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¡FIN DE TRIMESTRE!

Última semana del trimestre y no por ello menos intensa que las anteriores. Ya sabéis, aprender jugando es tan divertido, que no dejamos de inventar, proponer e investigar. Un placer, la verdad, ya que el motor de la motivación hacia  el aprendizaje está en marcha de forma constante y cada día van adquiriendo más herramientas para utilizar.

Esta semana las propuestas de juego en el aula han sido muy diversas. Lo que sí que es cierto es que  ya todos desarrollan un verdadero juego simbólico, que las relaciones sociales se han ampliado, que la gestión emocional que implica la van llevando mejor, que los conflictos son muy puntuales y poco significativos, en fin que ya tienen un cierto tinte de «primarios».

Como lecturas semanales incluímos algunas fábulas que teníamos pendientes de hace un tiempo (que nos trajo Vega) y este libro, que a petición mía ha traído Cayetana.

En las sesiones de juego se habían dado algunas situaciones en las que si no disponían de tal o cual accesorio, abalorio, tela … pensaban que no estaban caracterizad@s del personaje o rol que querían representar. Así que se me ocurrió que esta lectura podía acompañarnos en este proceso de crecimiento e identificación de roles.

Ya conocíamos estos otros ejemplares y los habíamos trabajado en clase. Todos orientados a la desmitificación de roles en función del género.

Como recomendación a las familias os sugiero los siguientes títulos, que aunque están indicados para edades algo más mayores. Con el acompañamiento del adulto y la selección adecuada de las partes que os parezcan más apropiadas, pueden ser de gran ayuda en algunos aspectos relacionados también con el género, el auto concepto y la exigencia/auto exigencia.

Para nuestro taller creativo, escogemos una nueva técnica plástica, el ESGRAFIADO. Como es algo laboriosa la realizamos en dos sesiones:

  1. Damos color, con ceras, a una cartulina satinada blanca. Incluyendo el mayor número de colores posibles e intentando no dejar espacios en blanco. Cubrimos nuestro trabajo con témpera negra y dejamos secar hasta el día siguiente.

2. Realizamos un boceto del dibujo que queremos incluir en nuestro «cuadro» y después, con ayuda de un punzón, lo trasladamos a nuestro soporte.

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Como taller medioambiental, llevamos a cabo el trasplantado del resto de tulipanes que teníamos en el aula. Que por cierto, están creciendo tan rápido que a lo mejor florecen antes de que celebremos el vivero.

En una de nuestras múltiples conversaciones que mantenemos a lo largo del día, surgió una pregunta «¿Esther, existen las tortillas francesas cuadradas?». Pues no sé, les respondí yo. Yo no he visto ninguna de esa forma. «Pues mi madre las hace cuadradas»(Adelina). Sí, y ¿cómo consigue que salgan cuadradas?, volví a preguntar. «Pues no sé» (Adelina). «Las cortará con un cuchillo» , dijo un@. «O tendrá una sartén cuadrada», dijo otr@.

Una conversación insustancial que derivó en el planteamiento de hipótesis tales como: ¿Todo lo que pongas en un molde cuadrado sale de esa forma? y otras muchas que sería imposible recordar y mucho menos, transcribir.

De modo que se me ocurrió que el experimento de esta semana podría estar relacionado con ese interés grupal. Y llevamos a cabo el siguiente:

Nos bajamos hasta nuestro jardín, para hacer pompas. Pero de una forma un tanto especial, utilizando  «pomperos» con distintas formas geométricas (círculo, cuadrado y triángulo).

Cada un@ planteó su hipótesis acerca de lo que pensaba que iba a ocurrir y porqué. Coincidiendo la inmensa mayoría, en que la pompa resultante sería de la misma forma que el pompero utilizado.

Sin más dilación, nos ponemos manos a la obra y vamos probando de uno en uno, con la forma que más nos apetezca. ¡A ver qué pasa!

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¡TODAS LAS POMPAS SALEN REDONDAS!

Algunos dicen que porque nos hemos equivocado con el experimento, otros porque las pompas son así y otros porque primero salen de la forma del pompero, pero al desprenderse de él, se vuelven redondas. Total, que no tenemos claro cómo averiguar el porqué.

Plantean buscar en la biblioteca un libro de experimentos, para ver si aparece la respuesta, también sugieren ir a la fábrica de los pomperos a preguntar al jefe y por último preguntar a algún profesor de los primarios «que saben más que nosotros» (aquí aclaramos un poquito ese concepto pero… fuimos a por el profe).

Nada, se queda como investigación para esta Semana Santa, a ver qué nos encontramos a la vuelta. ¡A darle al coco!

Después de tantas actividades, investigaciones y experiencias, aún nos queda un ratito para dedicar a la búsqueda de los «huevos de Pascua», dentro del área de inglés.

Bueno, y ya me despido de vosotros hasta dentro de una semanita, que comenzaremos nuestro último tramo del curso. Sinceramente yo con algo de «pena» porque «mis niñ@s» dejarán de ser «mis niñ@s».

Espero que paséis unos días tranquilos en familia, nos vemos a la vuelta.

¡Un abrazo!,

Esther Justicia.