno, familias, pues hasta aquí la crónica de este viaje a Salobreña, donde un año más el equipo docente que ha acompañado a vuestros hijos, además de sobrevivir ji ji ji, ha disfrutado con ellos en todas y cada una de las actividades. Hemos de decir que ha sido «fácil», el personal del hostal nos vuelve a felicitar por su comportamiento y orden en las habitaciones, a nosotros mientras «se nos cae la baba». Ha sido un grupo con una buena actitud, dispuesto a pasarlo bien, a bromas y juegos, a implicarse en lo que hacían, a convivir con todos y a compartir con alegría e ilusión estos tres días.
Ah! Se nos olvidaba… ésta ha sido una de las canciones que más se ha cantado este viaje… así que la hemos hecho nuestra banda sonora…
Un abrazo
Alberto, Eva, Juanjo y Laura