El contacto con la naturaleza es necesario…proporciona muchos beneficios para toda la vida en lo que respecta a la salud física, la salud mental y la competencia académica.
Introducir a los niños y niñas a diferentes entornos naturales puede ayudarles a pensar más allá de su entorno inmediato, el aprendizaje y la educación basados en la naturaleza mejorará su rendimiento académico y el pensamiento crítico.
Estos días, con la llegada del OTOÑO, damos especial relevancia al tema de la naturaleza, su conocimiento, conservación y nada mejor que vivenciar desde lo más cercano. Nuestro colegio tiene un enclave particularmente propicio para ello, dentro de la Vega de Granada y en nuestro proyecto educativo esto toma el gran valor que posee.
Conocer desde la acción directa facilita que el aprendizaje sea significativo, así que además de aprender a través del juego libre (Método de Propuestas), no podemos menos que aprovechar los recursos que nos ofrecen nuestros espacios exteriores.
Vivenciamos a través de nuestro jardín los primeros indicios de la nueva estación.
Las tortugas del estanque se dejan ver:
¿A qué huele el Otoño?
El otoño tiene un sonido muy particular, ¿os habéis dado cuenta?
Durante todo el recorrido estamos atentos a lo que íbamos encontrando:
Ofreciendo a nuestros peques un contacto directo y frecuente con el medio natural estamos enseñándoles a cuidar una parte de sí mismos, a cuidar de su colegio.
En esta entrada me gustaría tratar un tema que dada su extensión, no pude abordar en la reunión de grupo del lunes pasado. Este tema es: el uso de las pantallas en la edad infantil y su relación directa con la red atencional de nuestro cerebro.
Todos sabemos que la atención es una habilidad bastante compleja,así como que existen muchos tipos distintos de atención. Sin entrar en el terreno puramente científico, ni centrarnos en autores/as concretos, podríamos dividir de una forma básica la atención entre atención automática y atención ejecutiva.
La primera de ellas es la que se activa, como su propio nombre indica, de forma automática ante cualquier hecho o acontecimiento que sucede a nuestro alrededor. Pongamos como ejemplo escuchar nuestro nombre, un ruido, etc. En cambio la segunda, depende más de procesos internos controlados, mediante los cuales se selecciona información relevante para ser utilizada.
Desde hace varias décadas la neurociencia cuenta con aparatología específica que nos aporta datos reales de cómo es el funcionamiento de nuestro cerebro y qué parte o partes se activan mientras estamos realizando determinadas actividades.
Son muchos los estudios que aportan datos relevantes al respecto de la importancia de entrenar nuestro cerebro, para conseguir una mayor neuroplasticidad y por tanto mayor número de conexiones neuronales. Así como también que la atención es la base o el sistema de regulación del comportamiento.
Pues bien, como os informé en la reunión, este curso hemos iniciado la práctica de Mindfulness como herramienta para el entrenamiento de la atención (en este caso focalizada) y también las actividades específicas de funciones ejecutivas(control inhibitorio, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo) para optimizar el desarrollo de nuestra corteza prefrontal.
Si nos pidieran que centremos nuestra atención, como adultos, en algún tema mientras a nuestro alrededor suceden acontecimientos mucho más atractivos, motivantes… necesitaríamos realizar un verdadero esfuerzo para focalizarnos en ese tema en cuestión y no caer en los elementos distractores. Se necesita un cierto nivel de calma para logradlo. A mayor atención, mejor control de impulsos y por tanto mejor desarrollo emocional y social; también mayor rendimiento académico.
Pues bien, todo lo anteriormente explicitado alude a cómo entrenar nuestra atención, pero existen algunos elementos que lo que hacen es dificultar este proceso, como por ejemplo la exposición a las pantallas a edades muy tempranas. También es muy importante la selección del contenido y por supuesto «la velocidad» del contenido en cuestión. No quisiera poner ejemplos concretos, pero todos conocemos algunos dibujos animados que más que entretener lo que hacen es hiperactivar, debido a la gran velocidad de los cambios de escena, la música y el color vibrante que presentan. Aunque estén recomendados para público infantil debemos pensar que no solo podemos atender a recomendaciones educativas sino priorizar la salud neurológica de nuestros pequeños.
Os dejo como muestra (de los cientos que existen) un vídeo que explica con bastante claridad la repercusión que tienen las pantallas en el desarrollo cerebral.
Espero que esta entrada os haya invitado a reflexionar sobre este tema y la gran trascendencia que tiene tanto a nivel neurológico como educativo.
¡Seguimos remando juntos en esta aventura que es la educación!