Ayer retomamos nuestra actividad de los expertos, después de unas cuantas semanas de descanso. El tema era igual de interesante que extenso, EL IMPERIO ROMANO y corrió a cargo de Luis.
Él es buen conocedor de muchísimas cosas relacionadas con este tema, ya que le entusiasma todo lo que tiene que ver con la historia antigua, no en vano lo escogió. Pues bien, ha acotado un poco para que la extensión se equiparase al resto de conferencias (al igual que le ha ocurrido a otros compañeros y compañeras).
Realizó una exposición muy amena con cambios en la entonación, que hicieron captar la atención del auditorio y acompañada de un material visual que nos fue aportando una visión más clara y/o cercana de los que nos iba narrando.
Para introducir el tema nos relató la historia de Rómulo y Remo, como acontecimiento que dio inicio al Imperio Romano. Nos contó que eran hijos del dios Marte y de una humana muy guapa. El tío de ambos imaginó que cuando crecieran serían unos hombres fuertes que le quitarían el trono de su reino, así que decidió matarlos arrojándolos al río Tíber «era muy malo, sabéis» (nos dijo mientras realizaba una muesca con su cara). Pero Rómulo y Remo tuvieron mucha suerte porque los rescató una loba que los alimentó con su leche. Después unos pastores les dieron de comer «leche, queso … umm y todo eso que se hace con la leche», hasta que se hicieron mayores.
Los dos hermanos decidieron crear su propia ciudad, pero Rómulo quería crearla junto al río y Remo en lo alto de una colina «así que se pelearon mucho, hasta que Rómulo mató a Remo» y creó Roma «que por eso se llama así».
Después Roma creció mucho y se extendió a muchos países «todos los que veis en amarillo», porque tenía un ejército muy grande y muy fuerte «este es de playmobil pero era de verdad, eh». El ejército se llamaba Legión y sus soldados legionarios.
Después nos nombró y detalló cada una de las partes de la indumentaria de éstos.
«Ahora os voy a contar quienes fueron los enemigos de los romanos, que me lo sé de memoria totalmente».
Primero fueron los cartagineses. «Cartago estaba aquí (dijo señalando en el mapa) y fueron por todo esto de aquí hasta que llegaron a Roma, que es la bota de color rojo».
Su capitán se llamaba Aníbal Barca y tenía un caballo llamado Strategos que «sabéis lo que hacían cuando los niños no se portaban bien, pues les decían que va a venir Strategos…» . Los cartagineses tenían un ejército de elefantes que les ayudó a cruzar los Alpes y «¿sabéis porqué les ganaron a los romanos?, pues porque los romanos nunca habían visto elefantes africanos y les dio muchísimo miedo». Pero al final los romanos construyeron otras armas y ganaron las batallas.
Después llegaron los galos «eh, ¡Astérix y Obélix no existen!» que llevaban jabalíes a sus batallas y luego los egipcios que utilizaban camellos.
Julio César, que era el emperador de Roma consiguió conquistar la Galia y Egipto. El ejército era tan fuerte porque tenían la «formación tortuga», unos ponían los escudos delante de ellos y los demás por arriba, así las flechas nunca les daban y se protegían muy bien «veis como el caparazón de la tortuga, que cada trozo de éstos parece un escudo».
Su última parte fue la vida en Roma. Aquí nos dio detalles acerca de cómo eran las casas de los ricos (con jardín, agua, piscina, calefacción…) y las de los pobres (de madera y ladrillos viejos de barro, las familias vivían en una sola habitación y tenían que cocinar fuera porque si no se incendiaba la casa).
También nos dijo que a la escuela sólo iban los niños ricos ni los niños pobres ni las niñas podían asistir (nuevamente muesca como de … estáis escuchando ésto).
El Coliseo o anfiteatro era el sitio donde luchaban los gladiadores unos con otros o con los leones y la gente iba a ver el espectáculo para divertirse. También estaba el circo, en el que se hacían carreras de cuádrigas. En el templo romano era donde les rezaban a los dioses «y aquí estoy yo con mi hermana en el templo de Diana que está en Mérida «¿sabéis dónde está Mérida?, pues aquí (señala en el mapa)».
Para terminar nos muestra la imagen de un acueducto (el de Segovia) y nos cuenta para qué servía y un calendario que fue inventado por Julio César «como conquistaron España, por eso nosotros tenemos calendarios».
Como podéis ver una exposición muy dinámica y que provocó el aplauso espontáneo de sus compañeros, nada más finalizar (bueno Ángel aplaudió toda la conferencia, quedó clarísimo que le encantó).
En el turno de preguntas, que fue muy extenso, surgieron cosas como… ¿por dónde pasa el agua en los acueductos?, ¿porqué no va por debajo?, ¿porqué ese romano lleva una maleta? (se confundieron con el escudo), ¿cómo son las maletas de los romanos?, ¿cómo se llama el romano del barco que lleva esos pelos en el casco?, ¿porqué los romanos luchaban tanto? …
Nos quedó claro (entre otras muchas cosas por supuesto) que si el agua viajase por abajo nos mojaríamos los pies, que los romanos no tenían maletas porque sus juguetes pesaban muy poco y no las necesitaban, que ese romano tan curioso se llamaba centurión (explicando lo que era una centuria) y el intercambio de impresiones derivó en las guerras púnicas y … hasta aquí puedo leer. ¡Os podéis imaginar el ambiente de juego después!, no bajamos ni al parque, estaban metidísimos en su papel.
¡Enhorabuena por este magnífico experto!,
Esther Justicia.
Felicidades por tu trabajo Luis!! Un experto muy interesante y completo!!! La de cosas que nos están enseñando estos verdes!!!
Y aún quedan algunos…
Ya quedan poquitos, pero sí todavía nos quedan algunos. Hoy hemos tenido otro, que os enlazaré en un ratito, je.
Madre mía Luís, vaya trabajo, que tema tan complicado e interesante, hoy hemos visto el blog y Angel estaba muy emocionado de volverte a ver!!!! Felicidades a todos los implicados!!
Creo que se contagió del entusiasmo de Luis, su cara lo decía todo.
Enhorabuena LUIS, vaya tema bonito y que bien se lo has transmitido a tus compañeros, se nota que es un tema que te apasiona.
Permitir que el tema parta de su interés es fundamental.
Bueno, daros las gracias por vuestras palabras, efectivamente el Imperio Romano le apasiona, y tiene muchos conocimientos debidos a ese interés. Pero darte cuenta de que tu hijo es capaz de transmitirlos a sus compañeros, es una gran alegría.
Cuánto me alegro de que se les de la oportunidad de crecer en este aspecto, y de que a los padres también se nos de la oportunidad de crecer y de aprender cada día de ellos, compartiendo estas experiencias.
Gracias Esther por tu apoyo y confianza.
Ya te estaba yo echando en falta. Los hijos nos dan grandes lecciones de vida y son un buen espejo en el que mirarnos. En esta experiencia hemos caminado juntas en torno a la confianza y ahí está el resultado. Debemos respetar y fomentar las capacidades individuales, para que florezcan otras.
Un beso,
Esther.