Con el comienzo del mes de octubre, seguimos introduciendo novedades en el grupo verde, en relación sobre todo a nuestras rutinas diarias y responsabilidades, que para eso somos ya los mayores de Infantil, ja, ja, ja.
El pasado lunes presentamos de forma oficial «la patrulla verde». Se trata de un equipo de trabajo, que a lo largo de una semana completa se encarga de tareas relacionadas con el cuidado medioambiental (en su más amplia acepción).
El equipo número 1 (Fabiola, Bruno, Elena, Charly, Emma y Marco) es esta semana el encargado de llevar a cabo esta responsabilidad y de momento, lo han hecho fenomenal (ya veréis en breve que ayudantes tan magníficos tendréis por casa, je). Cada lunes renovaremos «cargos».
Estas son, entre otras, las tareas que tiene encomendadas:
Controlar que el material de aula esté bien ordenado y cuidado.
Ser los últimos en el tren para revisar que nadie quede rezagado.
Revisar que las luces queden apagadas tras nuestra salida del aula, así como los aparatos electrónicos.
Vigilar que los grifos queden cerrados tras su uso y no haya consumo innecesario de papel.
Adecentar el baño tras su uso.
Recoger la mesa en el comedor, de todos cuantos han terminado.
Esta nueva responsabilidad viene a añadirse a la que se realiza diariamente a través de la figura del o de la súper-ayudante del día. Este curso se mantienen las responsabilidades de cursos anteriores:
Conteo de los asistentes.
Deducción de la fecha (día de la semana, día del mes, mes y año).
Reparto de material para talleres.
Reparto de la fruta en la asamblea.
Pequeños recados y/o responsabilidades fuera del aula.
Encabezar «el tren» que utilizamos en nuestros desplazamientos.
Y se añaden otras como:
Responsabilizarse de recoger cada día los juguetes de casa y subirlos al aula antes del almuerzo.
Colaborar en los momentos de patio con el adelantamiento de los espacios exteriores (no exime que otros compañeros/as lo hagan también).
Y muy pronto… ayudará al equipo de cocina a poner el comedor.
En la etapa de primaria desaparece la figura de súper-ayudante, pero se mantiene la responsabilidad de patrulla verde, a través de la figura de la patrulla medio-ambiental (desde primero hasta sexto). Aunque se organiza de una forma diferente y sus responsabilidades son otras, viene a constituir un agrupamiento que vela por el mantenimiento óptimo de nuestro centro en cuestiones medioambientales.
Esta semana está siendo algo variopinta en cuanto a actividades en el aula, realizando una miscelánea de oportunidades de aprendizaje, que os relataré brevemente en la próxima entrada.
Esta mañana hemos comenzado la semana con una asamblea en la que la temática principal vuelve a ser el otoño. Daniela nos ha traído a clase algunas frutas típicas de la estación (chirimoya, higos y granadas) y eso ha dado lugar a seguir hablando sobre el tema.
Esta temática no es fácil de trasladar al juego simbólico, de manera que acordamos que nuestras interacciones con los objetos de clase tendrán temática libre y de forma paralela iremos avanzando en el conocimiento del otoño, a través de la investigación.
Utilizamos el ordenador de clase para buscar cuáles son los frutos/frutas característicos de la estaciónactual y comprobamos que algunos no los conocemos o reconocemos. Les propongo por tanto, realizar una «investigación in situ»aprovechando que nuestro jardín y parque poseen una gran variedad de árboles frutales.
Para bajar al jardín tenemos un cometido, localizar e identificar árboles o arbustos, que den frutos de otoño(previamente trabajados en clase). Antes de llegar ya nos encontramos a nuestro paso el primero, la parra, que identifica rápidamente Diego. Nos dice que su abuelo tiene una y que al ver las hojas se ha dado cuenta de lo que era. Nos cuenta también que esos frutos que se han secado se llaman pasas. Y como no podía ser de otra forma, los probamos.
Una vez en el jardín, no tardamos más que un par de minutos en localizar el membrillo. Hablamos acerca de sus hojas y la diferencia (tamaño, color y forma) que existe entre éstas y las de la parra. También de su fruto y de cuándo se podrá recolectar. Planteamos la hipótesis de que la «pelusilla» que tiene recubriendo su piel es para que no resulte apetitoso para los animalillos y así no se lo coman ¿será cierto?
El siguiente en hacer acto de presencia ha sido el caqui. Éste nos ha costado algo más, ya que sus frutos estaban muy altos y hemos tenido que observar con detenimiento durante algún tiempo, hasta localizarlo.
Los frutos ya maduros estaban picoteados por los pájaros o muy altos, así que no hemos podido coger ninguno para probarlo. Bajaremos en los próximos días, con una herramienta (recoge fruta) que nos permite alcanzarlos ¡son como chuches! dicen algunos/as.
El níspero de invierno no era conocido por nadie del grupo ¡es normal! Se trata de una fruta poco utilizada en la gastronomía actual. Al parecer no es muy agradable al paladar cuando está en su punto óptimo de maduración. Sin embargo una vez iniciado el proceso de putrefacción parece que era un manjar entre los paladares más selectos.
El almendro y el nogal, han sido los siguientes. Aunque sus frutos son ampliamente conocidos, no lo son tanto los árboles de los que salen ni en la forma en que se presentan. La cáscara externa que los envuelve no solemos verla en las fruterías, así que el reconocimiento ha tenido que ser un poco guiado por mi parte.
Uno de los grandes desconocidos de nuestro colegio es el almez o almencino. Uno de los dos grandes árboles que nos proporcionan sombra en nuestro parque. Posee un fruto pequeño, muy poco carnoso y con un gran hueso en su interior. Aún están muy verdes pero cuando maduren serán nuestras «chuches saludables» ya que poseen un delicioso sabor dulce.
El granadosin embargo no nos ha costado apenas encontrarlo, ya que diariamente solemos probar su fruto (en esta época). El que hay dentro de la zona de bambú es más frecuentado, ya que en ocasiones el fruto maduro cae y aprovechamos para degustarlo. El que hay tras el rocódromo es más pequeño y da menos frutos, pero permite una mejor observación del árbol al no entremezclarse con ningún otro ejemplar.
De este sí que nos hemos llevado algunos frutos y los hemos probado tanto en el tiempo de parque como esta tarde en la merienda, guardando algunos para mañana en la asamblea.
Por último hemos visitado nuestro pino, que aunque no da un fruto comestible como tal (los piñones), sí que nos proporciona un montón de piñas con las que poder hacer composiciones otoñales y que también utilizamos como material de juego no estructurado, que potencia la creatividad e imaginación.
He de decir, que además de localizar todos estos frutos otoñales, hemos realizado dos grandes descubrimientos. Durante nuestro paseo por el jardín, nos hemos topado con una gran tela de arañaperfectamente tejida, en la que hemos podido observar su estructura y sus hileras. Durante nuestro paseo por el parque nos hemos encontrado con una mariposa muerta o que se está haciendo la muerta, según algunos/as que hemos metido en un bote de observación para aprender más cosas sobre sus alas, sus patas y su fisionomía en general.
Una vez de vuelta en clase, y tras el correspondiente tiempo de juego simbólico, hemos realizado una representación gráfica de lo vivido en nuestra investigación de la mañana.
Las consignas en esta ocasión han sido las siguientes:
Dibujar con lápiz de grafito, algunos de los árboles que hemos descubierto. Intentando que se diferencien por sus hojas o sus frutos.
Repasar los trazos con rotulador, eligiendo los colores que más se acerquen a la realidad.
Colorear, utilizando lápices de colores.
Si habéis tenido oportunidad de visitar nuestro tablón expositor, habréis reparado en que las producciones resultantes incluyen árboles con frutos de diferentes colores, y aunque puedan parecer algo sencillas, no lo es el hecho de seguir varias instrucciones (memoria de trabajo) esforzándose en obtener un resultado bastante figurativo (que se puede identificar).
Cerramos el día con una sesión de inglés y muchas ganas de volver mañana, para seguir disfrutando, conviviendo y aprendiendo.
Aprovecho para recordaros que Bárbara os irá ofreciendo información de manera periódica a través del blog de idiomas, así que os animo a visitarlo de vez en cuando. Y no olvidéis que la semana próxima serán las reuniones específicas de las áreas de inglés, educación física y música.
Tercera y última entrada de blog de esta semana, cargada de ilusión y ganas de seguir aprendiendo.
Tras haber dedicado las dos entradas anteriores a detallar la actividad de las conferencias-experto y la versatilidad de la mesa de luz, como recurso educativo, os dejo a continuación un resumen de lo más significativo de estos días.
Comenzamos la semana dando la bienvenida a la nueva estación que comienza ¡el otoño!Aprovechamos los carteles de los cumpleaños para recordar cuántas estaciones tiene el año y de camino vamos conociendo la nomenclatura de los meses del año. Estos conceptos son un tanto abstractos en estas edades, de ahí que no sea muy significativo si no lo asociamos a algo tangible como cambios que se producen en la climatología y ambiente, fiestas a celebrar en cada una de ellas…
En varias asambleas hablamos ampliamente acerca de la nueva estación centrándonos en:
Los cambios que iremos observando en nuestro entorno natural más próximo.
La bajada de las temperaturas, sobre todo a primera hora de la mañana o cuando se esconde el sol. Cambios en nuestra vestimenta.
Las frutas y frutos típicos de esta estación.
Qué hacen algunos animales en otoño: recolección de alimentos, migraciones e hibernación.
El enclave de nuestro centro y nuestras instalaciones exteriores, nos permitirán ir viendo el paso de las estaciones de una forma extraordinariamente significativa. De momento incluimos en clase una calabaza, sembrada por el grupo verde del curso pasado en nuestro huerto, para ir conformando una cesta de otoño¡os animo a participar aportando material! Diego se ha animado ya con algunas bellotas y piñas.
La propuesta de los medios de transporte no ha permanecido constante esta semana en el aula, y aunque algunos/as han seguido trayendo de casa juguetes en relación a ella, la realidad es que en el aula el juego ha transcurrido entre disfraces y construcciones.
Como os expliqué en la reunión de grupo, el pasado lunes, el juego es la herramienta educativa más importante y útil, para la adquisición de conocimientos y competencias, en la etapa infantil. Un niño/a que juega, será un adulto que no dejará de aprender.
Cada vez que se enfrentan a la creación de una situación de juego están, entre otras muchas cosas:
Creando un plan y siguiéndolo (organización y planificación).
Desarrollando la creatividad (asociada al pensamiento divergente).
Aplicando razonamientos analíticos y lógicos (mediante la formulación de hipótesis y el empleo de soluciones).
Desarrollando sus habilidades comunicativas (formulando propuestas, organizando grupos, atribuyendo roles y solucionando conflictos).
Poniendo en práctica conocimientos asociados a diversas áreas de aprendizaje.
Familiarizándose con el ensayo-error, de una forma natural, a la vez que se enfrentan a pequeñas frustraciones. Algo esencial para avanzar en el aprendizaje y en la vida en general.
En relación al área medioambiental, aunque no comencemos los talleres específicos hasta el mes de octubre, hemos realizado ya algún conato de ellos. Nos hemos trasladado hasta nuestro huerto, para ver en qué estado se encuentra y acordar las acciones que debemos acometer, para dejarlo preparado para la siembra de habas (remover la tierra, eliminar piedras y malas hierbas, hacer caballones, delimitar espacios y elaborar carteles). También visitamos nuestra pequeña granja (conejos y gallinas) y lo que más curiosidad nos suscita es porqué comen diferente y cómo han logrado hacer los conejos esa madriguera tan profunda.
Dentro del área artística, utilizamos las acuarelas y ceras al óleo, para realizar una creación pictórica que evoque al otoño.
Además de familiarizarnos con las diversas técnicas plásticas (con lo que ello implica a nivel psicomotriz), desarrollamos nuestra creatividad y entrenamos nuestra memoria de trabajo. Esta última, gracias a seguir unas indicaciones ofrecidas por mí, en cuanto a pasos a dar, elementos a incluir y orden de la secuencia. Algo que a priori puede parecernos fácil, pero que no lo es en edades tan pequeñas, debido a la complejidad que entraña el encadenamiento de varias consignas y la necesidad de poner en alerta toda nuestra red atencional.
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A nivel sensorial y/o experimental, tuvimos el trabajo con la «mesa de luz».
Una experiencia muy positiva, explicada ampliamente en la anterior entrada y que sin duda repetiremos en más ocasiones a lo largo del curso.
¿Os habéis animado a fabricar una casera? Si es así espero vuestras fotografías.
Otra área trabajada específicamente, o de forma complementaria a lo que a través de nuestra rutinas diarias realizamos, es la lógica-matemática.
En esta ocasión realizamos una «estación de juegos» estableciendo interacciones fijas con rotaciones.
Practicamos:
La recta numérica (ascendente y descendente)
La relación número-cantidad
La geometría (identificación de figuras)
La topología (situación espacial, rotaciones de piezas…)
La clasificación (mediante la comparación de objetos con un criterio determinado y la elaboración de subgrupos).
Seguimos con la estimulación del lenguaje (en su más amplia acepción), avanzando en el conocimiento del alfabeto y la discriminación fonológica. Aprovechando el abecedario expuesto en clase, y el trabajo previo realizado con él para poder establecer el orden de nuestra lista de súper-ayudante, jugamos a nombrar las letras que lo componen. Averiguamos cuántas hay y también la curiosidad de llamarse de una forma y sonar de otra bien distinta ¡a excepción de las «mandonas»!
Tras realizar el juego a nivel oral, que como ya sabéis es la base fundamental del proceso alfabetizador, afianzamos progresos, a través del juego «Palabras que empiezan por…». En esta ocasión nos centramos en las vocales (o mandonas) ya que como os dije, son las primeras que se reconocen fonológicamente al llamarse exactamente igual que suenan. Además de practicar la conciencia fonológica también permite ampliar vocabulario, con palabras que no utilizamos habitualmente (iglú, ukelele, impresora, universo…)
No podemos dejar atrás nuestras lecturas semanales, que también contribuyen al proceso alfabetizador.
Cerramos semana con la celebración del cumpleaños de Claudia, que nos invita a un riquísimo bizcocho. Coincide en esta ocasión con una de las sesiones de inglés, así que es teacher Bárbara la encargada de repartir el bizcocho, aprovechando para practicar «Happy birthday».
Para el dibujo que regalamos a la cumpleañera, Claudia ha escogido un bloc para colorear, así que aprovechamos la ocasión para practicar el trabajo de precisión en el trazo, la utilización de todo el espacio disponible y centrarnos en la composición artística.
En primer lugar me gustaría agradecer vuestra asistencia a la reunión del pasado lunes. Así como las muestras de reconocimiento que me hicisteis llegar, una vez finalizada la misma, a través de distintos medios.
Como os comenté ese día, el seguimiento periódico del blog ofrece una excelente oportunidad de estar informados/as de lo que va aconteciendo en el grupo verde. Más allá de quedarnos en una simple narración de acontecimientos, y aprovechando que somos los mayores y ya contamos muchas cosas en casa, utilizaré las entradas para ir contándoos especificaciones de los distintos talleres, actividades y/o experiencias de aprendizaje.
De esta forma iréis leyendo pequeñas «píldoras informativas», que contribuirán al mayor conocimiento de nuestro proyecto, y de manera más particular del paisaje metodológico de la la etapa de Educación Infantil.
Aprovecho la entrada de hoy para hablar acerca de la utilización de la «mesa de luz» como recurso educativo.
Como curiosidad, os diré que la mesa de luz es un material asociado al enfoque pedagógico de las escuelas Reggio Emilia, que surgieron en la década de los 40, tras la segunda guerra mundial. Su fundador o coordinador fue Loris Malaguzzi, maestro, pedagogo y psicólogo que creía y defendía firmemente (entre otros muchos aspectos) que los niños y niñas tenían múltiples maneras de expresarse y que todas ellas debían ser escuchadas. Creencias o postulaciones que dieron lugar a su «teoría de los cien lenguajes del niño» y a la importancia de la pedagogía de la escucha.
Se denomina enfoque y no metodología ya que se nutre de muchas de ellas y tiene como base el constructivismo. Corriente que defiende que el niño no es un folio en blanco sobre el que volcar conocimientos sino que es el protagonista y constructor de su propio aprendizaje. Adquiriendo éste principalmente a través de la interacción permanente y continua con el medio que le rodea, y de la interpretación que de ello realiza.
Este recurso que hoy os presento, despierta la expectación de manera natural, provocando así un cierto interés y motivación frente a sus posibilidades. Además ofrece una interacción multisensorial (tan defendida hoy en día por la neurociencia), que puede ser tan versátil (en términos de aprendizaje) como variados sean los materiales e interacciones utilizados en ella.
En esta ocasión hemos trabajado aspectos relacionados con:
La alfabetización:
Reconociendo el sonido asociado a cada letra (correspondencia fonema-grafema)
Buscando la letra por la que empieza nuestro nombre.
La lógica-matemática:
Conteo
Asociación número-cantidad
Práctica de la fase gráfica del aprendizaje matemático, mediante la representación con «piedrecitas» de la cantidad de letras que tiene nuestro nombre, el resultado de operaciones aritméticas sencillas, etc.
Reconocimiento de figuras geométricas
La creatividad:
Mediante la libre manipulación de los materiales y la construcción de representaciones artísticas, sin ningún tipo de orientación.
Todo ello ambientado con la temática del otoño, que ya hemos empezado a trabajar en el aula.
Tanto nos ha gustado la experiencia, que hemos incluido en los cristales de nuestra clase algunos papeles (tipo celofán) para que la luz del sol se filtre de los colores del otoño y se genere en el aula un ambiente acorde a la estación que acaba de comenzar.
Dos o tres compañeros/as han verbalizado que tenían en casa una mesa de luz pequeñita y se me ha ocurrido «rescatar» unas orientaciones ofrecidas hace ya algunos años (junto a mi compañera Charito) acerca de cómo construir una «mesa de luz casera».
Este recurso artístico interrelaciona expresión, exploración, experimentación y aprendizaje; combinando luces, sombras, transparencias…
MATERIALES:
Un envase de plástico o contenedor translúcido (la parte translúcida debe ser la de arriba, el resto puede ser opaco). De los que tenemos para guardar nuestros juguetes, por ejemplo.
Guirnaldas de luz de las que utilizamos en Navidad o decorativas. También podemos utilizar un bombilla con un enchufe o incluso una linterna.
Papel de aluminio.
Papel de horno (opcional).
PREPARACIÓN:
Forrar el interior del contenedor con el papel de aluminio.
Colocar dentro el punto de luz que hayáis elegido.
En la parte interna de la tapadera podéis colocar el papel del horno o no. La investigación y el ensayo-error, nos proporcionarán opciones para validar cúal queda mejor.
Una vez que tengáis “la mesa de luz” construida solo os queda recopilar materiales para poder utilizar en ella (arena, lentejas, papeles u objetos translúcidos de colores, figuras negras para teatro de sombras, canicas …).
Una variante que hoy no nos ha dado tiempo de poner en práctica en el aula, pero que les suele gustar mucho es la de utilizarla para practicar la técnica del calcado. Tan sólo hay que poner sobre la tapadera algún dibujo que nos guste, colocando encima de él un papel en blanco ¡se hizo la magia! Ahora repasamos las líneas sobre el dibujo original, con lápiz, rotulador, cera … y ¡voilà!
Espero que os guste tanto como a nosotros este magnífico recurso y la opción de poder hacernos con él de forma casera y sin apenas coste.
Dedico esta pequeña entrada a la actividad de «los expertos» . Una actividad cuyo objetivo se basa en la capacidad de exponer en público, de manera oral, un tema previamente elegido voluntariamente por cada uno/a y que preparan en casa.
Esta tarde, en la reunión, os daré todos los detalles relativos al acompañamiento que debéis realizar desde el ambiente familiar. Os adelanto que vuestros peques ya han elegido su tema:
Bruno. Los gorilas
Catalina. Por determinar
Charly. Los súper-héroes
Claudia. Dentistas
Daniela. Las gallinas
Diego. Los saltamontes
Elena. Los camaleones
Emma. Los perros
Fabiola. Los gatos
Marco. Los juguetes
Megan. Los tigres
Río. Fútbol
Se trata de la actividad estrella del grupo verde y aunque en la reunión me detendré en explicaros su objetivo, sus fases, su planificación y cómo se lleva a cabo el trabajo de preparación en casa, he visto conveniente dejaros por aquí un pequeño resumen, con los datos más relevantes.
En primer lugar me gustaría resaltar que el objetivo de estas conferencias-experto no es otro que el de realizar de manera individual una exposición oral, sobre un tema previamente elegido por el alumno/a, para el resto de sus compañeros y compañeras de clase. No prima por tanto la profundización en contenidos del tema elegido sino la realización de cada una de sus fases de manera adecuada y sobre todo que disfruten/disfrutéis muchísimo con la experiencia.
1. Debemos partir de las ideas previas que tienen los peques acerca del tema en cuestión.
2. Fase de investigación: búsqueda de información en distintas fuentes (libros de casa, biblioteca, internet, especialistas, vivencias, visitas…) y recopilación de material (fotografías, objetos…)
3. Elaboración del guión de la exposición: pequeño esquema de cómo vamos a estructurar el trabajo y qué queremos transmitir.
4. Fase de confección del apoyo visual: utilizar como máximo tres cartulinas. Se debe incluir el título del experto, fotografías que sean alusivas a lo que se está exponiendo, y es conveniente numerarlas. De manera adicional se pueden escribir (copiar) algunas palabras, que completen las fotografías, como ejercicio de alfabetización. Por supuesto todo el trabajo de recortado, pegado y «escritura» corre a cargo de los peques.
5. Fase de preparación de la exposición oral: aquí debéis hacer de modelo para ellos y ellas, con objeto que el discurso que se elabore sea algo rico en conectores lingüísticos.
¡Os deseo una bonita experiencia! Merece la pena disfrutar el proceso.