«La paz comienza con una sonrisa» (madre Teresa de Calcuta), una cita que abre la puerta hacia una reflexión más profunda de cómo alcanzar una convivencia en paz y armonía con los que nos rodean.
Como cada año, la celebración del día de la Paz y la no violencia escolar, es celebrado en nuestro centro con una significación muy especial. Realizamos una actividad que engloba a todo el alumnado de 3 a 12 años y que se lleva a cabo mediante la estructuración de los participantes en grupos heterogéneos de edad, de forma que las relaciones interpersonales se enriquezcan y complementen.
En esta ocasión hemos visto conveniente y necesario abordar el tema desde la necesidad imperante de comenzar por nuestra paz interior, como forma de promover la paz con el resto de las personas.
Dentro del trabajo en torno a la educación emocional de nuestro alumnado utilizamos numerosos recursos, experiencias y actividades que posibilitan un mayor conocimiento de las emociones: nomenclatura, identificación, gestión y regulación. Una de las muchas herramientas que en los últimos cursos hemos implementado es la práctica sistemática de Mindfulness como forma de entrenamiento para que la atención individual se centre en el AQUÍ Y EL AHORA (con todo lo que ella implica).
En numerosas ocasiones la vorágine en la que nos vemos envueltos (adultos y niños) nos hace mantenernos en un constante «piloto automático» que coarta las posibilidades de disfrutar de todas las cosas maravillosas que suceden a nuestro alrededor en el día a día. Pararnos en situaciones cotidianas que son dignas de agradecimiento, como una sonrisa, un compañero que solicita mi ayuda, alguien que reconoce nuestro trabajo, un abrazo, una mirada cómplice, el juego compartido, la ayuda mutua, el privilegio de estar en contacto con la naturaleza cada día, una familia que nos quiere y acompaña, etc. , debería formar parte de nuestra conciencia emocional y para ello podríamos instaurar la «dinámica de la gratitud», con la que cada día recordemos algo por lo que sentirnos agradecidos, que disipe aquellas emociones con connotación más negativa que suelen fijarse con más fuerza en nosotros.
Como principales agentes educadores que somos (familia y colegio) de «nuestros peques» debemos ser conscientes que son reflejo de lo que ven y viven, así que trabajemos nuestra emoción para poder acompañarles a ellos.
Os dejo el enlace del video sobre el cual realizamos ayer la reflexión con el alumnado y os propongo volver a verlo en familia. Serán ellos mismos quienes os aporten la cantidad de aspectos que se analizaron, descubrieron y aprendieron.
https://youtu.be/LD6Zox0xshI
Ya que la práctica formal de Mindfulness con edades tan dispares no es demasiado significativa, recurrimos a los mandalas como herramienta que favorece la relajación y concentración, si se realiza de la forma adecuada. Les dieron color por parejas y comenzaron de fuera hacia adentro, que es la forma de conseguir la concentración. El resultado está expuesto en los distintos tablones expositores de la planta de primaria e infantil.
Para finalizar nos reunimos todos e hicimos una asamblea en la que compartimos las reflexiones obtenidas en cada uno de los grupos y nos felicitamos conjuntamente el DÍA DE LA PAZ.
¡Un abrazo!,
Esther Justicia.