¡Hola a todos!
En esta entrada os voy a hablar un poquito acerca de los bloques lógicos, qué son, cómo se utilizan y cuál es su relación con el área lógico-matemática.
Se trata de un material estructurado, creado para trabajar procesos lógicos en el aprendizaje de las matemáticas.
Está compuesto por 48 piezas, cada una de las cuales se define por cuatro atributos : color (rojo, amarillo y azul ) , forma (triángulo, círculo, cuadrado y rectángulo) , tamaño (grande-pequeño) y grosor (grueso-delgado). Esto quiere decir que cada una de las piezas se puede diferenciar del resto por una, dos, tres y hasta cuatro variables distintas.
Aunque se trata de piezas con formas geométricas, el material no está destinado al trabajo específico de la geometría, aunque ésta sea una de las características que lo definen.
Es un material recomendado específicamente para el ciclo 3-6 años y que llevamos utilizando en nuestro centro desde hace décadas. Su uso permite trabajar las destrezas básicas del pensamiento lógico-matemático: observación, comparación, clasificación y seriación. Ayudando además al alumnado a razonar, asimilar los conceptos básicos de forma, color, tamaño y grosor, pasando gradualmente de lo concreto a lo abstracto.
Sirve principalmente para:
- Clasificar objetos atendiendo a uno o varios criterios.
- Comparar elementos con el fin de establecer semejanzas y diferencias.
- Realizar seriaciones siguiendo determinadas reglas.
- Identificar figuras geométricas por sus características y propiedades.
- Reconocer variables en elementos de un conjunto.
- Establecer la relación de pertenencia a conjuntos.
- Definir elementos por negación.
- Introducir el concepto básico de número.
- Emplear los conectivos lógicos (conjunción, negación, disyunción, implicación).
- Reforzar el concepto de porcentaje.
Existen múltiples formas de uso para este material, siendo la primera de ellas la manipulación libre, que permite dar rienda suelta a la creatividad mientras se familiarizan con el material. La creación dirigida de formas, figuras, hileras, secuencias… sería el siguiente paso a llevar a cabo. Para el cual se debe presentar cada pieza realzando cada uno de los cuatro atributos que posee. La identificación de atributos, mediante juegos del tipo «cuál es la pieza escondida», en la que debe adivinar a través de preguntas relacionadas con sus características, permite acceder gradualmente a la abstracción. Y la que hemos puesto en práctica hoy en clase que ha consistido en traducir códigos gráficos, mediante unas fichas que simbolizan los distintos atributos.
¡Ha sido una sesión magnífica y lo hemos pasado genial!
De forma paralela a esta actividad hemos seguido practicando el concepto de adición. Incluimos la parte manipulativa y la representación simbólica de la cantidad, así como los signos de suma e igual. Mientras una pareja jugaba a esto (estableciendo turnos y grados de complejidad) el resto del grupo hacía lo propio con los bloques lógicos.
Las rotaciones las han realizado de forma autónoma, así como los turnos para ir pasando por la responsabilidad de elegir los atributos para cada ronda de «bloques lógicos».
Este ejemplo de la derecha muestra otra de las múltiples aplicaciones que tiene el material presentado hoy, y que realizaremos en futuras sesiones.
Poco a poco vamos construyendo cimientos sólidos, que nos permitan avanzar en otros aprendizajes más complejos.
Hasta pronto,
Esther Justicia.