¡Hola familias!
Hoy quiero haceros un breve resumen de nuestra semana, que como siempre ha estado llena de experiencias y aprendizajes.
El martes realizamos una de esas actividades que ya se han convertido en una pequeña tradición de nuestra clase, sembrar las habas. Cada año por estas fechas, dedicamos un ratito a este taller medioambiental, una propuesta que realizamos todo el ciclo juntos, porque el huerto es un espacio común que sentimos como nuestro. Compartir este momento con las otras clases del ciclo nos permite disfrutar del aprendizaje en comunidad, observarnos, ayudarnos y sentir que formamos parte de algo más grande.
Las profes Esther y Eva se encargaron de preparar la tierra con mucho mimo, dejándola lista para que cada peque pudiera sembrar sus propias habas. A partir de ahora tendremos la oportunidad de observar todo el proceso de crecimiento, cómo la planta brota poco a poco, cómo necesita agua, luz y cuidados. También crecerá en los peques la ilusión y el compromiso por cuidar algo que sienten como suyo.
Después de sembrar, cada uno hizo un dibujo de la experiencia. Me encanta ver cómo se van fijando más en los detalles, cómo intentan representar lo que ven y lo que sienten. Detrás de cada dibujo hay un avance en su manera de expresarse.
El juego, como siempre, ha estado muy presente. Y lo mejor es que… ¡la aventura pirata sigue muy viva! Aún quedan muchos tesoros por descubrir, muchas rutas por explorar y muchas historias por crear. No sabemos qué nos deparará el juego de la próxima semana, pero seguro que la imaginación de los rojitos nos sorprenderá una vez más.
Otro momento que cuidamos mucho es el de la lectura de cuentos y la lectura silenciosa. Desde pequeños es importante ofrecerles espacios tranquilos para mirar, imaginar, escuchar y concentrarse. Poco a poco, esos ratitos se convierten en auténticos momentos de calma.
Una de las cosas que más me ha emocionado esta semana ha sido verlos trabajar con los puzzles. Si los vierais… cómo se ayudan, cómo comparten, cómo esperan sin impacientarse… ¡es una maravilla! No buscan ser los primeros, sino disfrutar del proceso y del logro en equipo. Terminar un puzzle entre todos les ha hecho sentirse capaces y orgullosos, y eso refuerza mucho su autoestima. Les recordé algo que solemos decir en clase: “lo que empezamos, lo intentamos terminar”, y ver cómo interiorizan ese mensaje con solo cuatro años me llena de alegría.
En nuestra sesión de lógica matemática, nos hemos divertido mucho jugando al bingo, mezclando números, dados y dedos.
Otra actividad que nos está ayudando mucho a trabajar funciones ejecutivas es el juego del “Dos” (un juego de cartas de la familia del UNO) . En él los peques tienen que prestar atención, planificar su jugada, recordar qué cartas hay en su mano y qué han jugado los demás, y controlar los impulsos para esperar su turno. Además, deben adaptarse a las reglas cambiantes (colores, números o cartas especiales), lo que fomenta su flexibilidad cognitiva. Es un juego sencillo pero muy completo, lo recomiendo para jugar en familia.
En nuestro taller creativo, inspirado en el cuento “Draculina Baby”, trabajamos con rectángulos de colores y tamaños distintos para crear nuestro propio personaje. Descubrimos que muchas cosas a nuestro alrededor están formadas por formas geométricas. Otra actividad que nos encantó fue recortar papelitos diminutos, y os podéis imaginar la concentración y el silencio que se respiraba,jajaja…
Y para terminar la semana, dedicamos un espacio a una de las propuestas que más me gustan, las creaciones con piezas sueltas. Esta actividad, que parece tan sencilla, tiene un gran valor pedagógico. A partir de materiales variados (piedras, tapones, conchas, palos, anillas, etc.), los rojitos han clasificado, agrupado, comparado, han hecho seriaciones, han creado simetrías y, sobre todo, han expresado su creatividad sin límites. No hay una única forma correcta de hacerlo, y eso les permite explorar libremente, tomar decisiones y desarrollar su pensamiento lógico y estético a la vez. Es increíble ver cómo cada propuesta es única, reflejo de la mirada y la imaginación de cada uno.
Ha sido una semana preciosa, llena de momentos que nos recuerdan por qué disfrutar del proceso es tan importante como llegar al resultado.
Feliz fin de semana.
Silvia.





Esta semana en la clase rojita seguimos disfrutando de nuestra propuesta de los piratas, que nos tiene muy motivados. Cada día queremos saber más sobre los tesoros, las aventuras y la vida en el mar. A través del juego, nuestros peques han descubierto cómo era estar en alta mar, largas travesías en barco, tormentas inesperadas, islas misteriosas… y, sobre todo, la ilusión constante de encontrar tesoros escondidos. Nos encanta imaginar que somos verdaderos piratas, jugar en equipo, compartir ideas y ayudarnos unos a otros en cada nueva aventura.


Además de todo lo que generan nuestras propuestas de juego, seguimos con nuestra programación semanal. Llevamos a cabo tanto las
¡Los rojitos siguen imparables! Cada día estamos más inmersos en nuestras rutinas, la biblioteca del cole , las actividades de logica-matemática, especialistas, los juegos en el parque… y, cómo no, el trabajo sobre las emociones, algo que forma ya parte esencial de nuestro día a día.
Este pirata valiente surca los mares en su barco en busca de algo muy curioso… ¡las emociones! A lo largo de su viaje se encuentra con diferentes barcos, cada uno capitaneado por una emoción: el Capitán Alegría, el Capitán Tristeza, el Capitán Enfado y el Capitán Miedo. Nuestro amigo se sube a cada barco y, a través de sus vivencias, va descubriendo cómo se siente su cuerpo, su corazón y su mente con cada una de ellas.
Después de su gran aventura, el pirata vuelve con su tripulación y comparte su experiencia. ¿Y sabéis qué emoción fue su favorita? ¡La alegría! Porque cuando estamos alegres, el cuerpo se llena de energía, pensamos con más claridad, disfrutamos de lo que nos rodea… y eso es algo que los rojitos están empezando a experimentar también.







Como os dije en la reunión, vuestra colaboración es fundamental para enriquecer las experiencias del grupo. Y creedme, este curso ha comenzado de maravilla.
Representar gráficamente lo que han experimentado les permite reflexionar, organizar su pensamiento y revivir la experiencia.