


- «Lego es una empresa de juguetes de Dinamarca, son bloques de plástico que se pueden encajar y desencajar».
- «Ahora os voy a contar la historia de Lego: hace más de… no recuerdo el número pero eran muchos (100 años), Kristian fabricaba juguetes en su taller y eran de madera».
- «Este pato de aquí es el primer juguete de madera que construyó».
- «En esta foto están los trabajadores de la fábrica, haciendo juguetes de madera».


- A construir usando mi imaginación.
- A aprender a usar instrucciones, porque hay que seguir los pasos.
- A mejorar la motricidad fina, porque hago así la pinza y luego cojo mejor el lápiz.
- A sumar, a restar y a contar…
- A estar tranquilo y relajado».

El aplauso espontáneo de sus compañeros y compañeras, al ver a Daniel darse la vuelta como seña de finalización, le emocionó muchísimo pero aún así «aguantó el tipo»para recordar su final:
«Ah, gracias por escuchar mi experto».
Durante toda la exposición el grupo estuvo atento a las distintas explicaciones y ejemplificaciones que su compañero les ofrecía y del «conferenciante» qué decir, disfrutó de la experiencia muchísimo, su gesticulación facial hablaba por sí sola y una vez finalizada la actividad de la mañana se encargó de decir a cualquier persona con la que se cruzaba que le había encantado hacer su experto y que estaba muy contento. ¿Se puede pedir más a niños y niñas con tan sólo 5 años? Atreverse a investigar un tema, trabajarlo en casa, organizar el discurso y exponerlo ante su grupo-clase. Estoy segura que muchos de nosotros (adultos) pasaríamos un «mal trago» ante semejante reto. Que finalicen con esa sensación de satisfacción por el trabajo realizado es la mejor motivación intrínseca que se puede generar. ¡FELICIDADES DANIEL!
En el turno de preguntas tan sólo hubo un interrogante en relación al porqué del envío de las piezas Lego al espacio, el resto de intervenciones fueron muestras de reconocimiento y felicitaciones ante su exposición.
El juego de la mañana, como no podía ser de otra forma, versó sobre la construcción libre con piezas que teníamos en el aula. Uniéndose por equipos, en algunos casos, para conseguir un objetivo común.
El momento de la representación gráfica, nos brindó la oportunidad de volver a trabajar el tema de la direccionalidad de la escritura, la proporción ajustada de las distintas letras, el proceso alfabetizador combinando copia y escritura autónoma y un montón de elementos referidos al lenguaje plástico-creativo (espacios, volumen, movimiento…) ¡Vaya artistas!
Traslado mi agradecimiento a la familia de Daniel por el esfuerzo realizado (por segunda vez, je) en el acompañamiento durante todo el proceso previo (que no es nada fácil) y por supuesto mi ENHORABUENA en mayúsculas a Daniel, porque ha cumplido las expectativas con creces.
¡Buen fin de semana!,
P.D: En estos días de fin de semana os enlazaré una entrada más, con algunas actividades de la semana.
Esther Justicia.