¡Buenos días!
Seguimos adelante con nuestra propuesta de hábitos saludables y tras haber realizado una primera identificación de cuáles son aquellos que lo son y los que no tanto, damos paso a otro gran bloque que es el de la alimentación saludable y equilibrada.
De sobra es conocida por todos, la pirámide de la alimentación, una herramienta que ofrece tanta guía como controversia dentro del ámbito de la nutrición. Existen tantas pirámides como búsquedas realicemos a través de Internet u objetivos se quieran cubrir. Algunas se ajustan más que otras a las recomendaciones ofrecidas desde organismos como la AEP (Asociación Española de Pediatría) o la OMS (Organización Mundial de la Salud), pero no existe un consenso único para implementarla en nuestros hábitos nutricionales.
Hay que tener en cuenta que se trata de una orientación genérica que es necesario adaptar a la edad, condición física, gasto energético, lugar de residencia …
Dejando a un lado la elección de una u otra, existen ciertos aspectos básicos y generales que podrían incluirse en ella como:
- Ingesta de agua
- Realización de ejercicio físico regular
- Clasificación de los alimentos en grupos
- Inclusión de raciones diarias, semanales u ocasionales
Así que mi propuesta de hoy es que cada uno realice en casa su propia pirámide de la alimentación, para tener una referencia sobre la que guiarse. Posteriormente se puede reflexionar acerca de si de manera habitual se sigue o no, cuántas veces «nos saltamos» la recomendación de consumir alimentos menos procesados… y descubrir que elaborar un menú semanal «consensuado» (que respete esas directrices) es una opción fantástica para no tener que lidiar diariamente con ciertos platos que nos gustan menos.
¡Espero vuestras pirámides y menús!
No es necesario hacerla muy elaborada, partiendo de la figura básica y teniendo claro que en la cúspide van los alimentos que debemos tomar con menos frecuencia o de forma esporádica y en la base los principales a incluir en la dieta, es suficiente. Después se pueden dibujar, pegar de revistas o impresiones… Para el menú exactamente igual, un cuadrante básico en el que incluir cada semana las distintas comidas.
La alfabetización puede estar presente en el título de la pirámide y la nomenclatura de los días de la semana, el resto cuanto más creativo y visual sea mejor.
Os dejo un enlace de la Asociación Española de Pediatría que igual os ayuda en la elaboración del menú.
No lo toméis como una tarea sino como una posibilidad de instaurar una rutina en torno a la alimentación, que a corto/medio plazo aportará múltiples beneficios a la salud familiar y no sólo física sino también mental. Sobre todo en aquellos casos en los que existen ciertas reticencias a la ingesta de muchos alimentos, es difícil controlar el exceso de chuches o procesados y el tema de la comida se convierte en un «momento crítico» en la jornada diaria.
¡Aprovechemos la ocasión!
En este otro, se incluye un artículo de prensa emitido por la Organización Mundial de la Salud, en el que se ofrecen no sólo datos y cifras (que a veces son necesarios tener presentes para concienciarse) sino también muchos consejos prácticos para llevar a cabo una alimentación sana.
Por último, os adelanto que nuestro encuentro del próximo jueves a través de teleconferencia estará enfocado al área lógico-matemática, ya que las dos últimas sesiones hemos priorizado la alfabética, en torno a las exposiciones orales (animales de granja) y la memoria de trabajo a través de la conciencia fonológica (pasapalabra granja y huerto). Os envío comunicación a través de «apoyofamilia» con el material necesario para la sesión.
Ahora os dejo unas fotos de Pablo con su planta de tomates y haciendo unas riquísimas galletas.
Y también de Hernán realizando actividad física en familia, al aire libre.
¡Hasta mañana!,
Esther Justicia.