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«LA MESA DE LUZ» Un excelente recurso educativo

Buenas tardes familias,

En primer lugar me gustaría agradecer vuestra asistencia a la reunión del pasado lunes. Así como las muestras de reconocimiento que me hicisteis llegar, una vez finalizada la misma, a través de distintos medios.

Como os comenté ese día, el seguimiento periódico del blog ofrece una excelente oportunidad de estar informados/as de lo que va aconteciendo en el grupo verde. Más allá de quedarnos en una simple narración de acontecimientos, y aprovechando que somos los mayores y ya contamos muchas cosas en casa, utilizaré las entradas para ir contándoos especificaciones de los distintos talleres, actividades y/o experiencias de aprendizaje.

De esta forma iréis leyendo pequeñas «píldoras informativas», que contribuirán al mayor conocimiento de nuestro proyecto, y de manera más particular del paisaje metodológico de la la etapa de Educación Infantil.

Aprovecho la entrada de hoy para hablar acerca de la utilización de la «mesa de luz» como recurso educativo.

Como curiosidad, os diré que la mesa de luz es un material asociado al enfoque pedagógico de las escuelas  Reggio Emilia, que surgieron en la década de los 40, tras la segunda guerra mundial. Su  fundador o coordinador fue Loris Malaguzzi, maestro, pedagogo y psicólogo que creía y defendía firmemente (entre otros muchos aspectos) que los niños y niñas tenían múltiples maneras de expresarse y que todas ellas debían ser escuchadas. Creencias o postulaciones que dieron lugar a su «teoría de los cien lenguajes del niño» y a la importancia de la pedagogía de la escucha.

Se denomina enfoque y no metodología ya que se nutre de muchas de ellas y tiene como base el constructivismo. Corriente que defiende que el niño no es un folio en blanco sobre el que volcar conocimientos sino que es el protagonista y constructor de su propio aprendizaje. Adquiriendo éste principalmente a través de la interacción permanente y continua con el medio que le rodea, y de la interpretación que de ello realiza.

Este recurso que hoy os presento, despierta la expectación de manera natural, provocando así un cierto interés y motivación frente a sus posibilidades. Además ofrece una interacción multisensorial (tan defendida hoy en día por la neurociencia), que puede ser tan versátil (en términos de aprendizaje) como variados sean los materiales e interacciones utilizados en ella.

En esta ocasión hemos trabajado aspectos relacionados con:

  • La alfabetización:
  1. Reconociendo el sonido asociado a cada letra (correspondencia fonema-grafema)
  2. Buscando la letra por la que empieza nuestro nombre.
  • La lógica-matemática:
  1. Conteo
  2. Asociación número-cantidad
  3. Práctica de la fase gráfica del aprendizaje matemático, mediante la representación con «piedrecitas» de la cantidad de letras que tiene nuestro nombre, el resultado de operaciones aritméticas sencillas, etc.
  4. Reconocimiento de figuras geométricas
  • La creatividad:
  1. Mediante la libre manipulación de los materiales y la construcción de representaciones artísticas, sin ningún tipo de orientación.

Todo ello ambientado con la temática del otoño, que ya hemos empezado a trabajar en el aula.

Tanto nos ha gustado la experiencia, que hemos incluido en los cristales de nuestra clase algunos papeles (tipo celofán) para que la luz del sol se filtre de los colores del otoño y se genere en el aula un ambiente acorde a la estación que acaba de comenzar.

Dos o tres compañeros/as han verbalizado que  tenían en casa una mesa de luz pequeñita y se me ha ocurrido «rescatar» unas orientaciones ofrecidas hace ya algunos años (junto a mi compañera Charito) acerca de cómo construir una «mesa de luz casera».

Este recurso artístico  interrelaciona expresión, exploración, experimentación y aprendizaje; combinando luces, sombras, transparencias… 

MATERIALES:

  • Un envase de plástico o contenedor translúcido (la parte translúcida debe ser la de arriba, el resto puede ser opaco). De los que tenemos para guardar nuestros juguetes, por ejemplo.
  • Guirnaldas de luz de las que utilizamos en Navidad o decorativas. También podemos utilizar un bombilla con un enchufe o incluso una linterna.
  • Papel de aluminio.
  • Papel de horno (opcional).

 PREPARACIÓN: 

  • Forrar el interior del contenedor con el papel de aluminio.
  • Colocar dentro el punto de luz que hayáis elegido.
  • En la parte interna de la tapadera podéis colocar el papel del horno o no. La investigación y el ensayo-error, nos proporcionarán opciones para validar cúal queda mejor. 

Una vez que tengáis “la mesa de luz” construida solo os queda recopilar materiales para poder utilizar en ella (arena, lentejas, papeles u objetos translúcidos de colores, figuras negras para teatro de sombras, canicas …). 

Una variante que hoy no nos ha dado tiempo de poner en práctica en el aula, pero que les suele gustar mucho es la de utilizarla para practicar la técnica del calcado. Tan sólo hay que poner sobre la tapadera algún dibujo que nos guste, colocando encima de él un papel en blanco ¡se hizo la magia! Ahora repasamos las líneas sobre el dibujo original, con lápiz, rotulador, cera … y ¡voilà!

Espero que os guste tanto como a nosotros este magnífico recurso y la opción de poder hacernos con él de forma casera y sin apenas coste.

¡Hasta pronto!

Esther Justicia.