Reanudamos de nuevo la semana, con mucha energía. El jueves sólo llegar a clase ya todos sabían que nos iríamos de excursión a la vega, pero les esperaba otra sorpresa, era el día en que sembraríamos nuestras habas.
Comenzamos repasando el proceso de crecimiento de una semilla de haba. A medida que iban apareciendo las distintas partes de la planta (raíz, tallo, hojas, flores y frutos), nos deteníamos a pensar si el resto de plantas que conocemos tenían esa parte también.
Al finalizar la puesta en común acordamos que no todas las plantas tienen esas cinco partes. Hablamos también un poquito acerca de la «utilidad» que tienen las plantas y de cómo no todas «sirven para lo mismo». Con sus intervenciones e ideas concluimos que las plantas sirven para: adornar, comer, curarse y hacer perfumes. Éstas fueron sus ideas previas acerca del tema, ahora tocaba el turno de poner ejemplos. Escogieron las cintas (ya que están en el aula) y nombraron las partes que tenían y para qué servían. Así con cada una de las especies que recordábamos de nuestro parque y jardín. Por último descubrieron una planta, el romero, que aunque no tenía las cinco partes nombradas si que presentaba las distintas utilidades. ¡Qué gran descubrimiento!
Ahora tocaba ponerse manos a la obra, así que nos bajamos hasta el huerto y tras repasar los pasos a llevar a cabo, realizamos la siembra de las habas: 1. coger tres semillas cada uno 2. echarlas dentro del agujero y 3. tapar el agujero con tierra y aplastarla un poquito.
Aprovechamos por el camino, para comprobar «in situ» si lo que habíamos estado hablando en clase, era verdad. Es decir, comprobamos nuestras hipótesis.
Como nos cunde la tarea, decidimos quedarnos en el jardín hasta la hora de la salida a la vega, y así disfrutar de este espacio que ofrece un sinfín de estímulos.
Decidimos, en esta ocasión, realizar nuestra salida a la vega en dirección a la casa de la bruja. Como era de esperar, el entusiasmo les hace ir más rápido y cumplir las normas de desplazamiento a la perfección. Por el camino, tenemos oportunidad de comprobar cómo el paisaje ha cambiado, existen unas tonalidades propias de la estación y Sierra Nevada tiene ya un poquito de nieve. Pasamos por diferentes campos sembrados y, con permiso de su dueño (je), cogemos uno de sus frutos para seguir comprobando nuestras hipótesis. Nos traemos al cole un espárrago y un ajo.
Una vez que llegamos a la casa de la bruja y tras el correspondiente repaso de cómo se encuentra su construcción, nos quedamos a jugar en el campo colindante, mientras nos comemos unas deliciosas castañas asadas y unas nueces (aportadas por nuestra clase), que compartimos con el resto del ciclo.
Hoy dibujamos nuestro cuaderno de campo, intentando plasmar los detalles que vivimos y reflejando algunos de los colores tan característicos. Cómo se nota que se están haciendo mayores, se ayudan unos a otros cuando piensan que algo les cuesta trabajo dibujarlo e incluso se ofrecen distintas opciones para que elijan la que más les guste. ¡Un buen trabajo en equipo!, da gusto verlos trabajar.
En nuestra tarde cooperativa llevamos a cabo el montaje del cartel que anuncia la fiesta de otoño. Los naranjitas y rojos han sido los encargados de dar un fondo de color y nosotros (como ya os he explicado en la anterior entrada) los encargados del texto. Hoy hemos montado cada una de las letras, volviendo a repasar fonológicamente cada una de las palabras, mientras Charito nos ayudaba con el pegado (ya que estaba muy alto).
Nos bajamos un ratito al parque antes de la merienda, para que así los naranjitos y rojos, puedan subir a ver el resultado. Mientras tanto algunos, seguían practicando, ja, ja, ja.
NOTA: Os recuerdo que la fiesta de otoño será el próximo viernes, a las 16.00 horas. Debéis ir pensando el dulce que elaboraréis con vuestros peques y que compartiremos esa tarde tan entrañable. Como siempre, el colegio aporta castañas asadas y chocolate calentito.
Por cierto, ¿habéis utilizado los recursos que os enlacé acerca de las casas-alfabetización?. Que no me decís ni mu. Ja, ja, ja.
¡Feliz fin de semana otoñal!,
Esther Justicia.