¡UNA SEMANA MUY «MOVIDA»!

Tras volver a «sufrir» hoy, nuevos temblores de tierra de intensidad más que moderada, me ha parecido bastante oportuno el título de la entrada. Que bien puede interpretarse de manera real o metafórica, en cuanto a nuestra actividad en el cole, que también ha sido frenética.

La jornada del martes la dedicamos íntegramente a actividades en relación con el área lógico-matemática. Por la mañana distribuimos la clase en «estaciones de juego» diferenciando cuatro espacios en los que incluimos el dominó, la oca, las cartas gigantes y puzzle relación grafía-cantidad junto a uno parecido al Dobble de rapidez visual y mental.

De igual modo establecimos parejas de juego y ellos mismos fueron dándose los turnos para las rotaciones. Si alguno terminaba antes, echaba otra partida para esperar turno o simplemente observaba el juego para conocer las reglas, ya que no todos estaban relacionados con los juegos presentados.

 

«LA CARTA MÁS ALTA»

Utilizando una baraja con los números del 1 al 10, se reparten todas las cartas entre los dos jugadores. Contando 1, 2 y 3 deben colocar cada uno de ellos una sobre la mesa en el centro y se queda con ambas cartas el jugador que tiene el «número más alto». Gana quien consiga más cartas.

«EL DOMINÓ»

Una variante algo más sencilla que el tradicional, ya que aunque incluye los puntitos, cada uno tiene atribuido un color distinto, para facilitar su identificación.  De momento no utilizan estrategia alguna para ganar al contrincante y por tanto las fichas están a la vista del otro, tanto que hasta se ayudan entre ellos.

«RELACIÓN GRAFÍA-CANTIDAD»

Un sencillo puzzle con el que seguir practicando la correspondencia entre las grafías de los números y la cantidad que representan.

«LA OCA»

Juego de sobra conocido pero en el que es necesario acordar algunas normas en relación a los turnos sin jugar en determinadas casillas como el laberinto, la cárcel o el pozo.

Los juegos de mesas son recursos fantásticos para utilizar no sólo como entretenimiento sino para el conocimiento y asimilación de algunos contenidos en relación al área matemática. El conteo, la recta numérica, el concepto de cantidad, las grafías, la orientación espacial, el reparto, la comparación entre cantidades para ver cuál es mayor, etc. son sólo algunos de ellos.

Además el acercamiento al juego reglado permite enfrentarse a la frustración de perder, practicar la espera con el turno, aprender de los demás cuando aprendemos las reglas y por supuesto el entrenamiento de las principales funciones ejecutivas: control inhibitorio, atención y memoria de trabajo.

Por la tarde, mientras yo preparo el material del taller creativo (que al final hemos hecho el jueves), realizan la conocida actividad de unir los puntos. Incluyendo distintos niveles de dificultad según el momento evolutivo de cada uno. Algunos trabajaron sobre la serie numérica del 1 al 20 (con alguna que otra «trampilla») y el más complicado iba hasta el 102, apareciendo tan sólo las grafías de los números pares. 

El miércoles, la gran mayoría mostraba signos de cansancio, debido al trasiego e incertidumbre de la noche anterior, a razón de los terremotos sufridos en nuestra ciudad.

En la asamblea hacemos una puesta en común de lo que cada uno vivió y pasamos la mañana entre juegos tranquilos, luz tenue y música relajada, todo «a medio gas», je.

Tras poder salir al parque a jugar, para disfrutar del aire libre y la naturaleza, cargamos pilas lo suficiente como para terminar la jornada con un taller de biblioteca en el que escogimos estos ejemplares para disfrutar de su contenido:

La vergüenza, la dificultad para conciliar el sueño, el comportamiento o la aceptación de las diferencias como un valor, son las temáticas incluidas en ellos. Acercar al alumnado a través de los cuentos, aspectos de Educación Emocional para su conocimiento, identificación y posterior regulación, ofrece múltiples opciones para enfrentarse con asertividad, empatía, resiliencia y una gran inteligencia emocional, a los avatares de su vida.

Hoy hemos llevado a cabo el taller creativo, «nuestras propias pizarras individuales». La fase de recortado y pegado del papel especial de pizarra sobre cartón la he hecho yo, ya que requería algo de destreza para que no hiciese pompas y cumpliera la función requerida. Luego juntos hemos trabajado el rectángulo, aprendiendo a medir con nuestras manos cada uno de sus lados, para comprobar que dos de ellos eran más largos y los otros más cortos, siendo entre ellos de la misma longitud. Así que deben coger las tiras correctas para enmarcar la pizarra, las pegamos con sumo cuidado y terminan decorándolo con la inclusión de su nombre en la parte superior y el resto del marco con una seriación de gomets. Han elegido tres distintos cada uno, con la única consigna de respetar la seriación durante toda la superficie. ¡Han quedado chulísimas!

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Por la tarde, utilizamos las pizarras para el taller alfabético. Con ayuda de la «caja de los sonidos» vamos nombrando algunos objetos, identificando cuál es el fonema por el que empiezan y qué grafema escogemos para guardarlo en su lugar. Después jugamos a escribir a nuestra manera los nombres de los objetos en las pizarras: moto, coche, naranja, cerdo, lápiz y silbato.

En el exterior, hemos disfrutado de un día totalmente primaveral.

Mañana os volveré a escribir por aquí, para contaros la actividad especial que vamos a llevar a cabo en el colegio, con motivo de la celebración del día de la Paz y la no violencia.

¡Buenas noches!,

Esther Justicia.