ÚLTIMA SESIÓN DE INTELIGENCIA EMOCIONAL DEL TRIMESTRE Y ÚLTIMA EXCURSIÓN A LA VEGA

A continuación os dejo un resumen de las sesiones realizadas en torno al desarrollo de la Inteligencia emocional y el disfrute de nuestro entorno próximo, con la excursión mensual a la vega de Granada.

  • Ayer lunes, tuvimos nuestra sesión de enriquecimiento curricular mensual, sobre desarrollo de Inteligencia emocional.

Como sabéis, la programación de estas sesiones corre a cargo del departamento de Orientación y Diversidad del colegio. La persona encargada de llevarlas a cabo en el aula es Laura H., psicóloga asociada al citado departamento, junto al tutor/a de cada clase.

En esta ocasión trabajamos sobre la identificación de distintas situaciones que pueden derivar en tristeza y enfado. Así como las distintas «soluciones» o herramientas, que hasta ahora hemos puesto en práctica en el aula, que nos ayudan a regular nuestro comportamiento en ambas ocasiones, así como a generar cierto bienestar físico y emocional.

Desde el inicio del curso, contamos en el aula con un «botiquín de emociones» en el que hemos ido incluyendo algunos objetos y láminas, según  hemos ido utilizándolos. Cada vez que nos hemos sentido tristes o enfadados, y nos ha costado un poquito «gestionar de manera correcta» esa emoción, bien sea porque nos anclamos en ella o porque nuestro comportamiento no se ajusta a las normas socialmente establecidas, hemos tratado el tema en grupo, hemos ido sugiriendo varias soluciones y acordando cuáles nos funcionan mejor.

Pues bien, ha llegado la hora de recurrir a ese botiquín de manera autónoma. Y para que esto sea posible hemos presentado la manera en que lo vamos a utilizar, así como las cosas que van a formar parte de él. Todo el mundo participó en la sesión aportando sus ideas y elaboramos una lista con aquellos objetos que quedan pendientes de incluir, bien porque hay que conseguirlos o porque hay que «fabricarlos».

A modo de ejemplo os digo que para la tristeza acordamos:

  • Un cojín en forma de corazón con brazos, al que podemos abrazarnos.
  • Algún cuento que nos guste mucho.
  • Una tarjeta en la que aparezcan besos, para solicitar a alguien que nos los de.
  • Un dibujo que represente «la flor de la calma».
  • Juegos de uso individual que nos gusten y concentren, para evadir pensamientos.
  • «Verdecito». Una especie de muñecajo con ojos al que contarle cómo nos sentimos, si en ese momento no queremos contárselo a nadie.
  • Un dibujo de dos amigos hablando, para solicitar ayuda de algún compañero/a.
  • Una foto del lugar preferido de cada uno/a.
  • Un aparato reproductor de música en el que poder seleccionar canciones alegres.

Estas herramientas serán utilizadas en momentos puntuales y bajo mi supervisión, ya que el acompañamiento del adulto es fundamental e imprescindible en estas edades.

Para el enfado acordamos:

  • Cosas blanditas para apretar.
  • Un «semáforo» que nos recuerde la importancia de pararnos, respirar y pensar.
  • Láminas que representen las respiraciones del «cuadrado», de «la flor» y de «la estrella».
  • Una lámpara de lava o botella de la calma.
  • «Verdecito».
  • «Gorro solitario». Un gorrino que nos pondremos si necesitamos permanecer en soledad unos minutos, sin que nadie invada nuestro espacio.

Algunas otras propuestas se basan en la solicitud de ayuda o acompañamiento de manera verbal, así que no poseen una forma tangible que incluir en el botiquín.

También surgió de toda esta lluvia de ideas el que en ocasiones estamos «tan liados» o sobrepasados emocionalmente, que no sabemos si quiera cómo nos sentimos o qué es lo que nos pasa. Para esas ocasiones sugirieron recurrir a la canción que utilizamos para concentrarnos trabajando, darnos masajes, hacernos cosquillas con plumas o disponer de un sitio en el que poder tumbarnos plácidamente.

Como veis, un sinfín de aportaciones que vislumbran el crecimiento en cuanto a desarrollo emocional que han tenido a lo largo de estos meses de curso. Trabajar de manera diaria y transversal la educación emocional, nos ha permitido adquirir un mayor grado de inteligencia emocional. Este trabajo o visión amplia de cómo abordar el tema emocional en las aula, va mucho más allá de la mera instrumentalización y alfabetización emocional, basada solo y exclusivamente en la aplicación de recursos y técnicas, mediante una programación estándar.

  • Hoy la actividad más especial llevada a cabo ha sido nuestra excursión mensual a la vega de Granada. En esta ocasión, y tal como está programado, el objetivo de nuestra salida era la observación y reconocimiento de los distintos cultivos que encontramos a nuestro paso. 

Comenzamos nuestro recorrido en dirección al río Beiro, a mitad de camino atravesamos uno de los terrenos que no está sembrado, para llegar hasta el carril bici y poder observar el caudal del río Genil.

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En nuestro paseo observamos algunos campos de maíz ya recolectados, también una gran extensión de ajos, y las esparragueras que vimos en la anterior salida. Sin embargo lo que más nos ha gustado ha sido jugar en la gran explanada, en compañía del resto de compañeros/as del ciclo.

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Como anécdota os diré que hemos descubierto dos huellas de reno y ya sabéis lo que eso significa, ja, ja, ja.

Convertirnos en aviones para subir y bajar el gran terraplén, también ha sido bastante divertido.

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Por la tarde, aprovechamos el taller creativo, para llevar a cabo una composición pictórica alusiva a la experiencia vivida por la mañana, que titulamos «Cuaderno de campo». En él intentamos plasmar, todos los detalles más significativos que hemos visto, para acercarnos de manera representativa y figurativa (en la mayoría de los casos) al paisaje real.

En primer lugar damos color al fondo, utilizando para ello los colores marrón y azul. Mientras seca dibujamos en un papel blanco nubes, nuestra figura humana, las montañas de Sierra Nevada y un gran sol. Recortamos nuestros figuras, de manera individual y cada uno/a compone su creación de manera libre.

La gran autonomía que demuestran ya, a la hora de realizar cualquier tarea, nos permite trabajar en grupo, realizando distintas tareas cada uno, de manera independiente.

Compartir espacio, intercambiar materiales, esperar turnos, respetar ritmos, valorar las producciones de los demás, solicitar ayuda… son algunas de las cosas que trabajamos con este tipo de agrupamientos y forma de llevar a cabo la tarea. Una gran forma de potencias esas «Soft skills» tan demandadas hoy en día por los equipos de recursos humanos de las grandes empresas mundiales.

¡Preparemos a nuestros peques para la vida real!

Además, de estas dos significativas experiencias, también hemos celebrado el cumpleaños de Daniela, con la degustación de un rico bizcocho de chocolate, aportado por su familia y la confección de un álbum de dibujos, que le hemos regalado.

Nos despedimos de ella hasta el año que viene, ya que ha «cogido vacaciones» unos días antes del fin del trimestre.

El jueves volveré a escribiros a través de este medio. A modo de recordatorio os digo que mañana tenemos el taller de cocina navideña y el jueves nuestro «almuerzo especial». También el jueves aliñaremos nuestras aceitunas, que ya están listas para ello. Si queréis aportar alguna receta para elegir los ingredientes del aliño, será bienvenida.

¡Hasta mañana!

Esther Justicia.