Hoy hemos comenzado la actividad «lectura silenciosa», con la que empezaremos nuestra jornada cada día. Hasta las 9.15 horas, y mientras esperamos al grueso del grupo, activaremos nuestro cerebro con esta actividad tranquila, que acompañamos con una música que invita a la relajación. Una buena forma de prepararnos para el día y que me permite la atención a las familias, sin interrupciones.
Una vez realizada la asamblea, en la que el «súper» realiza sus tareas y presentamos los materiales traídos de casa, nos disponemos a jugar.
En esta ocasión convertimos nuestra clase en: una clínica de fisioterapia, una sala de pilates, una clínica veterianaria y una farmacia. Los compañeros que han aportado el material, nos muestran para qué sirve cada uno y qué relación tienen con la salud. Hablamos un poquito acerca de lo que significa prevención y porqué es importante realizarla. Ellos van poniendo diferentes ejemplos de situaciones vividas en su realidad más cercana, que nos van situando en el contexto apropiado para desarrollar el juego.
Como podéis comprobar, en los documentos gráficos, disponíamos de todo lo necesario: bandas elásticas, pelotas, colchoneta, alcohol de romero ecológico, aparatos masajeadores, tobilleras, muñequeras, collarín, peluches, etc.
En la asamblea de comunicación (tras el juego) cada uno expresa lo vivido en él y después hacemos la expresión gráfica del mismo.
Aprovechamos el ratito de la fruta, para dar lectura a otro de los ejemplares que aún no habíamos trabajado. Hemos repasado algunos conceptos de la semana pasada y aprendemos cosas como:
- Si dividimos nuestro cuerpo en tres partes iguales, dos de ellas estarían llenas de agua.
- El cerebro tiene forma de nuez y es blandito como la gelatina.
- El corazón es un músculo y con sus movimientos ayuda a que la sangre viaje por nuestro cuerpo, a través de las venas y arterias.
- Para saber el tamaño de nuestro corazón, cerramos nuestro puño y nos lo imaginamos un poquito más grande.
- Aunque la comida pueda estar viajando por nuestro intestino, hasta tres días, desde que la ingerimos hasta que llega al estómago, pasan tal sólo 10 segundos.
- Es necesario lavarse las manos con jabón, siempre que utilicemos el baño, para acabar con los gérmenes. Aunque no los veamos, pueden estar en nuestras manos.
- Cuando dormimos, nuestros músculos y huesos crecen.
¡Mañana más!,
Esther Justicia.