Hoy hemos comenzado la semana con una nueva sesión de entrenamiento o estimulación neurocognitivos.
Aunque de manera cotidiana lo realizamos en múltiples ocasiones a lo largo de nuestro día a día, resaltamos o enfatizamos este trabajo a través de los talleres complementarios de las tardes (dedicados al entrenamiento de las Funciones Ejecutivas) y también a través de estas sesiones, guiadas por Laura, con un enfoque más psicopedagógico.
Laura les presentaba los juegos de hoy como una forma de «despertar nuestras neuronas». Comenzamos con un juego por parejas, en el que la concentración ha sido clave. Debían adivinar qué figura estaba dibujando su compañero/a en la espalda. Aunque a priori pueda parecer sencillo, no lo es tanto. Los múltiples distractores que les rodean son estímulos a evitar, para mantener la atención focalizada. El grado de adquisición de la grafomotricidad de cada uno/a, por ejemplo levantando o no el dedo a cada trazo o siguiendo una direccionalidad concreta, son factores que influyen directamente en la percepción del estímulo correcto.
Seguir una secuencia de color predeterminada, incluyendo cada vez más elementos distractores, ha sido otra de las actividades que hemos llevado a cabo. La parte de «corrección» por parte de los iguales ha supuesto también una situación de alerta para todos los componentes del grupo, ya que mientras uno/a ejecutaba otro/a debía estar atento para detectar posibles «erratas».
En el último incluiríamos la importancia de pararnos a pensar antes de actuar, estrechamente ligada con la inhibición o control inhibitorio. También la memoria de trabajo, necesaria para recordar todas las consignas ofrecidas (caminar como un cangrejo, ir moviendo las pinzas mientras caminamos, escoger solo pelotas de los colores de los aros…) y por supuesto la planificación, en su versión «debut». Además de estar ejercitando habilidades motrices como la pinza o el empleo de la presión correcta.
Con este tipo de dinámicas estamos contribuyendo al mantenimiento, práctica o perfeccionamiento de las funciones cognitivas básicas y de orden superior. La atención, la concentración, la memoria, el razonamiento e incluso la planificación puestas en juego, establecen las bases para implementarlas en otro tipo de situaciones más complejas, que se nos irán presentando a lo largo de nuestra vida.
En el ámbito familiar podéis implementar estas prácticas casi con cualquier actividad cotidiana ,como podría ser poner la mesa, lavarse los dientes, hacer la compra o recoger los juguetes, por ejemplo. Os aconsejo probarlo, ya que los resultados son realmente sorprendentes.
P.D. Dentro de nuestra propuesta de China, hoy hemos llevado a cabo una sesión de juego compartido con el grupo rojo y mañana…¡Tendremos un banquete chino en toda regla! ya os contaré.
Esther Justicia.