Aquí os dejo algunos enlaces a canciones de granja, que estamos practicando en clase para trabajar la propuesta de nuestra próxima salida. Espero que disfruten mucho cantándolas en casa.
Esther Justicia Justicia
Aquí os dejo algunos enlaces a canciones de granja, que estamos practicando en clase para trabajar la propuesta de nuestra próxima salida. Espero que disfruten mucho cantándolas en casa.
Esther Justicia Justicia
Hoy comenzamos una nueva propuesta de trabajo: » La Granja», con motivo de nuestra próxima salida a Parapanda.
Lo primero que tratamos es el lugar a dónde vamos y lo que más les preocupa, cómo nos vamos a organizar. Les cuento un poquito algunas de las actividades que realizaremos en la salida y guardo otras, como elemento sorpresa.
Dividimos la clase en dos grupos para distribuirnos en las habitaciones y tras un pequeño sondeo de qué nombres nos gustaría tener, elegimos Soles y Lunas.
Al llegar allí tendremos que identificar las habitaciones, de modo que hoy hacemos un «concurso de dibujo» en el que cada uno realiza una creación, lo más imaginativa posible, del símbolo de su equipo. Están expuestas en el tablón del aula y mañana votaremos cuál nos gusta más. Los dibujos elegidos presidirán nuestras habitaciones en la Granja Escuela.
Como en cada propuesta planteada en el aula, podéis aportar cualquier material que os parezca interesante para trabajarlo: cuentos, poesías, canciones, juguetes, etc.
Un saludo
Esther Justicia Justicia
Y como no podía ser de otra forma, el broche final de la Semana de la Lectura, para el grupo verde, lo ponen los abuelos y abuelas.
Que sería de nosotros sin todas esas historias tan entrañables, divertidas y sobre todo cargadas de cariño. Gracias a ellos se transmiten de generación en generación cuentos tradicionales con cierto encanto personal.
Para que el momento tuviese más encanto, nos trasladamos hasta nuestra biblioteca del cole y preparamos un rinconcito muy acogedor donde pretendíamos se sintiesen «como en casa».
Nos gustaría agradecer de una forma muy especial su colaboración en esta actividad a Lola, abuela de Carla, que nos ha deleitado con la lectura del cuento «Ricitos de oro» y a Manolo, abulo de Alejandra, que nos ofrece la lectura del cuento «Alí-babá y los cuarenta ladrones».
¡MUCHAS GRACIAS!
El proceso de enseñanza-aprendizaje no sería posible sin la estrecha colaboración entre escuela y familia. Los abuelos y abuelas no sólo forman parte de ella sino que la enriquecen con su sabiduría. Disfrutemos de ellos.
Esther Justicia Justicia
Nuestras alumnas de prácticas han llevado a cabo la clausura de la Semana de la lectura, con una representación teatral basada en este cuento de la editorial Kalandraka.
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla…
¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan sólo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: “Quizás entre todos podamos alcanzarla”.
Esta es una historia de deseos que parecen -a primera vista- inalcanzables, como la luna, pero que consiguen hacerse realidad gracias a la cooperación. Una ayuda mutua de la que son partícipes los más variados animales: La tortuga, sobre la que se sostendría el mundo, según la mitología; el elefante, la jirafa, la cebra, el león… hasta que finalmente uno de ellos, el más pequeño de todos…
Y así, a medio camino entre la fábula y la leyenda, este relato le regala al lector una poética moraleja que habla de generosidad, solidaridad y sueños compartidos; con una pizca de humor, la que aporta una luna sonriente, burlona y un poco saltarina.
“¿A que sabe la luna?”, escrito e ilustrado por el polaco Michael Grejniec, es un libro especialmente recomendado para primeros lectores. Basa su estructura en las repeticiones y la acumulación de personajes, un recurso muy frecuente en la literatura tradicional. Esta obra invita a ser contada, consiguiendo una gran participación entre el lector y el receptor.
Esther Justicia Justicia