Comenzamos la semana dedicando un ratito a la asamblea inicial de la semana para contarnos qué hemos hecho a lo largo del fin de semana.
La gran mayoría ha vuelto a escoger «los disfraces» como propuesta de juego:
Disfruto mucho viendo al grupo jugar con la propuesta, el juego con disfraces ha estimulado la interacción y ha ampliado nuevas formas de comunicación, todos/as van a una.
En cada sesión de juego, realizamos nuestra posterior asamblea de comunicación y en ella vamos explicando el transcurso del juego, nuestros roles, nuestros conflictos….
Seguimos identificando y repasando cada una de las letras que componen nuestro nombre:
En la biblioteca damos lectura a un libro que aplicaremos como objeto de ayuda para la resolución de conflictos de forma pacífica y dialógica entre el grupo: «El club de los valientes».
Durante la etapa de los cuatro años suelen aparecer conflictos entre compañeros/as que nos se habían observado con anterioridad. Contar con habilidades socioemocionales favorece que nuestros niños/as puedan lidiar con algunas situaciones desde pequeños. Una de estas situaciones es precisamente la resolución de problemas. ¡Seguimos creciendo! Que se enfrenten a sus problemas es algo positivo, ya que cada vez que consigue resolver un conflicto está estimulando su curiosidad y avanzando hacia una evolución personal.
Pertenecer al «club de los valientes» quiere decir:
- Verbalizar sus emociones. El enfado tiene un origen y, al hablar de él, se pueden encontrar y analizar las causas.
- Dialogar. Hablar nos permitirá evitar la agresividad y concentrarnos en el problema en sí.
- Ponernos en el lugar del otro. La resolución de problemas se logra con mayor éxito cuando pueden ponerse en el lugar del otro. Es importante ayudarlos a darse cuenta de las necesidades de los demás, así como de sus miedos e inquietudes, para que sean más abiertos y comprensivos a la hora de escuchar a los demás.
El desarrollo de la inteligencia emocional se da, por lo general, a partir de los tres-cuatro años, después de que nuestros peques aprenden a definir de donde vienen sus emociones y sentimientos y comienzan a controlarlos.
¡La plastilina casera es muy sencilla de hacer!
Tanto la plastilina como la masa casera son un material que no solo es divertido para nuestros peques también es maravilloso para utilizarlo como recurso para la estimulación sensorial y la habilidad manual .
2 tazas de harina, 1 taza de sal , 1 taza de agua y colorante alimentario líquido. ¡A crear!
Creedme que ha sido un recurso ideal para favorecer un momento relajante tras el tiempo de parque. La masa ha requerido mucho dedicación y eso ha hecho que nuestros rojitos se concentren largo y tendido, jajaja…. ponemos en práctica nuestra atención sostenida de forma divertida. Es un material que les ofrece confianza y libertad, ello los lleva a experimentar como quieran y arriesgar a hacer lo que su imaginación les indique.
Por último me queda contaros que seguimos dando cabida al material que sigue llegando desde casa. La pasada semana nuestro compañero Rio realizó una carrera escolar junto a su familia y trajo a clase el dorsal que daba prueba de ello. El tema en cuestión generó interés en el grupo y decidimos montar nuestra propia «carrera escolar» donde los protagonistas han sido los rojitos.
¿Dónde y cuándo? En la pista escolar, el día 7 de febrero a las 10:30. ¡Cualquier día es bueno para hacer deporte!
No solo hemos puesto en práctica habilidades físicas sino que además hemos confeccionado nuestros propios dorsales para la carrera. Estas pequeñas placas que sujetaremos en la parte delantera del pecho no solo identifican de manera única a cada participante, sino que también deben contener una serie de datos importantes para el desarrollo del evento,jajaja.
Nombre del corredor
Número del dorsal
Información de patrocinadores: «Alquería Educación»
Dibujo de nosotros/as
¡Cómo han disfrutado! Aprender haciendo, son dos palabras que definen el aprendizaje significativo.
¡Allá van los rojitos!
¡GRACIAS Alberto!¡Gracias RIO!
¡Volvemos el viernes!
Silvia.