Hoy hemos dado comienzo a los talleres quincenales, que este curso nos ofrece el departamento de Orientación y Diversidad del centro. Las temáticas están alineadas a las necesidades de cada grupo en cuestión y han sido consensuadas entre el departamento y la tutoría.
Disfrutamos hoy, con Laura, de unos juegos muy sencillos pero atractivos que nos permiten entrenar el control inhibitorio o control de impulsos.
Ha comenzado presentándonos a «las criaturas silenciosas». Unas pequeñas criaturitas que detestan el ruido y que viven dentro de una mochila hecha de un material que aísla el ruido. Cuando están dentro no pueden escuchar nada, así que permanecen tranquilas, sin embargo cuando salen debemos intentar mantener un nivel de ruido mínimo, para no asustarlas.
Como si de magia se tratase, tan sólo estar fuera de la mochila la primera criatura peludita, el grupo entero ha asumido una actitud de silencio, sin que nadie diese indicaciones al respecto. Introducir un «elemento sorpresa» o novedoso dentro del aula, en ocasiones produce este efecto tan asombroso. No dejéis de preguntar a vuestros peques, porque han sugerido utilizarlos cuando estemos realizando una actividad de mucha concentración ¡no me lo creo!
Después hemos hecho un juego, primero de forma individual y luego por parejas, consistente en montar una «torre de vasos numérica» , partiendo de un patrón ofrecido. La necesidad de poner el foco en el ejercicio, prestando atención absoluta, era fundamental para su consecución en un tiempo récord. A veces al llegar a los vasos se les había olvidado el número que tenían memorizado y debían volver otra vez a las indicaciones. Otras veces no habían establecido una estrategia previa (o planificación) con la pareja de juego y era algo que influía también notablemente.
Hemos ido descubriendo, con el paso de todos y todas, cómo a mayor concentración y planificación, mejores resultados.
Por último hacemos otro juego «recorrido con huellas». Consistía en un recorrido que debían hacer saltando, con la premisa de respetar la dirección que marcaban las huellas. En ocasiones tras varias piezas en la misma dirección, aparecía una en dirección opuesta o diferente, eso les obligaba a inhibir el impulso de seguir saltando de manera automática para detectar la nueva indicación.
La próxima sesión será el 16 de octubre y ya tenemos ganas de volver a vivir la experiencia.
En otro orden de cosas, deciros que la propuesta de «los castillos» ha cobrado hoy algo más de fuerza, con algunas aportaciones recibidas en la asamblea. En el juego (algo más corto de lo habitual por la visita de Laura) se han visto reflejados muchos de los aspectos tratados hasta ahora.
Acordamos que en esta ocasión no utilizaremos los disfraces para jugar a castillos, sino el material de construcción del aula y un precioso castillo que nos ha prestado Ángela. Seleccionamos todo aquello que pensamos puede servirnos, planteamos una idea de cómo recrear un castillo, añadimos elementos que en principio no habían sido seleccionados (con la consiguiente argumentación del porqué), construimos, construimos, construimos … y finalmente jugamos en grupo.
Como veis han incluido caballerizas, huerto, dependencias reales… ja, ja, ja ¡creatividad al poder!
A lo largo de toda la semana podéis seguir realizando aportaciones para la propuesta.
Nos vemos mañana,
Esther Justicia.
Que bonitas e interesantes las sesiones con Laura , y con el tema de los castillos, estamos aprendiendo hasta los adultos cosas nuevas jaja, que ilusión hace que tu hija , te enseñe y cuente cosas sobre Historia que una no sabía…. jaja .
Feliz día
Qué bien Damaris, cuánto me alegro que Ángela traslade al ambiente familiar parte de las experiencias que vive en el cole ¡eso es el verdadero aprendizaje significativo! En cuanto a la ilusión de aprender de nuestros pequeños ¿qué decirte? más de 20 años llevo yo aprendiendo día a día cosas interesantísimas de estos pequeños, es una de las satisfacciones más grandes de ser MAESTRA.
Feliz día para ti también.
Esther.