Esta semana hemos dedicado buena parte del tiempo de clase a la construcción de nuestra casa, confeccionada con material reciclado. Como ya os adelanté en la anterior entrada, la decisión fue construir una casa grande para poder jugar dentro. Ésto implica un gran trabajo en cuanto a planteamiento de hipótesis, votación de cada decisión tomada y una gran carga de trabajo manual-creativo. Así que el martes por la tarde, decidimos realizar el intercambio de ejemplares de biblioteca en la clase y comenzar con la tarea.
En primer lugar jugamos a imaginar que nuestras cajas eran piezas de construcción y debemos montar la «fachada» de una casa y si es posible, algunos tabiques. Por grupitos pequeños van saliendo y aportando su visión de cómo debería ir quedando. Cada vez que incluimos un elemento nuevo o una variación, debemos consensuar que nos parece bien, se trata de un trabajo en equipo.
A lo largo de la sesión surgen ideas para fabricar el mobiliario, así que estudiamos las posibilidades que tenemos en función del espacio del aula, de los materiales que disponemos y la ubicación final que queremos darle a nuestra casita. Finalmente decidimos que la construcción se limitará a la fachada, que una vez terminada colocaremos de frente a la puerta de entrada y que con el resto de elementos de juego presentes en el aula, recrearemos las distintas dependencias de la misma.
El miércoles, con ayuda de Luis, nuestro alumno en prácticas de magisterio, forramos la fachada uniendo piezas de dos en dos, para que su almacenaje ocupe menor espacio. Damos lectura al libro «El arte de construir», en el que se muestran diferentes formas de construcción y materiales empleados. Toca el turno de decidir de qué material queremos que sea nuestra casa, ganando finalmente el ladrillo. Así que Charito dibuja unos ladrillos sobre el papel y cada uno/a colabora dándole color, debiendo elegir uno que se asemeje a la realidad.
De repente alguien dice «nuestra casa no tiene número, ni timbre», así que paramos un momento el trabajo y abrimos un turno de intervención para proponer qué número le pondríamos y porqué. Tras varias intervenciones gana el 18, que son los alumnos/as que componen el grupo verde. Con la fórmula de sorteo de «pito, pito, gorgorito…» dos de nuestras albañiles, pasan a la tarea de confeccionar estos elementos (timbre y número).
No paran de inventar, ahora piden incluir plantas y bichitos que suben por la pared, así que dedicamos los últimos minutos a colorear las macetas, que ellos mismos eligen dónde ubicar.
El jueves nos visita Juan Luis, el papá de Julia, que nos presenta un experimento para comprobar cómo en los suelos donde existe vegetación, los nutrientes son absorbidos por las plantas.
Aprovechamos nuestra distribución en equipos de trabajo, para ir preparando el material necesario. Cada equipo dispone de tres botellas iguales, que deberán llenar con los siguientes materiales:
- Tierra.
- Tierra mezclada con trocitos de hojas secas (que deben triturar ellos/as).
- Tierra con vegetación (para lo que sembramos unas semillas de alpiste, que debemos cuidar hasta que tengan muchas raíces)
Por último las regamos y colocamos en lugar donde poder observar el crecimiento de las semillas. Cuando todo éste listo, realizaremos el experimento y comprobaremos de qué botella sale el agua más limpia (es decir que contiene menos nutrientes). Como buenos «científicos», hablamos acerca de lo que significa una hipótesis y de cómo los experimentos nos sirven para comprobarlas, en algunos casos.
Identificamos las botellas con el número correspondiente y el equipo al que pertenecen.
Unos pocos valientes se atreven a decir de qué botella piensan que saldrá más limpia y porqué, ganando la número 2, ya que dicen que las hojas retienen a la tierra para que no se escape. ¡NO LES AVANCÉIS NADA, POR FAVOR!, dejadles a ellos que vivan el proceso al completo.
Durante el juego de la mañana, algunos solicitan dibujar los bichitos de la fachada de la casita, ya que tienen muchas ganas de terminarla y poder utilizarla. Así que ellos mismos establecen distintas zonas de trabajo/juego, siendo voluntaria su inmersión en una u otra.
Las numerosas intervenciones en las asambleas, tanto de inicio de la jornada como a la hora de tomar la fruta, han propiciado mini-talleres de alfabetización, en los que hemos trabajado:
- Distinción entre «sonido y letra» (sílaba-grafemas). Para ello escriben en la pizarra MARIPOSA y MARIQUITA. Mediante palmadas, contamos cuántos sonidos componen cada palabra: MA-RI-PO-SA y MA-RI-QUI-TA. Comprobando que ambas tienen cuatro. Después contamos las letras que componen cada palabra, descubriendo que son 8 y 9, respectivamente. Así que comprobamos que no es lo mismo el número de palmadas que de letras.
- Palabras que empiezan por… Tomando como referencia una sílaba. Ejemplo: MA-RIQUITA, MA-RIPOSA, MA-MÁ, MA-DERA,-MA-ÑANA, etc.
- Palabras que riman. Ejemplo: MARIPOSA-ROSA, CAMISA-DEPRISA, TORNADO-HELADO, etc.
- Y por último, para aquellos que su nivel de alfabetización se lo permite, el juego de las palabras encadenadas. Ejemplo: CHARCO-COCO-COHETE-TELEVISIÓN-ONCE, etc.
Tras comprobar que la gran mayoría se sentía motivada por estos ejercicios fonológicos, les sugiero que aprovechen los recorridos de casa-cole, en coche, para practicar estos juegos en familia.
Como llevamos varias semanas con la propuesta de las casas y está próxima nuestra fiesta del Otoño, les propongo continuar la semana próxima ultimando nuestra casita, pero compaginarla con juego libre en el aula y el desarrollo de talleres creativos, enfocados al Otoño. OS PIDO COLABORACIÓN, aportando periódicos viejos, frutos de otoño, poesías, canciones, cuentos, etc.
Damos cierre por tanto a nuestra propuesta «las casas», con la presentación de dos juegos multimedia, enfocados a la práctica de la conciencia fonológica-alfabetización, alrededor del tema que hemos estado trabajando. Ambos permiten distintos niveles de juego y la selección de mayúsculas (rasgo diferenciador de nuestra metodología alfabética). Todos deberían jugar en el nivel I, acompañados por supuesto de un adulto. Cada juego o actividad es presentada por un simpático pajarito que nos da las indicaciones pertinentes. Son muy atractivos y les han gustado mucho.
¡No olvidéis que el objetivo no es el aprendizaje de la lectura de forma inmediata o a corto plazo!, sino el ensayo y la práctica de la fonología, como base imprescindible para una futura alfabetización significativa.
Entre tanta actividad ha surgido una mini-propuesta de investigación ¿todos los insectos tienen el mismo número de patas?, dedicamos los ratitos de patio a observar zapateros, mariquitas, hormigas y arañas. Al final se centran en las mariquitas, pero no hay consenso al respecto, así que les propongo leer el libro «la mariquita», para ver si tiene información al respecto. Preguntad a vuestros peques, han conocido un montón de cosas de las mariquitas, que no sabíamos.
Buen fin de semana a todos, ¡nos vemos el lunes!,
Esther Justicia.