¡Buenos días a todos!,
Tras un par de entradas dirigiéndome a vosotros y a «mis peques», en torno a la programación didáctica que teníamos prevista desarrollar en este último trimestre, y enfocando mis orientaciones a aspectos más puramente pedagógicos, me apetecía y sentía la necesidad, de dedicar unas líneas al bienestar emocional.
Sin ánimo de entrar en teorías fundamentadas, investigaciones contrastadas ni en una profundización del tema en cuestión, me parece una obviedad afirmar que los niños poseen una capacidad mucho mayor que los adultos para ser conscientes de sus sensaciones físicas (manifestación tangible de las emociones). Las responsabilidades, los recuerdos del pasado y las preocupaciones futuras, provocan en nosotros (los adultos) cierta desatención al momento presente que estamos viviendo.
En los primeros años de vida, se sientan las bases del futuro desarrollo cognitivo, lingüístico, psicomotriz, social o emocional. Todas las situaciones y experiencias que vivimos, conforman un ambiente que incide en mayor o menor medida en las conexiones neuronales que se producen en nuestro cerebro.
En la situación tan excepcional que nos ha tocado vivir, debemos ser conscientes de nuestra propia salud emocional, ya que la estamos proyectando en nuestros hijos e hijas y somos un espejo para ellos.
No se trata por tanto de reprimir o esconder aquellas emociones que a lo largo de la jornada nos asaltan, para intentar ofrecer una imagen idílica y dulcificada de la realidad. Más bien os animo a conocer, aceptar, gestionar y regular nuestras emociones, para poder llegar a un proceso de equilibrio u homeostasis emocional, que desemboque en cierto bienestar.
Os dejo este artículo que habla acerca de porqué no deben reprimirse las emociones, para aquellos que queráis seguir indagando en el tema.
En mi propia reflexión personal, he decidido aceptar la nostalgia que me invade cuando pienso en «mis niños» y en todo lo que estaríamos haciendo ahora mismo en el cole. Me ha reconfortado dedicar un tiempo a ver todas las fotografías de este curso y he decidido dejaros esta selección, que ofrece una visión de algunos trabajos que hubiésemos realizado en torno a la actividad del vivero y cómo hubiésemos montado hoy (que era el día destinado para que vendiésemos nosotros) la tienda.
Ahora os dejo con la propuesta del taller creativo para esta semana (para que podáis ver a Charito os he puesto una foto suya, ssshhh).
¡Hola verdes, hola familias!
Como el próximo 23 de abril se celebra el día del libro, Esther y yo hemos pensado que podíamos hacer unos bonitos marca-páginas para regalar a toda la familia.
Con esta técnica lograréis unos espectaculares resultados, es muy sencilla y consiste en mezclar en un mismo soporte, los tres ingredientes que os dejamos más abajo. La creación resultante ofrece unos sorprendentes efectos.
Materiales que se necesitaréis:
- Cartulina o papel para acuarelas (tamaño folio)
- Acuarelas
- Cola blanca o transparente de tipo escolar
- Sal común
- Pinceles
Realización:
- En primer lugar pintamos el soporte que vayamos a usar con los colores que más nos gusten. A continuación hay que ir repartiendo la cola sobre el soporte, siguiendo vuestro instinto creativo, ¡sacarás aquí lo mejor de tu imaginación!. Con los chorretones de cola verás mil y una formas que te recordarán animales, plantas y objetos.
- Después será el momento de esparcir la sal sobre el soporte, ésta producirá unos bonitos efectos al absorber los pigmentos de color, al tiempo que dará relieve a la pintura.
Estos tres ingredientes se pueden mezclar de diversas formas, así que también se puede aplicar una capa de cola sobre el soporte a pintar y dejarla secar. Tras ocho horas de secado se comienza a pintar con las acuarelas y después se esparce la sal sobre el soporte. Se consigue el mismo efecto de relieve y lavado de los pigmentos.
Podemos probar e investigar las distintas variantes de esta técnica, lo realmente espectacular es el efecto de la sal común sobre los pigmentos de la acuarela, un efecto que reporta unos interesantes resultados.
- Esperamos a que se seque y después cortaremos en tres o cuatro partes iguales y nos quedaran unos bonitos marca-páginas. Para que nos queden todavía más chulos, os sugerimos que ensartéis por un lado un cordón o cinta con un nudo.
Esperamos que nos hagáis alguno a nosotras para nuestros libros.
Un abrazo para todos. Charito.
Para terminar la entrada de hoy os dejo con estos fantásticos vídeos en inglés que ya en alguna ocasión han utilizado con Débora, para que puedan seguir practicando en casa este área. El primero os puede servir para jugar en familia a hacer mímica o adivinar como nos sentimos y el otro para seguir practicando los colores.
Mil besitos y abrazos para mis peques,
Esther Justicia.