Ya se acerca nuestra fiesta de Carnaval, así que estamos realizando preparativos para la misma.
Una lluvia de ideas previas acerca de qué es el Carnaval, qué emociones están presentes en una celebración de esta índole, cuáles pueden ser los colores que lo representen, qué significa fantasía, qué personajes «fantásticos» son mis preferidos, diferenciación entre realidad /fantasía (una vez más, je) y un sinfín de pequeños matices, que surgen de sus conversaciones, nos preparan para el desarrollo de nuestro juego.
En la asamblea de inicio comentan lo que han hecho el fin de semana:
- Preparar un bizcocho de nueces con mamá, porque invitó a dos amigas a casa.
- Montar a caballo.
- Dormir todo el rato.
- Ir a casa de mi abuela con mi hermanita y ver una peli.
- Ver una película «para todos los públicos», pero que me dio un poco de miedo porque salía una niña que se convertía en bruja.
- Ayudar a mi padre a hacer paella, mientras mamá veía «los Simpsons».
Y así, un largo etcétera de vivencias que intercambian con gran satisfacción.
Sin embargo a la hora del juego se decantan por los disfraces y los coches. De forma paralela, vamos fabricando (las profes) unos antifaces de escayola que decoraremos en varias sesiones a lo largo de esta semana y la que viene. Pasan por «el taller de máscaras» los equipos 1 y 2.
En la tarde cooperativa nueva sesión de plantación de esquejes, a cargo del equipo 3. Algunos/as se ofrecen voluntarios/as durante el patio, para preparar la tierra, envases, tijeras, plantas, etc. El resto de equipos adecentamos los arriates, quitando las hojas secas, malas hierbas y repoblando los huecos que quedan.
La profesión de esta semana, jardinero, ha estado muy relacionada con nuestro vivero. El padre de Tomás (Antonio), nos muestra su oficio y nos da algunos consejos para que nuestras plantas crezcan más rápido y mejor. (Entrada específica en el apartado «profesiones» del blog).
Dedicamos varios ratitos a lo largo de la jornada al ensayo de nuestra chirigota, que ya sé que algunos os han «filtrado». Una práctica algo complicada en estas edades, ya que les cuesta un poquito cantar al unísono. No os preocupéis, que enlazaré la letra una vez finalizada la fiesta, por si no se entiende. Ja, ja, ja !!!
Comenzamos la jornada del miércoles con una aportación en la asamblea (por parte del alumnado) de varios «muñecos», con los cuales quieren interaccionar en el juego y también unos papeles a modo de entradas de Carnaval. Enseguida tuve claro cuál iba a ser el juego a desarrollar de forma espontánea y no me equivoqué, voilá!
Me parece simplemente encantador el poder sentarme a observar cómo se organizan, reparten funciones, respetan turnos, practican el lenguaje gestual/verbal, comparten materiales, etc.
De forma paralela al juego libre, los equipos1 y 2 van pasando por el taller de decoración de su antifaz. Los otros equipos les tocará la semana próxima.
En la asamblea de comunicación, tras el juego, expresan entusiasmados/as qué personajes han sido, los diferentes roles que les ha tocado asumir, cómo han «cedido» a ser un personaje, aunque les gustaba otro y la inexistencia de conflictos que hayan necesitado mi intervención. También aparecen los términos de actor, actriz y título, yo les introduzco el de narrador/a.
Por la tarde realizamos el dibujo de nuestra propuesta de juego que, por primera vez durante el curso, aglutina a la totalidad del grupo sin necesidad de integrar a nadie por mi parte. Como motivación añadida para la realización del dibujo, mantenemos en medio de la clase el teatro de madera y utilizamos las ceras manley, que aportan vistosidad a los colores empleados.
Turno para el taller creativo de la semana, y como no podía ser de otra forma tratando el tema del Carnaval, algo mágico tenía que suceder. Utilizamos una técnica que combina ceras y acuarelas. Dibujamos con cera blanca sobre un papel del mismo color, de modo que obtenemos un dibujo casi invisible y mediante una «magia especial», hacemos que ese dibujo se vea. Para ello aplicamos acuarela a toda la superficie, quedando todo coloreado a excepción de las marcas realizadas con cera. Simplemente, sorprendente, ¿no os parece?.
En la biblioteca, nuevo préstamo para llevar a casa. Además damos lectura a estos ejemplares que tratan el tema de las emociones, el respeto a las diferencias y las relaciones sociales, de una forma graciosa.
Vemos también este ilustrativo corto acerca de cómo se suele llevar al terreno de lo personal un conflicto y perder la perspectiva. Hemos hecho supuestos prácticos cambiando el conejo por diferentes cosas e intentado darle solución de otras formas.
En la actividad realizada el viernes pasado, en torno a expresar aspectos positivos o que me gusten de un/a compañero/a que yo elijo, me resultó llamativo o curioso, que algunos/as no fuesen capaces de expresar con cierta normalidad o espontaneidad este tipo de cosas. Tras una reflexión acerca de la dinámica social que se da en el grupo y como no, de la sociedad en que vivimos, pienso que debemos fomentar más los momentos de agradecimiento, valoración positiva y reconocimiento del trabajo bien hecho, entre iguales. ¡Debemos poner a nuestros peques en situación de …!.
Esto no significa que ahora debamos alabarlos continuamente o exagerar los reconocimientos que los adultos les hacemos a ellos/as. Flaco favor les estaríamos haciendo si cada vez que hacen algo «bien» les decimos muy bien, eres muy bueno, eres muy inteligente, eres muy cariñoso… o cualquier valoración cualitativa que se nos ocurra en ese momento, con tal de potenciar su autoestima y hacerles ver que la valoración positiva está presente en nuestras vidas. Es preferible que el reconocimiento del adulto hacia el niño sea más bien en cuanto a acciones realizadas concretas «qué bien has hecho este dibujo», «felicidades por cómo has tratado a tu compañero, debes sentirte orgulloso», «un dibujo muy bonito, creo que te has esforzado mucho, ¿estás contento?», o algo similar que no les lleve a esperar siempre un reconocimiento por todo aquello que realizan, pero a la vez les estemos inculcando la verbalización de aspectos positivos del otro, como algo natural.
Tratamos nuevamente, este viernes, la resolución de los conflictos que acontecen diariamente, el respeto que mostramos hacia los demás (insistiendo en la forma en que nos dirigimos cuando les hablamos), los grupos de «amistad» y participantes que se quieren incluir, etc. Visionamos algunos cortos que refuerzan nuestra puesta en común.
Y como no todo va a ser emoción, ponemos en funcionamiento el otro hemisferio de nuestro cerebro, para desarrollar una sesión matemática. Presentamos oficialmente el número 5 y todo lo que le rodea. Jugamos con la recta numérica «de suelo» a contar hacia delante y hacia atrás, a contar de dos en dos, a quitar uno y averiguar cuál falta, etc. Incluimos los tapones como material para estas sesiones, que nos servirán para la composición/descomposición, la suma y la resta, de forma manipulativa.
Os deseo un buen fin de semana,
Esther Justicia.