Tranquilos, que no nos hemos vuelto locos con un nuevo proyecto de investigación, a estas alturas del trimestre ja, ja, ja.
Durante nuestra excursión de hoy a la vega hemos encontrado muchas plantas, que han florecido con la llegada de la primavera. Entre ellas hemos visto algunas plantas de bardana. Algunas con sus semillas o abrojos ya secos. Eva nos ha contado la historia que a nuestra compañera Daría le encanta contar a los niños/as, y es cómo hace muchos años un señor que paseaba por el campo descubrió que esas semillas se quedaban enganchadas en la ropa y se le ocurrió fabricar el velcro.
El origen real es atribuido a un ingeniero suizo llamado George de Maestral, en el año 1941.
La idea se le ocurrió un día tras volver de una excursión de caza con su perro en los Alpes. Observó que los abrojos (semillas) de la bardana se le enganchaban en la ropa y en el pelo de su perro. Los examinó bajo el microscopio y descubrió cientos de «ganchos» que se enganchaban a cualquier cosa que tuviese un bucle, como la ropa, el pelo de los animales o el cabello. Vio la posibilidad de unir dos materiales de forma reversible de manera sencilla si lograba crear artificialmente los ganchos y cintas bucle.
Una muestra más de cómo cualquier experiencia diaria puede convertirse en una oportunidad de aprendizaje y descubrimiento.
Durante el recorrido hemos tenido posibilidad de observar los cambios que la primavera ha traído consigo. Hemos comprobado que «el árbol del duende» ya tiene hojas y hasta frutos ¡madre mía cuando esas semillas maduren y empiecen a volar…! achís, achís, achís.
También hemos visto flores silvestres a los lados del camino, cómo la acequia regaba los campos colindantes, lo crecidas que están las esparragueras…









Un helicóptero, un tractor, varios coches y hasta un skater con su monopatín, han sido algunos de los medios de transporte con los que nos hemos cruzado.
Y como la naturaleza es maravillosa y sorprendente, un par de patos nos han acompañado con su vuelo, durante nuestro paseo.
Una experiencia, compartida con el resto del ciclo, que mes tras mes nos sigue emocionando y motivando.
Esta tarde hemos decidido realizar nuestro «cuaderno de campo» utilizando los pinceles y las temperas de colores. Vamos adquiriendo mayor destreza motriz a la hora de realizar actividades de precisión y eso se nota en nuestro trabajos.
Nos queda poquito de trimestre pero a mí me quedan muchas cosas que contaros:
- Nuestro proyecto para la Semana de la lectura (que ya os relaté en una entrada anterior y que he tenido oportunidad de comentar en múltiples ocasiones con vosotros) va «viento en popa». Hemos terminado la fase de escritura y también la de ilustración. Está quedando precioso.
- El jueves tendremos una nueva conferencia-experto, a cargo de Megan. Y entregaremos las carpetas trimestrales.
- Hemos colaborado en la confección del cartel que anuncia la Semana de la lectura. Recortando muchas de las portadas de los libros que veis.
- Hemos llevado a cabo un taller medioambiental, para fabricar jabones que serán el obsequio para nuestras familias colaboradoras, esa semana.
- Nuestro taller de cocina de «Kéfir casero» y bizcochos, en relación a la investigación sobre los microbios, fue un éxito.
- Hemos puesto cañas a nuestras plantas de guisantes.
- Hemos transplantado algunas plantas sobrantes del vivero para regalar a los abuelos/as que vengan a contar cuentos en la Semana de la lectura.
Y otro montón de cosas más que hacemos en nuestro día a día, que convierten nuestra convivencia escolar en una fuente continua de aprendizaje.
¡Seguimos aprendiendo de manera significativa!
Esther Justicia.