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«LA VENTANA CINÉFILA» (Actividad de enriquecimiento curricular)

Buenas tardes familias,

A través de esta entrada me gustaría haceros partícipes de una actividad de enriquecimiento curricular, contemplada en nuestras programaciones pedagógicas, que hemos llevado a cabo esta semana: «La Ventana Cinéfila».

Se trata de un proyecto, dirigido especialmente a los centros educativos, que pretende acercar el cine a las aulas y fomentar la formación cinematográfica de los espectadores del futuro. Se realiza a través de la plataforma de cine online Filmin. 

De entre los títulos disponibles, he escogido para el grupo verde un programa compuesto por seis cortos cinematográficos, que versan sobre la naturaleza: Susi en el jardín, Al escondite, La isla de las aves, Juan Viento , The Masked Avenger y The Chameleon.  Hemos tenido oportunidad de visionar los cinco marcados en negrita y de realizar distintas reflexiones sobre ellos, una vez terminados.

La capacidad de captar la sinopsis, analizar las escenas, relacionar acontecimientos con hechos reales… ha sido sorprendente. Hemos tenido oportunidad de trabajar sobre aspectos de la naturaleza y el comportamiento humano, las emociones… desde una mirada curiosa y con ciertos toques de humor.

En «Susi en el jardín», la protagonista descubre un jardín misterioso en el que vive alguien que le despierta miedo y curiosidad a la vez. La protagonista de «Al escondite» es una niña que se adentra en el bosque y va a parar a un lugar muy lejano. En la historia de «Juan Viento», el protagonista es el encargado de limpiar las hojas de un parque, se topa con un cometa y recuerda que en su infancia, legustaba mucho jugar con cometas. En «The Masked Avenger», un mapache se venga de un leñador que destruyó su guarida. Y finalmente, «The Chameleon» recorre las peripecias de un camaleón que debe adaptarse a diferentes cambios para salvar su vida.

Cada uno trabaja sobre la temática de la naturaleza, desde una perspectiva diferente. Al igual que son distintas las técnicas artísticas utilizadas en los dibujos y el trabajo sonoro de cada corto. Características que nos permiten conocer varias maneras de trabajar.

«Con esta diversidad tanto en la forma como en el contenido, hemos podido reflexionar sobre las infinitas posibilidades de narrar las historias. Es así como el conjunto de la programación nos sirve para entender que hay distintas y variadas formas de aproximarnos a un mismo tema: ya sea con el humor, la empatía hacia los personajes o a través de unas protagonistas valientes. Una diversidad palpable no sólo en el guion de los cortos, sino también explícita en los recursos creativos tan visuales como sonoros.»

Lejos del ritmo rápido y la cantidad de estímulos visuales que ofrecen algunas grandes producciones de cine infantil (como, por ejemplo, las películas de acción o de superhéroes), estos cortometrajes ponen en valor un ritmo tranquilo, que da espacio a la contemplación del trabajo artístico de las animaciones, a la conexión con la historia a través de un sonido envolvente y a la construcción de personajes con los que las criaturas se pueden identificar.

Aprovecho la oportunidad para enlazaros a continuación una entrada, que ya otros cursos he ofrecido a las familias de este grupo, en relación al uso de las pantallas en la edad infantil y su relación directa con la red atencional de nuestro cerebro.

Todos sabemos que la atención es una habilidad bastante compleja, así como que existen muchos tipos distintos de atención. Sin entrar en el terreno puramente científico, ni centrarnos en autores/as concretos,  podríamos dividir de una forma básica la atención entre atención automática y atención ejecutiva.

La primera de ellas es la que se activa, como su propio nombre indica, de forma automática ante cualquier hecho o acontecimiento que sucede a nuestro alrededor. Pongamos como ejemplo escuchar nuestro nombre, un ruido, etc. En cambio la segunda, depende más de procesos internos controlados, mediante los cuales se selecciona información relevante para ser utilizada.

Desde hace varias décadas la neurociencia cuenta con aparatología específica que nos aporta datos reales de cómo es el funcionamiento de nuestro cerebro y qué parte o partes se activan mientras estamos realizando determinadas actividades.

Son muchos los estudios que aportan datos relevantes al respecto de la importancia de entrenar nuestro cerebro, para conseguir una mayor neuroplasticidad y por tanto mayor número de conexiones neuronales. Así como también que la atención es la base o el sistema de regulación del comportamiento.

Pues bien, como os informé en la reunión, este curso hemos iniciado la práctica de Mindfulness como herramienta para el entrenamiento de la atención (en este caso focalizada) y también las actividades específicas de funciones ejecutivas (control inhibitorio, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo) para optimizar el desarrollo de nuestra corteza prefrontal.

Si nos pidieran que centremos nuestra atención, como adultos, en algún tema mientras a nuestro alrededor suceden acontecimientos mucho más atractivos, motivantes… necesitaríamos realizar un verdadero esfuerzo para focalizarnos en ese tema en cuestión y no caer en los elementos distractores.  Se necesita un cierto nivel de calma para logradlo.   A mayor atención, mejor control de impulsos y por tanto mejor desarrollo emocional y social; también mayor rendimiento académico.

Pues bien, todo lo anteriormente explicitado alude a cómo entrenar nuestra atención, pero existen algunos elementos que lo que hacen es dificultar este proceso, como por ejemplo la exposición a las pantallas a edades muy tempranas. También es muy importante la selección del contenido y por supuesto «la velocidad» del contenido en cuestión. No quisiera poner ejemplos concretos, pero todos conocemos algunos dibujos animados que más que entretener lo que hacen es hiperactivar, debido a la gran velocidad de los cambios de escena, la música y el color vibrante que presentan. Aunque estén recomendados para público infantil debemos pensar que no solo podemos atender a recomendaciones educativas sino priorizar la salud neurológica de nuestros pequeños.

Os dejo como muestra (de los cientos que existen) un vídeo que explica con bastante claridad la repercusión que tienen las pantallas en el desarrollo cerebral.

Espero que esta entrada os haya invitado a reflexionar sobre este tema y la gran trascendencia que tiene tanto a nivel neurológico como educativo.

No se trata de demonizarlas sino de realizar un uso responsable y controlado de la exposición a las mismas, en cuanto a tiempo y contenido. La tecnología nos brinda una «ventana al mundo», que bien gestionada puede ser perfectamente complementaria a otras experiencias. Apliquemos por tanto el principio de prudencia, el sentido común e intentemos que no sean el primer recurso para el entretenimiento de nuestros peques.

A título informativo os diré que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 0 horas de pantallas en menores de 12 meses y no más de 1 hora al día en menores de 5-6 años.

¡Sigamos acercando posicionamientos, en esta aventura que es la educación!

Esther Justicia.