Hoy es mi último día de prácticas y deja un sabor agridulce. Me voy contenta por muchos motivos, nos han tratado fenomenal, hemos aprendido multitud de cosas, ha sido nuestro hogar durante casi cuatro meses, y como no, adoro a mi clase rojita, quizá esta sea una de las razones por las que me entristece la despedida. Voy a echar mucho de menos a esas cabecitas pensantes que cada día alegraban mi jornada. Espero y deseo que todo les vaya estupendo y sigan siendo esos niños y niñas tan felices y alegres para siempre.
Para terminar dar a las gracias a mi tutora, Esther, por su buen recibimiento y trato, y en general al todo el colegio por acogernos tan bien.
¡Ha sido un autentico placer!