Ayer tuvimos en clase una exposición de lo más interesante; Mae y Marcelo fueron los encargados de explicarnos en que consiste el trabajo de un «Técnico superior de alojamiento» (con este nombre tan difÃcil…………pensamos que debÃa hacer muchas cosas importants).
Lo primero que nos contó Marcelo es que su mamá trabaja en el hospital Virgen de las Nieves, ante lo cual le preguntamos : ¿trabaja en el hospital, entonces será médico? ¿o acaso es enfermera? Noooooooooo, nos explicó que realiza un trabajo muy importante en la cocina del hospital, pero que ella no es cocinera.
Nos explican que su función principal consiste en controlar que todos los procesos relacionados con la manipulación y elaboración de los menús de los enfermos se realicen de una forma adecuada. Cada proceso es importante, desde el traslado de los alimentos, hasta su almacenamiento y conservación, del mismo modo que su cocinado y elaboración.
Para explicarnos todo esto se apoyan en algunas fotografÃas que hicieron un dÃa en que ambos visitaron su lugar de trabajo.
Nos muestran cómo son los carros en los que se descargan los alimentos de los camiones en los que llegan hasta el hospital; nos enseñan cómo se trabaja en una cinta de emplatado; cómo son las cámaras frigorÃficas y los congeladores.
Mae hace muchÃsimo hincapié en la importancia de la higiene; nos
cuenta que para trabajar tiene que quitarse el reloj, los pendientes, anillos y/o pulseras. No puede llevar las uñas largas ni tenerlas pintadas, ya que todo esto podrÃa ser el origen de una intoxicación alimentaria.
Marcelo nos hace una demostración práctica de cómo debemos lavar nuestras manos: por delante, por detrás, entre los dedos y por supuesto las uñas.
Al final de la charla pasamos a hablar de los alimentos que no están en buen estado. Uno de los trabajos de Mae consiste en identificar dichos alimentos y evitar que se sirvan a los pacientes.
Observamos una serie de alimentos a través de nuestros sentidos (los miramos, los tocamos y los olemos) para saber si están en buen estado; en caso de no estarlo sabemos que hay que desecharlos porque pueden ser perjudiciales para la salud.
Tras la exposición y agradecer a los ponentes su magnÃfica explicación pasamos a la acción, y a través del juego son nuestros «rojitos» los encargados de trabajar en una auténtica cinta emplatadora para dar de comer a los enfermos del hospital. ¡Cuánto trabajo! Al final de la sesión ellos mismos lo han resumido estupendamente: «Mae ha sido muy chuliiiii». ¡Muchas gracias tanto a Mae como a Marcelo por explicarnos tan bien esta profesión!
A continuación os dejo el enlace de dos juegos interactivos que pienso pueden ser interesantes y motivadores para nuestros niños y niñas; ambos están relacionados con el tema de la alimentación saludable.
Loli Gálvez