Estos dÃas, con la llegada del OTOÑO, damos especial relevancia al tema de la naturaleza, su conocimiento, conservación y nada mejor que vivenciar desde lo más cercano. Nuestro colegio tiene un enclave particularmente propicio para ello, dentro de la Vega de Granada y en nuestro proyecto educativo esto toma el gran valor que posee.
Durante todo el recorrido estamos atentos a lo que Ãbamos encontrando:
Ofreciendo a nuestros peques un contacto directo y frecuente con el medio natural estamos enseñándoles a cuidar una parte de sà mismos, a cuidar de su colegio. Â
En esta entrada me gustarÃa tratar un tema que dada su extensión, no pude abordar en la reunión de grupo  del lunes pasado. Este tema es: el uso de las pantallas en la edad infantil y su relación directa con la red atencional de nuestro cerebro.
Todos sabemos que la atención es una habilidad bastante compleja,asà como que existen muchos tipos distintos de atención. Sin entrar en el terreno puramente cientÃfico, ni centrarnos en autores/as concretos,  podrÃamos dividir de una forma básica la atención entre atención automática y atención ejecutiva.
La primera de ellas es la que se activa, como su propio nombre indica, de forma automática ante cualquier hecho o acontecimiento que sucede a nuestro alrededor. Pongamos como ejemplo escuchar nuestro nombre, un ruido, etc. En cambio la segunda, depende más de procesos internos controlados, mediante los cuales se selecciona información relevante para ser utilizada.
Os dejo como muestra (de los cientos que existen) un vÃdeo que explica con bastante claridad la repercusión que tienen las pantallas en el desarrollo cerebral.
Espero que esta entrada os haya invitado a reflexionar sobre este tema y la gran trascendencia que tiene tanto a nivel neurológico como educativo.
¡Seguimos remando juntos en esta aventura que es la educación!