Como cada lunes, cuando el grupo esta al completo, dedicamos un momento especial para intercambiar las aventuras y desventuras que han vivido durante el fin de semana. Este espacio no solo nos ayuda a empezar la semana con energía, sino que también fomenta algo fundamental en esta etapa de desarrollo, la expresión libre y la comunicación.
Ya os he hablado sobre la importancia de que nuestros rojitos puedan contar sus vivencias, ya sean grandes aventuras como una excursión al parque, o pequeñas experiencias del día a día, como jugar con su mascota o ayudar en casa. En este intercambio, no solo comparten, sino que también aprenden a escuchar a los demás, esperar su turno y valorar las historias de sus compañeros.
¿Por qué es tan importante este ejercicio?
A los 4-5 años, los niños están en una etapa en la que sus habilidades comunicativas están floreciendo. Hablar sobre sus experiencias les permite:
Organizar sus ideas: Contar lo que hicieron implica recordar y dar estructura a sus pensamientos.
Desarrollar el lenguaje: Cada vez utilizan más vocabulario y construyen frases más complejas.
Fortalecer la confianza: Poco a poco, se animan a hablar delante de los demás sin miedo ni vergüenza.
Practicar la empatía: Al escuchar a sus compañeros, entienden que todos tienen vivencias diferentes y aprenden a interesarse por ellas.
Por mi parte, es esencial reforzar positivamente sus intentos y demostrarles que sus historias son valiosas. Preguntarles cómo se sintieron, qué les gustó más o qué aprendieron de lo que hicieron, les ayuda a profundizar en su relato y a sentirse escuchados.
Lucía, nos deja a todos fascinados al contarnos lo mucho que ha disfrutado con Pepita, nuestra mascota viajera. Su relato nos llevó hasta la Fortaleza de la Mota, donde aprendió y nos enseñó qué es una catapulta y un bolaño. Nos explicó que los bolaños eran unas grandes piedras que se utilizaban como proyectiles en las catapultas para defender los castillos. ¡Guau! Es increíble cuánto están aprendiendo estos rojitos.
Además, el lunes tuvimos nuestra sesión mensual de yoga con Marta. Esta vez trabajamos un tema importante para los peques, «el volcán que llevamos dentro».
Marta explicó de una forma muy cercana cómo, a veces, las personas nos sentimos como un volcán cuando estamos enfadados o frustrados. A través de posturas sencillas y dinámicas, los rojitos aprendieron estrategias para reconocer y gestionar estas emociones.
Por ejemplo, exploramos cómo una respiración profunda puede ayudarnos a «apagar» el volcán antes de que explote, o cómo usar movimientos de relajación para liberar la tensión. Muchos compartieron momentos en los que se habían sentido como «un volcán» y pudieron practicar formas de canalizar su energía de manera positiva.
El lunes, el juego de cartas del alfabeto fue el protagonista. Las letras, hechas con lija en relieve, permiten a los rojitos tocarlas y aprender su direccionalidad para escribirlas correctamente. Nos divertimos manipulándolas, identificando palabras que comienzan con cada letra y, por iniciativa de los peques, ¡escribimos nuestras propias «letras-carteles»! Estas actividades son clave para trabajar la conciencia fonológica, y continuaremos desarrollándolas durante el trimestre.
Sin duda, la actividad estrella de la semana es nuestro taller experimental con la mesa de luz. Este recurso mágico les ha permitido explorar los colores y sus mezclas, los números, las letras y mucho más.
Ver sus caritas de asombro al descubrir cómo se combinan los colores es maravilloso. Este tipo de experiencias sensoriales no solo estimulan su creatividad, sino que también refuerzan conceptos importantes de manera lúdica y emocionante.
Los miércoles, además de las clases de educación física e inglés, nos enfrentamos a nuevos retos con nuestras láminas de estimación y problemas de cálculo global. Cada vez manejamos cantidades mayores, y el grupo responde fenomenal. Los problemas de las galletas siguen siendo sus favoritos, ¡nos reímos un montón resolviéndolos!
Por la tarde, nos adentramos en técnicas artísticas llenas de sorpresa y diversión. Probamos varias actividades, pero dos se llevan nuestro atención. Primero, creamos rayas verticales con un cartón ondulado y gotitas de pintura sobre el papel.
Luego, usamos una pipeta para llenar un papel de servilleta con manchas de colores. Manuel resume la tarde diciendo: «¡Vaya tarde de experimentación, jajaja!».
Cada semana es una nueva oportunidad para aprender y crecer juntos.
El inicio de este segundo trimestre ha traído consigo la necesidad de retomar ciertos hábitos y rutinas, que ya teníamos instaurados dentro de nuestro día a día, y que «favorecen» enormemente el buen clima de juego y trabajo en el aula.
Sin ahondar mucho en el tema, pero confiriendo la importancia que tiene, me gustaría resaltar que el fomento de la autonomía unido a la iniciativa, en estas edades, es crucial para un correcto desarrollo y crecimiento personal. Quizás dedique alguna entrada específica a hablar ampliamente sobre ello pero debemos tener presente que la autonomía revierte directamente y de manera exponencial, en aspectos como autoestima, auto-concepto, seguridad, frustración, libertad de pensamiento, búsqueda de soluciones, creatividad… formando parte todos ellos del aprendizaje, en término globales.
Por tanto debemos acompañar a nuestros peques en su crecimiento, con la premisa de «dejar hacer». Confiar en sus capacidades, otorgarles responsabilidades o alentarles en la consecución de metas reales, es una excelente forma de fomentar la autonomía en líneas generales.
Dentro del aula, otorgar libertad para escoger sus propuestas de juego, ofrece una excelente oportunidad al alumnado para poner en práctica todas las habilidades y competencias, en relación a este área en concreto y otras muchas. Socializar aprendizajes o lo que es lo mismo, integrar y aplicar ciertos procesos mentales que nos permiten una interacción efectiva y afectiva con nuestros iguales, es fundamental para fijar conocimientos y progresos. Sería algo así como la aplicación práctica de la teoría, en términos coloquiales y muy genéricos.
En estas primeras semanas, han sido varias las propuestas de juego llevadas a cabo en el aula, ninguna de ellas se ha mantenido constante en el tiempo, no teniendo por tanto cabida la profundización o investigación. Sin embargo, todas y cada una de ellas nos ha aportado un amplio abanico de aprendizajes vivenciales y significativos, que hemos tenido oportunidad de poner en común de manera amplia en nuestras asambleas. La fase de comunicación, análisis y reflexión, que se produce tras el juego, enriquece considerablemente esta herramienta de aprendizaje, convirtiéndola en la herramienta por excelencia dentro de la etapa de Educación Infantil.
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Os invito a trasladar ese intercambio de comunicación al ámbito familiar, os va a sorprender la cantidad de aspectos susceptibles de análisis que se extraen de él.
De manera paralela al juego, hemos llevado a cabo otras muchas experiencias educativas, que os iré relatando poco a poco por aquí. Aunque de manera diaria tengo oportunidad de hablaros sobre ellas, en nuestras despedidas.
¡Espero los dibujos de los libros de la biblioteca, este jueves!
A pesar de que nuestros peques tienen cada vez más capacidad para contaros lo que hacemos a diario, quiero compartir detalles de las experiencias y aprendizajes que hemos vivido a lo largo de la semana.
¡Así que allá vamos!
El pasado martes llevamos a cabo nuestra primera salida a la vega en este nuevo año. La dirección elegida fue hacia Granada, y el objetivo principal de este paseo era observar los cambios que la nueva estación nos trae. ¡Cuántas cosas aprendemos y disfrutamos en la vega en cada visita!
Al caminar, nos maravilló el musgo helado que encontramos en algunas zonas. Esther nos explicó que el musgo crece en lugares donde el sol no llega con intensidad, lo que dejó a los peques muy intrigados. También captaron nuestra atención dos pájaros posados sobre un cable de luz, un avión que volaba cerca y los coches que salían del campo del vecino. Sin embargo, lo que verdaderamente deslumbró nuestra vista fue Sierra Nevada y el campo de ajos que se veía a lo lejos.
Al día siguiente, decidimos reflejar lo más representativo de nuestro paseo en un taller artístico con acuarelas. ¡Qué emoción sienten al usar este recurso! Para ellos, el pincel es «de mayores» y trabajar con acuarelas les ayuda a desarrollar la motricidad fina, la coordinación mano-ojo y la concentración. Además, potencian su creatividad, les permite expresar lo que sienten o recuerdan y refuerzan su autoestima al ver sus obras de arte terminadas.
También tuvimos tiempo de jugar con las piezas sueltas. Este tipo de juego no estructurado es esencial para el desarrollo de la imaginación y el pensamiento crítico. Los rojitos crean, exploran y resuelven problemas mientras manipulan las piezas, lo que fomenta la creatividad, la independencia y habilidades emocionales como el trabajo en equipo.
Como siempre, el juego ha sido el protagonista. Cada día, con cada juego, aprenden a comunicarse, compartir y cuidar de los demás.
Esta semana los peques han disfrutado explorando distintas propuestas, construcciones, con las que se han dedicado a crear torres y estructuras increíbles.
Ordenadores, algunos han jugado a ser pequeños programadores, aprendiendo mientras se divertían con actividades interactivas,jajaja.
Médicos y cuidados de bebés, ¡Este juego ha sido el favorito! Nuestros peques han cuidado a sus «pacientes» con mucho cariño, utilizando todo su ingenio para diagnosticar y curar.
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Algunos niños incluso han traído material de casa para enriquecer el juego, como botiquines y accesorios para cuidar a sus bebés. Os animamos a seguir colaborando trayendo más cositas que puedan ayudarles a seguir viviendo la propuesta más intensamente.
En nuestra rutina diaria, seguimos afianzando la relación entre grafía y cantidad. Es importante que comprendan que los números representan cantidades específicas, y para ello trabajamos con actividades prácticas y manipulativas. También nos enfocamos en conceptos como el número anterior y posterior. Aunque a simple vista pueda parecer que muchos ya saben contar hasta el 20, romper la cadena numérica les ayuda a reforzar esta habilidad de una manera más significativa.
Terminamos la semana celebrando el primer cumpleaños del año. ¡Mar ya tiene 5 años! Nos invitó a un delicioso bizcocho casero que preparó junto a su mamá. ¡Estaba tan rico que nos «chupamos los dedos»! Gracias, Mar, por compartir tu día especial con nosotros.
En la próxima entrada os contaré acerca del proyecto de ciclo «El Vivero», el cual está vinculado con nuestro objetivo del plan de centro «Aprender para emprender». El pasado viernes, aprovechamos la tarde cooperativa para presentar esta actividad. ¡Todos están muy emocionados y ansiosos por empezar!
NOTA: Agradezco el esfuerzo y la dedicación en el intercambio de libros. Hemos superado la primera semana y estoy muy contenta con sus creaciones y el compromiso que han mostrado.
Son muchas las cosas que tengo que contaros acerca de nuestro trabajo esta semana, pero dado que a diario os voy informando de ello en las despedidas, en esta entrada me voy a centrar específicamente en los «pasatiempos» y «juegos de mesa». Así como en la relación directa que mantienen con el área lógico-matemática (entre otras muchas).
Podríamos afirmar de manera casi categórica que, los juegos de mesaposeen un incalculable valorcomo herramienta educativa. Tomando ésta última, en su acepción más amplia. Tanto es así que incluso existe una metodología específica basada en ellos.
Como sabéis cada miércoles por la tarde, realizamos un taller alusivo a la lógica-matemática, que combinamos con el de funciones ejecutivas (control inhibitorio, memoria de trabajo y flexibilidad cognitiva). Una de las herramientas que más estamos utilizando este curso son los juegos de mesa.
A lo largo de la semana, son otros los momentos en los que también interaccionamos con este tipo de material. Siendo en este caso, normalmente, relacionado con las propuestas de juego-investigación que se estén llevando a cabo en el aula en ese momento.
En la edad correspondiente a nuestro grupo, el desarrollo pisco-evolutivo del juego avanza desde el juego simbólico al juego reglado. Es por ello, que aunque en edades anteriores existan muchos juegos de los que poder disfrutar, normalmente se realiza con acompañamiento del adulto. Nosotros ya vamos adquiriendo dinámicas más complejas, para compartir en grupo y ser más autónomos al respecto.
En primer lugar me gustaría evidenciar que los juegos de mesa son un recurso fantástico y accesible para cualquier momento de ocio, bien sea a nivel individual, por parejas o colectivo. La diversión suele estar asegurada y además fomentan el vínculo socio-emocional con el resto de componentes.
Sin embargo es habitual desconocer, o no otorgar demasiada relevancia, al poder educativo que poseen estos juegos, relegándolos tan sólo al área de entretenimiento. Abarcan tantas áreas y aspectos que sería muy extenso realizar un exhaustivo examen de ello aquí, pero os dejo algunas de sus aplicaciones:
Introducen a los peques en el «juego de reglas», fase posterior al juego simbólico.
Es una herramienta fantástica para la consecución de distintas competencias, asociadas a las diferentes áreas de aprendizaje. Pongamos como ejemplo algunos contenidos matemáticos como el conteo (casillas), los números ordinales (turnos de juego), el reconocimiento de figuras geométricas (tangram), la relación número-cantidad (dominó), etc. Y así con todas las áreas, bien a nivel particular bien de manera integral o globalizada.
Ejercitan enormemente la memoria de trabajo, ya que el cerebro debe recurrir a la memoria a medio plazo para recordar aquellos datos, conceptos, conocimientos … que ya posee para poder implementarlos correctamente en el desarrollo del juego.
La planificación, como función cognitiva superior, está presente en la inmensa mayoría de ellos. Aunque exista un fuerte componente de azar, depende en gran medida de la capacidad de estrategia de cada uno, el éxito o no de sus actuaciones. Y para establecer estrategias debemos poner en funcionamiento lo que espacialmente estamos observando, el diálogo o narrativa interna que realizamos para ir desgranando «qué ocurría sí…» y finalmente decidirnos por utilizar una u otra. ¡algo nada fácil a estas edades!
Trabajan de forma muy potente y directa el control inhibitorio o de impulsos, ya que es necesario «aprender a esperar turno» o simplemente «no decir al oponente la estrategia pensada».
Presentan el error como posibilidad de construir el siguiente conocimiento.
Enseñan a perder. O lo que es lo mismo a enfrentarse a pequeñas frustraciones inevitables y a regular emocionalmente cómo se afrontan.
Después de conocer o recordar todo esto ¿a quién no le apetece una partida? No es necesario poseer los últimos juegos presentes en el mercado o una gran batería de ellos, recurrir simplemente a los de «toda la vida» es una opción fácil y al alcance de todos.
Nosotros en clase hemos jugado a una gran variedad de ellos y otros que aún nos quedan por descubrir. Algunos enfocados específicamente en un área/aspectos concretos y otros que abarcan varios al mismo tiempo.
Nuestro compañero Rio, nos ha aportado esta semana éste.
Aunque a priori pueda parecer un juego sencillo, recomendado para más de 3 años y enfocado en el aprendizaje de los colores, formas y números, nosotros le hemos «sacado mucho más partido».
Al compartirlo en gran grupo, hemos aprovechado para trabajar la autonomía individual y el fomento de la iniciativa. También para la creación de momentos de conexión, llevando a cabo el juego en «parejas de juego». La percepción espacial, las habilidades motrices finas, la coordinación óculo-manual, así como la planificación y toma de decisiones, han estado muy presentes también.
A nivel de funciones ejecutivas hemos puesto es marcha:
La memoria de trabajo. Ya que recordar las instrucciones dadas al principio, el color de mi personaje y el turno a seguir (incluso dentro de la pareja) no ha sido sencillo.
El control inhibitorio. Inhibiendo impulsos para avanzar de casilla (con tal de llegar el primero) o cediendo el dado al compañero/a que le toca (pese a desear hacerlo uno mismo para sentirse victorioso/a).
La flexibilización cognitiva. Aceptando que en ocasiones no sucedía lo que a priori pudiera parecer (como llegar a la meta el primero por ir delante durante todo el juego) o sacar varias veces un número «bajito» y no avanzar apenas casillas, mientras el resto sí que lo hacía. Todo ello con una gestión de la frustración, bastante aceptable para estas edades.
Aprovecho la ocasión, ya que algunas familias me han solicitado orientación sobre adecuación de juegos, de cara a próximas adquisiciones, para dejaros una pequeña selección (multinivel), en esta ocasión relacionados con el desarrollo de la competencia matemática. Es importante tener en cuenta lo entrenados que estén o no en este tipo de herramienta de juego, a la hora de escoger uno u otro.
«Monza» (a partir de 5 años). Combina suerte y estrategia. Muy bueno para iniciarse en el razonamiento lógico.
«Balance beans» (a partir de 5 años). Juego de lógica aplicada a las matemáticas, con cuatro niveles de dificultad, en el que se escoge un reto a superar. Es de uso individual.
«Diez lobitos» (a partir de 5 años). Numeración y primeras sumas. Se puede utilizar hasta segundo ciclo de primaria. Permite distintos grados de complejidad según elijas número u objetos para jugar.
«Bichos» (a partir de 6 años). Ejercita la memoria y el cálculo mental.
«Batalla de genios» normal o junior (el junior es a partir de 3 años el otro a partir de 6). Juego de lógica, visión espacial, atención y planificación. El normal permite el juego en solitario, el junior no estoy segura.
«Código Secreto 13+4». Está recomendado para más de 8 años pero se puede adaptar. Los objetivos principales son la concentración y el cálculo mental con las operaciones básicas (en esta edad utilizando tan sólo sumas y restas).
Existen muchas opciones y multitud de juegos, pero no se trata de acumular sino de practicar. Os iré dejando periódicamente otros tantos, orientados a distintas áreas.
Estos fríos días que estamos teniendo nos invitan a compartir juegos en casa así que «dejemos a un lado pantallas» y …
¡A JUGAR!
Ni que decir tiene que serán bienvenidos en clase todos aquellos que consideréis son adecuados para nuestro grupo y puedan enriquecer nuestras sesiones.
Los juegos de mesa son tan sólo una herramienta más, dentro del desarrollo general del área lógico-matemática. Son muchas otras las utilizadas en clase, de manera periódica, así como las situaciones de aprendizaje planteadas.
Valgan en esta ocasión como ejemplo:
Todos las tareas de la asamblea de inicio en relación al conteo de asistentes, fecha, actividades a realizar en la jornada…
Los problemas de cálculo global. Se trata del cálculo que puede realizar el cerebro a partir de imágenes, sin necesidad de conocer ningún algoritmo de resolución. Por ello se emplean cantidades reducidas y los enunciados suelen ser situaciones fácilmente imaginables para el alumnado. Estos nos ayudan en la creación de estrategias personales globales de resolución, así como en la comprensión de los enunciados. Ejemplo: «Si tienes tres croquetas y te comes dos, cuántas croquetas te quedan».
Los problemas de cálculo mental. En los que, a diferencia de los anteriores, se debe conocer y controlar el sistema numérico, las operaciones aritméticas, la composición y descomposición de números, etc. para elaborar estrategias de resolución eficaces y rápidas. Nos ayudan a mejorar no solo las estrategias de cálculo sino también la comprensión, el razonamiento, la memoria y el pensamiento abstracto. Ejemplo: «Si venimos al colegio cinco días y cada día hacemos dos dibujos, cuántos dibujos haremos en total».
Los pasatiempos de «unir con puntos»o el «bingo», que hemos puesto en práctica esta semana, para reforzar el aprendizaje de la recta numérica del 0 al 20. Conocer la numeración de las dos primeras decenas implica mucho más que el simple conteo o retahíla que saben hacer todos. Debemos reconocer las grafías correspondientes a cada número, saber contar hacia delante y hacia atrás, saber establecer correspondencia de cantidades (cuál es mayor o menor), saber localizar el número anterior-posterior, etc.
En el trabajo de «unir con puntos» permite seguir la recta numérica con cierta facilidad ya que la imagen que se va obteniendo va «dando pistas» de la grafía que corresponde al siguiente número. Pero… no era tan fácil, había una pequeña «trampa» en la que algunos/as cayeron.
En «el bingo», la motivación intrínseca por ir colocando fichas en las tarjetas sirve como acicate para conocer mejor la numeración y ser más rápido que el resto de participantes. Presentar de manera repetida y atractiva un determinado juego ayuda a fijar conocimientos, de manera inconsciente, a través de un efecto que la neurociencia denomina como priming.
Espero que esta entrada os acerque un poquito más, si cabe, al conocimiento de cómo aprendemos en clase de manera lúdica, motivadora, significativa y por supuesto respaldada científicamente desde el ámbito de la neurociencia.
Os dejo unas imágenes del cumpleaños de Elena, que esta semana ha cumplido seis años y nos ha invitado a una deliciosa tarta de chocolate ¡Felicidades Elena!
Tras haber superado la primera semana del trimestre y el establecimiento, de nuevo, de la toma de contacto con las rutinas inherentes al colegio, retomamos nuestras experiencias educativas contempladas en la programación.
Esta semana hemos realizado la excursión o «paseíllo» mensual por la vega de Granada. Una actividad inter-ciclo, que lleva incluida en nuestro proyecto educativo desde hace décadas y que hemos ido variando en periodicidad, según las necesidades de la programación de la etapa Infantil.
Cada mes realizamos un itinerario diferente, en función del objetivo establecido para la misma. En esta ocasión hemos dado un paseo, en dirección a Granada, llegando tan sólo «a la casa del vecino» (como ellos la llaman). La observación del paisaje, junto a los cambios que el invierno han traído consigo, así como el recordatorio de las normas asociadas a este tipo de actividad, han sido los dos objetivos principales.
A nuestro paso hemos ido comentando algunas curiosidades como:
Porqué algunos árboles ya no tienen hojas, mientras otros siguen verdes.
Porqué Sierra Nevada tenía nieve.
Qué es esa «alfombra verde» que solo sale en los sitio umbríos (el musgo).
Qué hay sembrado en el terreno cercano al colegio.f
Porqué los pájaros se posan en los cables de la luz.
Jugar con nuestras sombras y conocer la utilidad del espejo que hay frente «al vecino», han sido otras de las anécdotas de esta salida.
A la vuelta decidimos hacer carreras, para llegar pronto al colegio y ejercitar un poquito el cuerpo, antes de llegar a almorzar.
¡Qué suerte tener un cole en la vega!
En relación a esta experiencia, llevamos a cabo por la tarde nuestro taller creativo, al que titulamos «cuaderno de campo».
Además de la salida a la vega, hemos continuado con nuestro aprendizaje, a través del Método de Propuestas (dinosaurios, lego, restaurante y casitas), el avance en el área lógico-matemática (centrado en el control de la recta numérica hasta el 20), el progreso en el área de alfabetización (escribiendo en nuestros trabajos su título, de manera autónoma), etc. Todas estas experiencias os las iré relatando en las siguientes entradas, para hacer más significativa su lectura e interiorización, por vuestra parte.